miércoles, 28 de abril de 2021

28 abril 2021 (2) ABC (opinión)

28 abril 2021

 


Los nueve acuerdos del PSOE con ETA en la polémica primera tregua de la historia de la banda terrorista

El 31 de octubre de 1988, los lectores de ABC se levantaban con la siguiente portada: “Alegría por la liberación de Emilianon Revilla”.

Y tres meses después, la organización vasca anunciaba un cese temporal de los atentados para establecer una negociación que el Gobierno de Felipe González aceptó

El 31 de octubre de 1988, los lectores de ABC se levantaban con la siguiente portada: “Alegría por la liberación de Emiliano Revilla”. En la imagen, el empresario saludaba desde el balcón de su casa a los cientos de vecinos que se habían reunido frente a su portal para darle la bienvenida, después de más de ocho meses secuestrado por ETA. En páginas interiores, un gran despliegue que incluía una información sobre los 500 millones de pesetas anuales que la banda terrorista necesitaba para financiar su estructura, según la documentación incautada en un zulo de Hendaya; una Tercera firmada por Federico Jiménez Losantos, titulada “El síndrome de Revilla”, y la advertencia por parte de los partidos políticos de que la feliz noticia no podía dar pie a una negociación con los criminales.

Respecto a este último punto, el mismo Ricardo García Damborenea, secretario general de los socialistas vizcaínos, defendía en este diario que, «si alguien piensa que porque el señor Revilla haya recuperado la libertad estamos en condiciones de sentarnos a negociar con los terroristas, yo creo que se está equivocando». Sin embargo, el líder del PSOE y presidente del Gobierno, Felipe González, no debía ser de la misma opinión que alguno de los miembros de su propio partido, porque ETA aprovechó la liberación para hacerle una oferta al Ejecutivo.

El 8 de enero de 1989, la banda terrorista proclamó por sorpresa un cese temporal de los atentados durante 15 días, con el objetivo de desbloquear la situación con el Gobierno y abrir un proceso de diálogo. Era la primera tregua oficial de la historia de ETA y, en su comunicado, exigía a González un posicionamiento expreso a favor de estas conversaciones. La iniciativa era en principio unilateral y se presentaba como «una muestra de buena voluntad», pero la organización reiteraba a cambio que la negociación propuesta debía versar sobre «los ritmos de aplicación de la alternativa KAS», es decir, la amnistía de los terroristas y la futura independencia del País Vasco, entre otras cosas.

Operación contra ETA

El Gobierno decidió responder positivamente al emplazamiento pero solicitará públicamente a ETA la ampliación de la tregua. Mientras tanto, el 11 de enero la Policía francesa detiene a Josu Urritikoetxea, al que se considera responsable del aparato político de ETA, junto a Elena Beloki y otras cuatro personas. Este movimiento tuvo diferentes interpretaciones, desde una injerencia por parte de Francia hasta un toque de atención por parte del Ejecutivo para medir la firmeza de la voluntad de ETA de llegar a la paz. Otros, sin embargo, consideraron aquella operación como un intento de quitar de en medio a uno de los duros para facilitar su flexibilidad. Y funcionó, porque a pesar del malestar, la banda terrorista mantendrá la tregua.

Fue aquí donde comenzaron las Conversaciones de Argel, culmen de múltiples contactos informales entre ETA y el Gobierno socialista de Felipe González. Los primeros se produjeron en 1984, cuando un grupo de jesuitas, entre ellos José María Martín patiño,  se ofreció como mediador. Su gestión fue autorizada, pero no prosperó, mientras los primeros pasos para cerrar los encuentros en la capital de Argelia fueron en 1986, en principio por iniciativa de la banda terrorista, que consideraba que el Estado cedería a sus exigencias, entre ellas, la autodeterminación.

Durante los meses posteriores, dirigentes socialistas como Rafael Vera o Alfonso Guerra viajaron a Argel para dialogar con sus autoridades, porque aquel país se estaba convirtiendo en un santuario de etarras, que llegaban directamente desde Francia. En septiembre de 1986 y enero de 1987, se producen los primeros encuentros secretos entre terroristas como Txomin y representantes del Gobierno como Julián San Cristóbal, director general de la Policía, y Manuel Ballesteros, comisario asesor del ministro del Interior José Barionuevo, entre otros.

La matanza de Hipercor

Estos primeros contactos se interrumpen por la muerte, en febrero de 1987, en accidente de tráfico de Txomin, que sería reemplazado por Eugenio Etxebeste, Antxon, en su condición de interlocutor de la banda terrorista. Entre conversación y conversación, la Policía detiene al comando Madrid y, el 19 de junio, se produce la mayor matanza de la historia de ETA en el Hipercor de Barcelona, con 21 muertos. Eso no fue impedimento para que el Gobierno de González reanudara sus contactos, que volvieron a verse interrumpidos, el 11 de diciembre, tras la bomba colocada en la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, donde fueron asesinadas otras 11 personas.

Este nuevo ataque acabó con la paciencia del Ejecutivo, que dejó claro que no seguiría con las negociaciones si ETA continuaba matando. El Ejecutivo pedía una tregua, pero la banda terrorista no solo desoyó la petición, sino que además secuestró a Revilla en enero de 1988. No fue liberado hasta 249 días después, en el que era hasta ese momento el secuestro más longevo de la historia de la organización vasca. Y a continuación se produjo la mencionada tregua unilateral y la reanudación de las conversaciones de Argel, el 14 de enero de 1989.

Una delegación compuesta de nuevo por Vera, además del delegado del Gobierno en Murcia, Juan Manuel Eguiagaray, y el comisario Pedro Martínez, acude a un encuentro con Antxon. Cuando llegan a la cita, descubren que no está solo. Lo acompañan dos militantes: Ignacio Arakama Mendía, ‘Makario’, y Belén González Peñalva, ‘Carmen’. Ambos grupos se convertirán en las respectivas delegaciones oficiales durante todo el proceso.

Los nueve puntos del acuerdo

De este encuentro surgirá un acuerdo preliminar que se concretará en un acta de nueve puntos acordados entre ambas delegaciones, que dio pie a una tregua bilateral de dos meses en el marco de la cual se constituyó una mesa de conversaciones políticas en Argelia. ETA hará público este acuerdo en un comunicado el 23 de enero, que fue publicado por ABC al día siguiente, y que el Gobierno responde de forma ambigua sin confirmar ni desmentir el mismo, tratando de mantener margen de maniobra con respecto a la opinión pública.

Sin embargo, a corto plazo cumplirá todo lo acordado. ‘El Gobierno acepta el diálogo con ETA como última oportunidad para que deje las armas’, titulaba este diario. Y en otra información detallábamos “los nueve puntos del diálogo político, según ETA”. «En el comunicado, la banda terrorista asegura que ‘durante el proceso de tregua declarada se ha producido un encuentro oficial en Argelia entre una delegación de representantes cualificados del Gobierno español y del PSOE y una delegación de nuestra organización, en representación de todo el Movimiento de Liberación Nacional Vasco’. Este encuentro, alargado por espacio de varias horas, según ETA, ‘ha supuesto un avance positivo en cuanto al tratamiento de ciertos temas que hasta el presente eran prácticamente inabordables, constatando un deshielo de actitudes en el Gobierno español que presuponen un interés evidente de encontrar vías de diálogo», por día leerse en ABC.

 

Fruto del encuentro, se llegó a un acuerdo de nueve puntos:

1) Se acuerda la formación de una Mesa de Conversaciones Políticas con el objetivo de iniciar un debate y un diálogo en torno a las diferentes cuestiones que enmarcan el proceso de enfrentamiento existente.

2) Se acuerda la elaboración de un calendario común de trabajo a establecer en la primera reunión de la Mesa, a celebrarse con fecha ya determinada.

3) Se acuerda la elaboración de un contenido de trabajo a establecer mutuamente en consonancia con el calendario de trabajo antes mencionado y los sucesivos órdenes del día que se vayan marcando. Por parte de ETA se ha entregado ya un programa político global de debate.

4) Se acuerda la figura de interlocutores y asesores en función de la evaluación que se establezca en cada orden del día. En principio se acuerda para la primera reunión de la Mesa la continuidad de ambas representaciones actuantes.

5) Se acuerda como lugar de conversaciones: Argelia.

6) Se acuerda la participación del Gobierno de Argelia como mediador y moderador tanto del proceso de conversaciones como de los compromisos mutuos que se vayan derivando de las mismas.

7) Se acuerda dar a conocer periódicamente de manera pública el desarrollo de la Mesa de Conversaciones en función del alcance, interés y/o progreso de las mismas.

8) Se acuerda la creación de un período de distensión en el enfrentamiento que propicie el marco de diálogo asumido por ambas partes. En este sentido ETA se compromete a respetar una tregua de la acción armada en todo el territorio del Estado español durante el período comprendido entre el día de hoy, 23 de enero de 1989, hasta las veinticuatro horas de la jornada de Aberri Eguna, día 26 de Marzo de 1989, fecha de conmemoración histórica por las reivindicaciones nacionales vascas. Este compromiso de tregua no comprende el caso del recurso a la contestación armada fruto de enfrentamientos fortuitos o provocados.

9) Se acuerda por ambas partes la comunicación pública del encuentro y de su resultado con fecha 23 de enero, coincidiendo con la finalización de nuestra unilateral tregua de quince días.

Las conversaciones se rompieron finalmente el 4 de abril de 1989 por una fuerte discrepancia entre el Gobierno y ETA a cuenta de un comunicado de la banda terrorista donde anunciaba que ampliaba su alto el fuego. En ese comunicado, los terroristas exigían nuevas condiciones para continuar con la negociación que el Ejecutivo de González, al parecer, encontró inasumibles. Los etarras reclamaban la incorporación a la mesa de diálogo de otros tres terroristas que estaban encarcelados en Francia: dos de ellos tenían una condena firme y el tercero, Josu Ternera, estaba pendiente de juicio.

El prólogo de ese mismo comunicado, además, sentó especialmente mal al Gobierno, pues la banda terrorista afirmaba que había constatado una «mayor flexibilidad» por parte del Ejecutivo a la hora de no descartar la reforma de la Constitución para complacer los deseos de la organización de introducir en la norma el derecho de autodeterminación.

Opinión:

De la historia siempre se aprende. Siempre. Pero hay que contar la historia completa y ahora esperaré a que nos expliquen las conversaciones de Ibeas de Juarros (Burgos) de diciembre de 1999… poco tiempo después del asesinato de, entre otras víctimas, Miguel Ángel Blanco.

Y pocos días antes de aquella portada el Diario de Sevilla en la que el Ministro de Interior decía “estaría dispuesto a sentarme con ETA” al terminar la tregua con el asesinato del militar Pedro Antonio Blanco en Madrid.

La historia, es lo que tiene.

Y ya puestos, leyendo las declaraciones de Mari Mar Blanco de ayer mismo, recordar que durante el tiempo (1996-2004) en el que fue Presidente del Gobierno José María Aznar fueron acercados 426 terroristas…

Por favor ¿cuándo dejarán de hacer política con algo tan grave como el terrorismo? ¿Cuándo entenderán que debería ser tratado como un “asunto de Estado”?

 

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