lunes, 24 de mayo de 2021

22 mayo 2021 La Vanguardia

22 mayo 2021

 


Ultraderechista belga, entre más buscados de Interpol por amenaza terrorista

El militar ultraderechista Jürgen Conings, buscado activamente desde hace cinco días por la policía y fuerzas de élite belgas, está ahora también en búsqueda y captura internacional por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).

Su nombre y dos fotos -una de carné y otra con el torso desnudo, musculado y tatuado- aparecen esté sábado en la lista de personas más buscadas en el sitio web de Interpol.

Su ficha especifica que Conings, de 46 años, está en búsqueda y captura por "amenaza de ataque terrorista contra personas y el régimen".

La fiscalía federal belga informó hoy de que ha encomendado a un juez de instrucción especializado en terrorismo el caso de este militar ultraderechista, huido desde el lunes pasado fuertemente armado tras proferir amenazas contra las autoridades y un conocido virólogo.

En un comunicado emitido este sábado, el ministerio público explicó además que se le acusa de tentativa de asesinato y de infringir la legislación sobre armas, todo ello en un contexto terrorista.

Por ahora han sido infructuosos todos los esfuerzos de las fuerzas de seguridad belgas por localizar a Jürgen Connings, un militar de extrema derecha que estaría fuertemente armado y al que han buscado toda esta semana en la provincia de Limburgo, en el este de Bélgica y muy cerca de las fronteras con Países Bajos y Alemania.

El hombre se encontraba ya en una lista de los servicios de seguridad de 30 de militares de extrema derecha considerados potenciales terroristas por haber proferido amenazas contra personalidades políticas y contra el virólogo Marc Van Randst, famoso en el país por la pandemia.

El lunes salió del cuartel en el que trabajaba armado con un lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas y no regresó a casa, lo que activó las alarmas y desencadenó la búsqueda.

El martes se localizó su coche, sin placas de matrícula y con varias armas pesadas en su interior, en las inmediaciones del parque natural Alto Kempen, un espacio de 12.000 hectáreas en el que se concentró la búsqueda y se desplegó un importante dispositivo policial y militar de unos 400 efectivos.

"La búsqueda intensiva de Jürgen Conings en el parque ha concluido. Por lo tanto, ya no es necesario cerrarlo al público", dijo esta tarde el gobernador de Limburgo, Jos Lantmeeters, tras consultar con la fiscalía federal y el centro nacional de crisis, aunque pidió a los senderistas que vean algo sospechoso que lo comuniquen inmediatamente a la policía.

Paralelamente, a petición del juez de instrucción, la policía efectuó diez registros en el entorno del militar entre el viernes por la tarde y la mañana de este sábado, de cuyo resultado no se informó.

Además, se encargó un informe sobre "los efectos potenciales de un mecanismo sospechoso localizado en el coche del sospechoso", indicó la Fiscalía.

Entre los domicilios registrados se encuentra el de Tomas Boutens, un exmilitar condenado en 2014 a cinco años de prisión por pertenecer a un grupo neonazi, según la prensa belga.

Según recogen varios medios de comunicación, el fugitivo dejó dos cartas a su familia en las que afirmaba que no podía seguir viviendo en una sociedad en la que políticos y virólogos "nos dicen cómo debemos vivir" y mencionaba varias veces a Van Randst, que fue inmediatamente puesto bajo protección junto con su familia en un lugar secreto.

En las misivas añadía que conocía los riesgos de su "misión" y que no le importaba morir. Además, dejó sus condecoraciones militares en la tumba de sus padres, según informó la prensa local.

Las autoridades belgas consideran que el hombre supone una amenaza grave para la seguridad a la luz de las pruebas recabadas, si bien no han aclarado cuáles serían los objetivos.

Según los diarios "Het Nieuwsblad" y "SudPresse", entre estos se encontraría una mezquita de Limburgo, por lo que la policía ha aumentado la vigilancia de estos centros religiosos en esa provincia.

El caso ha reabierto la polémica sobre la vigilancia de los sospechosos de terrorismo y suscitado críticas contra la OCAM, el organismo encargado de la tarea en el país que ya fue muy criticado tras los atentados terroristas en la capital belga.

Muy activo en redes sociales, el virólogo Van Randst responsabilizó a la ultraderecha vinculada al partido flamenco Vlaams Belang de los "mensajes de odio y llamadas a la violencia" que está recibiendo por parte de los más de 20.000 seguidores de la página de Facebook "Como 1 detrás de Jürgen", en apoyo al miliar buscado, y que denunció. 

 

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