jueves, 9 de diciembre de 2021

06 diciembre 2021 Deia (entrevista)

06 diciembre 2021 



En la buena dirección.

Pulsamos el anuncio del final de los ‘ongietorris’ en cinco entrevistas.

Hay unanimidad en que el paso dado es positivo, aunque también asome alguna reserva.

Un reportaje de Jesús Barcos

Hoy se cumple una semana de la declaración del Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos (EPPK) anunciando su voluntad de poner fin a los ongietorris para ser recibidos a partir de ahora tras salir de la cárcel de “modo privado y discreto, siguiendo el camino emprendido en los últimos meses”. Hemos recabado la opinión de Marta Buesa, hija de Fernando Buesa, de Robert Manrique, víctima en Hipercor, de Agus Hernan, coordinador del Foro Social Permanente, de Xabier Mugarza, miembro de Gogoan, y de Joseba Azkarraga, de Sare. En conjunto destaca el consenso existente sobre el carácter positivo del anuncio. A partir de ahí, matices y enfoques diversos, tal vez incluso complementarios.

Entre las dos víctimas de ETA consultadas, Marta Buesa transmite más reservas que Robert Manrique. Otro que muestra cautelas es el miembro de Gogoan, Xabier Mugarza. Al fin y al cabo, su asociación compartió esta semana comunicado con la Fundación Fernando Buesa y Elkarbizi. “Llaman a las víctimas damnificadas de nuestra militancia pasada. Damnificados son los de Cumbre Vieja”, apunta Mugarza, que también critica, abriendo el foco, la falta de voluntad existente “respecto a “violencias de Estado, guerra sucia y demás, que ha habido en esta tierra y que no podemos obviar”. Escasos pasos en este sentido, “sobre todo desde Madrid”, añade, y pone el ejemplo de la cuestión de los secretos oficiales, algo que, dice, “dificulta cualquier trabajo para tratar de generar empatía”.

 

MARTA BUESA, MIEMBRO DEL PATRONATO DE LA FUNDACIÓN FERNANDO BUESA

“Parece haber trasfondo humano al hablar del dolor de las víctimas” Ve en el anuncio del final de los ‘ongietorris’ un “paso necesario muy elemental”, aunque critica el lenguaje empleado

 – Para Marta Buesa, hija mayor del dirigente socialista asesinado por ETA Fernando Buesa, este es “un paso necesario”, “muy elemental”. Y aboga por seguir trabajando “para asentar unas bases éticas elementales, y a partir de ahí construir una convivencia sana, en paz y libertad”. Buesa entiende que el fin de los ongietorris “llega por fin después de un trabajo muy intenso por parte de las diferentes entidades y asociaciones de víctimas”. Dice que no quiere pensar que “obedezca a una estrategia o táctica, como lo que ha hecho hasta ahora la izquierda abertzale”. Cree que en esta declaración de los presos “se trasluce o parece intuirse un trasfondo humano cuando hablan de que estos recibimientos causan dolor a las víctimas”. Una cierta “empatía”, que no ha visto ni sentido “para nada en las declaraciones que ha hecho Arnaldo Otegi”. Con todo, observa que en el comunicado del EPPK “sigue estando ese lenguaje que utilizan siempre”, o que este colectivo se sigue “considerando y llamando de presos políticos, algo que se tiene que revisar, porque ninguno de ellos está preso por sus ideas políticas, sino por los crímenes que han cometido”.

En cuanto a su tratamiento penitenciario, la hija primogénita de Fernando Buesa entiende que “la izquierda abertzale les ha impuesto unas condiciones muy duras, porque durante años, años y años ha habido la consigna de que ellos eran un colectivo que no se acogía a la legalidad penitenciaria ordinaria. Es decir, no podían progresar de grado, pedir permisos, todo eso les estaba vetado. De hecho, los presos de la Vía Nanclares hablan claramente que esa política penitenciaria de la izquierda abertzale les ha hecho muchísimo daño”.

Marta Buesa asegura tener “la satisfacción de poder decir” que los asesinos de su padre están en la cárcel, “algo que no les sucede a muchísimas víctimas de ETA”. Con 30 años de condena, asume que “llega un momento en que el tema de los presos de alguna manera a las víctimas nos empieza a interpelar, porque se va acercando el momento en que ellos salgan de prisión”.

Añade que “aunque es una realidad dura”, ha tenido una reflexión interna. “Siempre me pregunto cómo quiero que los asesinos de mi padre recuperen la libertad, cómo quiero que salgan de la cárcel y se incorporen a la vida en libertad, que además va a ser sí o sí en el País Vasco, que es donde yo vivo”, apunta.

Buesa tiene clara la respuesta a su propia pregunta. Dice que desea que salgan de prisión “habiendo hecho ese recorrido a nivel humano como el que hicieron los presos de la Vía Nanclares, para mí muy valioso, y que salieran como personas diferentes de las que eran cuando entraron”. Ese recorrido, añade, “tiene que ser individual, no vale que sea colectivo, porque no es posible valorar eso desde un punto de vista de grupo. Es algo que tiene que nacer desde la individualidad de cada persona. Ojalá tengan la oportunidad y la valentía de hacerlo”, zanja. –

 

ROBERT MANRIQUE ASESOR DE LA UAVAT Y VÍCTIMA EN HIPERCOR

 “El anuncio lo veo como algo positivo, solo faltaría”

Afirma que los ‘ongietorris’ públicos faltaban al respeto a “muchas víctimas” y a la “dignidad de mucha gente”

Asesor en la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT), y víctima en la masacre de ETA en Hipercor, para Robert Manrique “lógicamente todo lo que sea que la banda terrorista ETA y sus miembros puedan ir reconociendo los errores que han cometido y dándose cuenta de que están haciendo cosas que duelen a la inmensa mayoría de víctimas, bienvenido sea”.

Para Manrique, si este anuncio “nos lo hubieran dicho hace once años, no me lo habría creído, por lo tanto lo veo como algo positivo, solo faltaría”, aunque hay trecho pendiente. “El día que escuchemos que ETA diga que estuvo mal matar será una gran fecha, y creo que eso llegará, lo que pasa es que siempre habrá gente que se seguirá quejando”. La aspiración de este superviviente es que “ETA no vuelva y nadie sufra lo que ya hemos sufrido nosotros”.

Recuerda que si bien el colectivo de víctimas es plural, ETA no puede distinguir entre víctimas, “lleven o no uniforme, seamos o no civiles”.

Recuerda al respecto unas declaraciones de Pernando Barrena en 2012. “La izquierda abertzale ya pidió perdón en Barcelona por los atentados cometidos, y no hizo ninguna distinción. Eso quedó un poco en el olvido, pero está publicado en la Universidad de Barcelona”.

Manrique se congratula de que ahora los presos “se dan cuenta del detalle molesto para la dignidad de mucha gente de que se ocupe la vía pública para hacer homenajes a gente que ha estado en la cárcel por ser terrorista. Muchas víctimas entendemos que es una falta de respeto. Si ya lo han reconocido y no se van a hacer más, pues perfecto”.

Preguntado por el camino que queda por recorrer, Manrique cree que “para empezar”, se debe “dejar de politizar y utilizar al colectivo de víctimas del terrorismo, como si todas las víctimas fuéramos las mismas, pensáramos igual y votáramos lo mismo”. También reclama a los miembros de ETA un reconocimiento de que “no tenían que haber iniciado el terrorismo”. Este barcelonés cree que con la progresiva salida de presos de las prisiones, “más de uno” se situará en esas coordenadas.

Robert Manrique tuvo un “encuentro reparador” en 2012 en la prisión de Zaballa, con Rafael Caride, uno de los autores del atentado en Hipercor. “Si no hubiera ido a aquella reunión, estaría cabreado conmigo mismo. Yo hice mi pregunta, y a partir de ahí las preguntas que me habían hecho otras víctimas. A mí me sirvió, y sé que sirvió a mucha gente”, explica.

“La palabra arrepentimiento la repitió diez o quince veces mínimo, y además el director de la prisión y los dos asistentes sociales de la cárcel me confirmaron su conversión absoluta”, concluye.

JOSEBA AZKARRAGA PORTAVOZ DE LA RED CIUDADANA SARE

“Hagan lo que hagan los presos, habrá mucha gente a la que le parezca poco”

Considera que “había que buscar un equilibrio en los recibimientos” para no “añadir más dolor a las víctimas”

– “Llevamos mucho tiempo trasladando públicamente y de manera privada la necesidad de buscar un equilibrio entre la alegría, creo que justificada de familiares y amigos de los presos que después de largas condenas y en situaciones manifiestamente mejorables van recobrando la libertad, sin que estos recibimientos puedan añadir más dolor a las víctimas de la violencia”.

Para Joseba Azkarraga, portavoz de Sare, el EPPK ha encontrado ese equilibrio, y reparte méritos. Por un lado, “las víctimas de la violencia de ETA que de manera individual han venido trasladando una apuesta clara por un plan de convivencia democrática en nuestro país. Lo han hecho además valorando la necesidad de terminar con el alejamiento de los presos”, dice. “Por lo tanto, trasladando un mensaje muy en positivo, en el que vienen a decirnos que se puede avanzar sin olvidar y también sin odiar”, añade. Asimismo, según él, “la respuesta que los presos y presas dan a ese tipo de reflexiones es fundamentalmente la de no añadir más dolor”.

Para el exconsejero de Justicia, “ojalá se puedan producir otros pasos también por la otra parte”. A su juicio, “es posible que los presos y presas hayan tardado mucho tiempo en tomar esta decisión, pero mucho más tiempo está tardando la otra parte, llevan más de treinta años con una política penitenciaria de excepción, y hasta hace un año no se han comenzado a dar pasos de acercamiento de los presos. Por lo tanto, cuando hablamos de tardanza y lentitud en las decisiones creo que hay que ponerlo en una balanza”.

En cualquier caso, incide Azkarraga, los reclusos “posiblemente hubieran tardado mucho menos si todos hubieran estado en dos o tres centros penitenciarios”. Según el portavoz de Sare, “una parte importante de la sociedad es consciente de que hagan lo que hagan los presos y presas en este proceso, habrá mucha gente a la que le parezca poco, y ya han salido voces hablando de que esto es una trampa y un blanqueamiento. Bueno, ya sabemos que hay mucha gente que añora la existencia de ETA, no digo sus acciones, pero sí la posibilidad de utilizar a ETA para un roto y un descosido”. En todo caso, apuesta por “avanzar” a partir de una “autocrítica de todos, no exclusivamente de una de las partes que ha participado en una confrontación”.

AGUS HERNAN COORDINADOR DEL FORO SOCIAL PERMANENTE

“Es una aportación positiva y relevante, y consolida los consensos”

Cree que el comunicado del EPPK se alinea dentro del “carril central” que sigue la ciudadanía vasca

– “Entendemos que este anuncio es una aportación positiva y relevante del EPPK, que en cierta medida hace causa común con una mayoría social y política que define el carril central de la ciudadanía vasca y navarra, que quiere dar pasos decididos en el fin de las consecuencias del ciclo de violencias y en la construcción de la convivencia democrática”.

Agus Hernan, coordinador del Foro Social Permanente, destaca que tanto en la CAV como en Nafarroa, “las valoraciones institucionales, políticas y sociales han sido positivas, con sus matices, por supuesto, porque es un tema muy sensible”.

Hernan pone los ongietorris en perspectiva: “Nosotros hemos venido diciendo en los últimos meses que era una cuestión ya en vías de solución, y este comunicado lo confirma. De facto, ya no estaba habiendo prácticamente. En este año 2021 ha habido 25 excarcelaciones hasta hoy y dos ongietorris públicos, algo que a partir de ahora no volverá a ocurrir”. Detrás, subraya, ha habido “un trabajo arduo”, desde 2019, en el que el Foro “ha estado muy implicado”.

Y dice que en este proceso han detectado “dos consensos”. El primero, “la empatía hacia las víctimas de ETA, y en general, para que ni de obra ni de palabra se generen nuevos sufrimientos a ninguna víctima en su totalidad, personas que ya han sufrido mucho”.

Respecto al segundo consenso habla de “los derechos de los familiares” a recibir a los excarcelados “y a darles un abrazo”. Dos ideas que entiende “ratificadas” por el comunicado del EPPK, del que también destaca un “ejercicio de empatía”.

El coordinador de Foro Social ve por tanto un “componente ético” en dicha declaración “cuando habla de las víctimas de ETA”. Si bien también observa “desacuerdos de diferentes actores con una cierta terminología” utilizada en el anuncio. En cualquier caso, considera que “el reconocimiento del dolor causado” y la decisión tomada “para aliviar ese dolor es un paso”.

También admite “que forma parte de la cultura del Foro poner en valor los pasos positivos y los acuerdos más que los desacuerdos, que sabemos que existen, y evidentemente no somos ajenos a los debates que se dan. Pero nos parece que esa aportación relevante consolida los consensos ante las dificultades que va a tener la nueva fase que se inicia, y ayuda a ir generando pasos”.

Para Hernan, en el “contexto generado con el décimo aniversario de Aiete”, este comunicado “ayuda a generar un ecosistema favorable para que se vaya generalizando la aplicación de una política penitenciaria ordinaria”. Y subraya: “No hablo de reciprocidad, solo digo que este elemento genera un ecosistema más favorable en los temas que quedan todavía por desatar en torno a las personas presas”.

A juicio del coordinador del Foro Social Permanente, estamos en una “segunda fase” tras el fin del aislamiento penitenciario, el fin del alejamiento y la evolución de grados. “Hoy día todos los presos están en segundo o tercer grado en cárceles vascas o de Navarra y periféricas”, asevera. A partir de esta situación y de cara a esa segunda fase, señala tres “debates nucleares”.

El primero, dice, es “el acercamiento definitivo de todos los presos a las cárceles vascas y de Navarra desde las cárceles periféricas”. La segunda cuestión, indica, se centra en “terminar con la todavía política de excepcionalidad penitenciaria en la aplicación de grados. Los presos tienen derecho desde el cuarto de condena a beneficiarse de permisos, por ejemplo, y eso no se está aplicando de manera ordinaria a este tipo de personas”. Y el tercer asunto, concluye, se refiere a la “vía de reintegración, acordada con el mayor consenso posible, incluido el de las personas presas, para poder hacer un camino de justicia restaurativa”.

XABIER MUGARZA MIEMBRO DE GOGOAN POR UNA MEMORIA DIGNA

“Es una buena noticia; aunque llega tarde, mejor eso que nunca”

Reclama que la decisión del EPPK sea el preludio de la desaparición de “pintadas, carteles y demás parafernalia”

– “Ante todo es una buena noticia”, destaca Xabier Mugarza, miembro de Gogoan por una memoria digna. “Con todos los matices que se hagan, pero es un paso adelante. Algo que estaba exigiendo una parte de la sociedad, y que aunque llega tarde, mejor tarde que nunca”.

Cree que “hay que agradecer muchísimo” a los colectivos de víctimas, porque “en parte esta decisión sobre el final de los ongietorris es debida a la presión que han metido estas asociaciones, que han hecho de avanzadilla de la sociedad”. Una labor, asegura, que “cualquier sociedad digna tendría que haberla hecho en su conjunto”.

Mugarza entiende que este asunto “va más allá del dolor” que pueda provocar a las víctimas. “A algunas los ongietorris les causará muchísimo sufrimiento, a otras ya les dará todo igual”, pero estos “no son de recibo porque una sociedad digna no puede aceptarlos, como actos que glorifican una determinada trayectoria criminal”.

Acusación que basa en una comparativa: “Solo han tenido ongietorris un determinado grupo de presos. Cualquiera que se haya ido a la Vía Nanclares o se haya apartado de ETA no los ha tenido”. Si bien Mugarza matiza que puede “haber gente que haya ido a un ongietorri sin ninguna intención de hacer daño a las víctimas o de glorificar ese recorrido”.

Para este miembro de Gogoan se ha dado un “avance”, pero “tras este paso deberían seguir otros”. “Por pura lógica –opina–, y si realmente es sincero el trasfondo de la decisión, deberían empezar a desaparecer las pintadas, carteles y demás parafernalia en todos los pueblos, porque no se puede admitir la presencia de los victimarios en las calles”. Por consiguiente, Xabier Mugarza entiende que asociaciones como Gogoan tienen que “seguir explicitando que hay temas morales y éticos que están por encima de otras cosas”.

De momento, quiere pensar que se ha dado un paso desde la “empatía” y no desde el “puro tacticismo”, pero le genera dudas el lenguaje empleado y una actitud que considera carente de autocrítica. A partir de ahora, señala, hay que romper el silencio de ciertos colectivos, y respecto a “la izquierda abertzale o a la gente que ha apoyado los ongietorris, hacerles ver el desastre que han generado”.

 

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