viernes, 11 de octubre de 2013

11 octubre 2013 (2) El Periodico de Extremadura (opinion)

11 octubre 2013

Exposición de la asociación de Víctimas del Terrorismo en Pintores 10
"No se puede olvidar a las víctimas"
Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT y que perdió a una hija de 25 años en los trenes del 11-M, reivindica la memoria de los asesinados y el cumplimiento íntegro de las penas

Angeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, nunca olvidará el 11-M. Su hija, con 25 años, murió en uno de los trenes que se dirigía a la estación de Atocha, el de la calle Téllez, cuando iba a trabajar. Desde entonces, no ha parado de luchar por la dignidad y la memoria de las víctimas del terror. Su desgarrador testimonio sirvió ayer para recordar, en la apertura de una exposición sobre los 30 años de historia de este colectivo en la sala Pintores 10 de la diputación, que la lucha no ha terminado. "Pedimos justicia y que no se olvide a las víctimas", reivindicó esta mujer con el recuerdo vivo de la tragedia que supuso perder a "una hija que tenía la vida por delante".
Desde entonces, asegura que "quedó muerta en vida", pero "aprendió a vivir con ese dolor, con otra vida y mirando al frente". Dos años en la vicepresidencia y cuatro como presidenta refrendan su compromiso con esta labor en la que, afirma, "se reciben varapalos de algunos jueces y políticos, pero en la que vale más el agradecimiento de un familiar".

La situación actual

Partidaria del cumplimiento íntegro de las penas, Pedraza tomó ejemplo de su hija --"era una peleona", dice-- para dar un paso al frente y defender cada día la dignidad de las víctimas. "Ahora está faltando que los políticos trabajen por su memoria. Están a olvidar y a pasar página porque piensan que no se puede vivir siempre en el dolor. Es fácil decirlo a quien no le han arrebatado a nadie, pero un madre no va a permitir eso", subraya con la fortaleza de quien sabe que también hay muchas familias que sufren como ella.
Ortega Lara, Miguel Angel Blanco, Manuel Zamarreño o José Luis Caso, víctimas del terrorismo etarra, recuerdan esa dolor en los paneles que se exhiben en la exposición, que recoge una selección de portadas de la revista de la AVT en las tres últimas décadas con muestras del horror grabadas para siempre. De esa memoria necesaria habló ayer el presidente de la diputación, Laureano León, para, dijo, "que no se olvide y apoye una causa noble y justa", elogiando la labor de la asociación desde sus comienzos. Una tarea que Pedraza prometió realizar para no olvidar nunca a su hija.

Opinión:

Desde la lógica que me da el ser también víctima del terrorismo, jamás opinaré sobre el dolor de alguien a quien han asesinado a un familiar dado que mi caso es el de una víctima herida, grave, con invalidez… pero sin víctimas mortales en la familia. Eso sí, 26 años, y los que quedan, de contacto permanente con otras víctimas trabajando por y para ellas en materia de asistencia integral que nadie mas puede poner sobre la mesa en toda España. Na-die.
Por la misma razón, me ofende que opinen sobre el dolor aquellas personas que jamás han pisado un cementerio, un hospital, ni han pasado una visita médica (salvo para “hacerse la víctima” sin serlo).
Pero también me gusta que la gente viva informada y por ello no estoy en absoluto de acuerdo con esas víctimas que DESinforman. No es de recibo que alguien diga que reivindica o exige el cumplimiento integro de las penas cuando justamente eso se está haciendo constantemente.
El problema no es el cumplimiento, porque se cumple. El problema es la legislación que marca tal cumplimiento. Y es muestra de un absoluto DESconocimiento exigir que se haga lo que se lleva haciendo desde muchos años atrás. Para eso basta conocer los Códigos Penales de 1973 y de 1995 y las fechas en las que cada atentado fue perpetrado. Podremos coincidir en que las leyes no son lo éticas que podríamos desear o lo morales que deberían ser… pero no podemos sugerir que “las leyes no sean legales”, porque son las que son… y unas pocas víctimas fuimos las que conseguimos cambiar el Código Penal de la dictadura por el de 1995, entre otras cosas porque, aunque parezca mentira, el de la época dictatorial era más beneficioso para los delincuentes que el promulgado en 1995, con la democracia ya consolidada.
Y desconozco las razones que mueven a ciertas víctimas a no dar a conocer esa información, que puede ser dolorosa pero no debe ser motivo de engaño para nadie. Y si llevamos años diciendo que vivimos en un estado de Derecho, hay que ser consecuente con esa frase.
Y hablando de los 30 años de historia de las víctimas del terrorismo, no estaría de más que alguien se preguntara sobre presidentes que solicitan la baja mientras a otras víctimas no se les permite, ciudadan@s que presiden asociaciones sin ser víctimas, cómo se aparta a las parejas de hecho para que no reciban las indemnizaciones, la creación de asociaciones paralelas para recibir recursos económicos, la apropiación del dolor ajeno para beneficio personal y conseguir incapacidades, las diferentes categorías creadas en el mundo de las víctimas, la utilización partidista de ciertos sectores…

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