04 agosto 2014
Iñaki
Recarte, ex terrorista de ETA arrepentido
'Otegi no es
ni mucho menos un 'hombre de paz', es un cobarde'
'¿Arrepentido?
No me arrepentiré lo suficiente el resto de mi vida'
'Muchos
presos también lo sienten como yo, pero tienen miedo'
'Los
culpables son ellos [Sortu]. Lo han fomentado y ahora quieren sacar rédito'
'Las víctimas
tienen todo el derecho a saber cómo mataron a su marido'
A Iñaki Recarte Ibarra (Irún, Guipúzcoa, 1971) sus
jefes en ETA le decían: "Matad todo lo que podáis". Con 20 años
ya estaba en la cárcel, condenado a 203 años por asesinar a tres personas y
herir a otra veintena con un coche bomba que colocó en 1992 en Santander. En
noviembre, con 42 años, salió de prisión por la sentencia europea sobre la
doctrina Parot. Pero no acudió a la exhibición de terroristas orgullosos en el
matadero de Durango.
Para entonces se había casado con una trabajadora
social de Cádiz a la que conoció entre rejas y era
uno de los rostros de la vía Nanclares, gestada en el centro
alavés con presos arrepentidos, una vía que el Gobierno de Rajoy primero avaló
y ahora mantiene estancada. Esta semana, cuando por primera vez uno de ellos,
el recluso Ibon Etxezarreta, ha homenajeado a una de sus víctimas directas,
Recarte habla con este periódico en lo alto del monte Askin, cerca del bar de
Santesteban (Navarra) que regenta. "Muchos" vecinos han entrado en
esta antigua herriko taberna que reformó de arriba abajo para darle la mano por
enfrentarse a la izquierda abertzale y repudiar sus crímenes.
Usted entra
en ETA con 18 años sin proceder de una familia nacionalista. ¿Por qué?
En mi familia de política no se hablaba. Pero a mi
padre lo detuvieron cuando yo tenía 13 o 14 años, acusado de ayudar a gente de
ETA a pasar la frontera, aunque nunca ha sido de ETA ni ha querido saber nada.
Le machacaron. Le tuvieron en Intxaurrondo 10 días y en la cárcel dos o tres
meses. Yo fui a visitarle. Salió absuelto. Pero se me encendió algo que no
entendía. Además, en los 80 en esos ambientes la gente de ETA era laureada. Con
esa edad no te das cuenta de dónde te metes hasta que estás dentro.
¿Cómo
recuerda el atentado con el que mató a tres personas?
Mis primeros años de cárcel fueron tan... (Silencio
largo, habla despacio). Te va viniendo poco el peso de la vida encima como una
apisonadora. Primero lo apartas. Luego vas encontrando a personas que te hacen
virar, hablas durante horas, por ejemplo, con el director de Nanclares, y te
vas alejando.
¿Las víctimas
eran números?
Sí. Era la época de las olimpiadas en Barcelona y,
según decían Pakito, Txelis y estos, estaban negociando con el Gobierno pero
había que presionar y matar "cuanto más mejor". Los que decían
"Matad todo lo que podáis" tendrían que hablar ahora y admitir todo
lo que hicieron, porque no eran chavales sino personas maduras que estaban
llevando a un montón de chavales a matar y a morir. Como Santi Potros, un
arrepentido que no ha tenido huevos de darle la espalda a esta gente.
¿Ha
contactado con los familiares de sus tres víctimas mortales?
Sí, sí. (Baja la voz). Con una he tenido relación y
con otra no porque no quiere. Y yo eso lo entiendo, cómo no... Su dolor tiene
que ser... inmenso. (Silencio). Si algún día los de ETA tienen la valentía de
escuchar a las víctimas, como nosotros, se les va a derrumbar todo.
Un informe
dice que los integrantes de la vía Nanclares podrían aclarar más de 80
asesinatos. ¿No debería ser así?
Tú estabas en ETA y no sabías quiénes eran los demás
ni qué hacían. Nos conocíamos en la cárcel.
Pero al menos
los dirigentes de comandos sí deben tener datos.
Sí, claro. Y esos deberían hablar, porque una
víctima tiene todo el derecho del mundo a saber cómo mataron a su marido o a su
padre. Como las víctimas del franquismo: ¿cómo no van a tener todo el derecho a
saber cómo fue? Vivir toda la vida con eso imagino que es muy duro. Y estoy
convencido de que la Policía
también sabe mucho.
Algunos como
usted han reconocido la ilegitimidad del terrorismo. Pero se les acusa de no
colaborar con las autoridades.
Hemos colaborado mucho para que esto termine, y
muchos más presos iban a dar el paso. La vía Nanclares empezó con los cuatro
que queríamos salir de ahí. Iba a ser una cosa pequeña, luego entró más gente.
Pero todo se estancó y no permitió que la presa se cayera.
¿ETA lo
interrumpe con su comunicado de "cese definitivo"?
Claro, claro.
¿Cree que hay
más presos que se arrepienten aunque no lo digan?
Muchísimos, algunos muy significativos. Yo he estado
en las cárceles: sé lo que dicen y piensan. Pero viven en una postal de hace 20
o 30 años y tienen miedo. Se creen que cuando salgan van a tener tal rechazo
que no van a poder vivir. Si yo salgo de ahí [del mundo de ETA], que es donde he
vivido toda la vida... ¿qué hago, de qué vivo? Luego se darán cuenta de que los
que piensan como ellos son cuatro. Ves a Kubati, en el acto de Durango, dando
lecciones. Si defiendo lo contrario que tú, ¿me vas a matar? Eso es lo que ha
hecho ETA. Pero ya no tienen detrás al de la pistola. Hay que decirles que eso
no puede ser así, que tienen que hacer una reflexión interna y admitir muchas
cosas. Acusar lo que quieran, pero sobre todo admitir. Y, aparte, ¿qué tiene
que ver pedir perdón a una persona a la que has hecho mal con que luego
defiendas en política lo que quieras, sin odio?
¿Por qué
Sortu no lo hace?
Les pasan el marrón a los presos. Desde su punto de
vista, han salido de una guerra y quieren sacar el máximo rédito. Son todo
personas con pretensiones políticas y personales. Hoy he visto una sentencia...
La de las
herriko tabernas.
Sí, y protestan. Si toda la vida han estado dando
cobijo ahí (Sonríe, con incredulidad), ¡si es que lo han celebrado, lo han
fomentado, no han hecho nada para evitarlo!
Sortu
pretende desligarse de quienes cogieron las pistolas...
Sí, pero los verdaderos culpables son ellos. Cuánta
gente hay como yo, que con 18 años se ha metido en esta mierda sin saber nada y
ha arruinado su vida y la de otros.
¿Qué les da
el EPPK?
Lo tienen todo montado, pero en el fondo no te dan
nada: dinero te dan poco y mira qué abogados te dan, están en la cárcel. Ellos
sin ti no son nada. Algún día mucha gente de ahí hablará, cuando se vaya
perdiendo el miedo y haya más gente que dé la cara como Ibon Etxezarreta...
Pero no es fácil. Por eso la vía Nanclares no debe estancarse. No es dar más
manga ancha, sino trabajar en la reflexión personal de cada uno.
Rajoy les ha
ofrecido una puerta, un plan de reinserción similar.
Sí, pero ¿dónde está esa puerta? Porque si no fuera
por el director de Nanclares y algunos más, esto estaría muerto. Hay que
hacerlo bien: persona a persona, de forma sincera. Y esos grupos como Lokarri y
los que echaron a Txema Urkijo [se refiere a Jonan Fernández, secretario para la Paz del Gobierno vasco y
fundador de Elkarri] son parafernalia. ¿Qué han hecho efectivo en estos años?
¡Nada! La gente que hemos salido de ETA lo hemos hecho por convicción propia,
porque les hemos hecho frente a ellos y a muchos más.
Tiene dos
hijos. ¿Teme que un día decidan que merece la pena matar y morir por una causa
como ésa?
No, qué va. Esto está acabado. Y, además, no es
ninguna causa. ETA se ha convertido en una manera de vivir. La mafia italiana
les envidiaría porque lo han hecho estupendamente para vivir como Dios. Al
final, es entrada de dinero y quitar de en medio al que me molesta. Y luego
jugar a la política, pero sin ir a ningún lado, porque seguimos como antes:
como la mayoría de la gente quiere, porque la mayoría vive fuera de ahí. Tienen
menos amigos de lo que piensan. Pero la gente aún tiene miedo a decir las cosas
como son. Además, los que están metidos en eso, cada vez menos, aglutinan a la
pequeña delincuencia. El que quiere pillar algo sabe que tiene que ir a la
herriko.
¿Le molesta
la etiqueta de arrepentido -la izquierda abertzale lo utiliza de forma
despectiva-?
¡Qué va! Cuando alguna vez me lo han dicho por aquí,
he respondido: "¿Arrepentido? Y no sabes cuánto". No me arrepentiré
lo suficiente el resto de mi vida.
¿Cree que Sortu
se arrepentirá alguna vez públicamente?
No. Para mí son cobardes, viven obsesionados con su
itinerario político y no se dan cuenta de que el ser humano está por encima de
todo.
¿Arnaldo
Otegi tampoco?
Arnaldo Otegi me parece un hombre muy cobarde. Habiendo
tenido en su mano darle carpetazo a esto y decir las cosas cuando tenía voz,
siempre se calló. Igual porque quiere, cuidado. Pero no es un "hombre de
paz" ni mucho menos. Es muy bonito estar cenando con Eguiguren, hablar de
tu Euskal Herria que no es tuya, cuando en el fondo estás ahí para ver si los
cuatro de las pistolas paran de una vez. Todo lo hace en plan de nación, hacer
esto, lo otro... Pero para hacerlo primero tiene que conseguir los votos, que
no son suyos; y si lo hace, empezar su camino. No han pisado cárcel hasta muy
tarde, y entonces más que a apagar el fuego se dedican a demostrar que no
claudican.
Da vértigo
pasar de héroe a...
A villano. Incluso gente de tu familia te deja de
hablar. Pero... arrieros somos. Estos que han tenido tanto poder en las calles
son unos fascistas, como llaman ellos a los demás. O piensas y haces lo que
ellos dicen o eres el enemigo. La gente no dice nada porque les tenían miedo.
No sólo a que te maten, sino a que te increpen. Así que de política no hay que
hablar; calla, calla, calla. Pues no.
¿Ese miedo
sigue existiendo?
Hace poco, en unas fiestas, un conocido dijo después
de unas copas: "Yo me siento español, ¿y qué pasa?". Que alguien
tenga que armarse de valor para decir eso es porque le has estado jodiendo
durante mucho tiempo. Si se siente español, ¿por qué no va a poder decirlo? La
mayoría ni piensa en eso. Aquí hay de todo, mil maneras de ver el mundo. Como
en España, que conozco un poco por las cárceles. Y toda es gente de puta madre.
Opinión:
La entrevista esclarece contundentemente muchas de
las reflexiones que algunas víctimas hemos presentado durante mucho tiempo,
especialmente aquellas que ya hemos participado en los encuentros de la llamada
“Via nanclares” (y me refiero a víctimas reales, no las que se inventan
secuelas que también existen).
Pero leyendo la entrevista me surge una pregunta que,
al parecer, no ha pensado el periodista: ¿por qué explicar esto ahora y no
antes del comunicado de ETA de octubre de 2011? Si ahora tiene una fuerza moral
indudable, habría tenido mucha mas de haberlo hecho entonces... aunque dicho
esto, todo lo que sea legal para que nadie mas sufra lo que (de verdad) ya
hemos sufrido otros, bienvenido sea...
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