viernes, 27 de agosto de 2021

27 agosto 2021 (3) Deia

27 agosto 2021

 


El rechazo de Podemos a los ‘ongietorris’ agrava la soledad de la izquierda abertzale Garrido zanja que “Sortu se equivoca”. El PP presiona a Sánchez y pide que Marlaska comparezca en el Congreso 

La izquierda abertzale no va a encontrar ninguna comprensión en el resto de fuerzas políticas a la hora de defender los actos de recibimiento de los presos de ETA. Estos actos vuelven a generar debate tras las exhibiciones en plena calle en Bilbao por la salida de Agustín Almaraz. En sintonía con la posición que ya ha mostrado de manera reiterada Podemos Euskadi en el Parlamento Vasco, esta formación volvió a rechazar ayer de manera clara y sin medias tintas los ongietorris a los presos en la vía pública porque hieren a las víctimas. “Sortu se equivoca. Hay que caminar en la dirección contraria y dejar de hacer piruetas para sostener algo que es insostenible”, zanjó su coordinadora, Pilar Garrido, en Onda Vasca. La izquierda abertzale no se ha encontrado un mensaje más amigable en Podemos aunque sea el partido vasco con quien mantiene mayores vías de acuerdo y colaboración a nivel local en varios ayuntamientos, o incluso a nivel estatal, donde el exvicepresidente Pablo Iglesias fue el principal valedor de Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, como interlocutor en Madrid. Este pronunciamiento añade presión social a la izquierda abertzale.

Podemos se expresó de esta manera un día después de que Sortu justificara estos actos y viera un intento de imponer “un único relato de vencedores y vencidos”. EH Bildu también trató de quitar hierro a la controversia, aunque con menos dureza, por boca de Bakartxo Ruiz. Diferenció entre meros recibimientos y actos de enaltecimiento con mensajes explícitos de odio, una segunda opción que tampoco apoyaría y que cree que no es el caso. EH Bildu ha evitado un rechazo sin paños calientes a estos actos. La coalición incluye a partidos con una trayectoria inequívoca en contra de cualquier violencia como EA, de quien ya se conoce su desmarque de cualquier mensaje que trate de justificar los homenajes, aunque Iker Ruiz de Egino también diferencia entre ongietorris y homenajes. EH Bildu ha argumentado todo este tiempo que no hay enaltecimiento del terrorismo, sino simplemente una muestra de alegría de los familiares y amigos al recuperar a un allegado tras años de cárcel, pero el problema para el resto de partidos radica en que estas exhibiciones, si se hacen en la vía pública y con un pasillo a los presos, hieren a las víctimas. El Foro Social recomendó que se trasladen a un ámbito privado.

Ya en octubre de 2019, cuando este asunto se llevó al Parlamento Vasco, PNV, PSE, Elkarrekin Podemos y el PP rechazaron desde un punto de vista ético los ongietorris porque la ostentación en público daña la convivencia. EH Bildu votó en contra. El Gobierno vasco sitúa el debate en el terreno de la exigencia ética y no del delito porque la jurisprudencia es clara y no hay infracción si no se produce un llamamiento explícito a ejercer la violencia.

Pilar Garrido insistió en Onda Vasca en que una cosa es recibir a un preso, y otra distinta es ocupar el espacio público. La coordinadora de Podemos Euskadi opinó que estas manifestaciones “sí hacen daño a las víctimas”. “Decir otra cosa no es verdad, porque así se siente”, zanjó. A su juicio, “una cosa es recibir al familiar, al amigo que ha estado en la cárcel y poder abrazarlo, y otra cosa es ocupar el espacio público y homenajear o poner en valor el pasado terrorista de una persona. Eso no se puede consentir”, sentenció. Por esa razón, opinó que Sortu se equivoca.

Marcaje en el estado

Este debate tiene una segunda derivada. La derecha pone la lupa en cualquier tropiezo de EH Bildu para endosarle por extensión la responsabilidad a Pedro Sánchez y asegurar que el presidente español se sirve de sus votos para sacar adelante algunas iniciativas, con la intención de desgastarlo. De hecho, al margen de la crítica del PP de la CAV, que volvió a repetirse ayer, la polémica ha dado el salto a los portavoces de los partidos a nivel estatal. El PP ha registrado una petición de comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que explique su posición en el Congreso y tome medidas. También quiere que impida la marcha de Sare en Arrasate, que el PP se empeña en identificar como un homenaje a Parot aunque sus promotores aclaran que su propósito es criticar la legislación excepcional.

Tampoco es un debate que beneficie a EH Bildu, que lleva meses tratando de normalizar su interlocución con los socialistas y ha mantenido encuentros con sus portavoces y con ministros. Pero estos discursos suponen una losa para el PSOE y frenan el avance de la izquierda abertzale, que no consigue homologar su discurso en materia de convivencia. Otro flanco que tiene abierto es reconocer que la violencia de ETA fue injusta, como piden otros partidos.

El delegado del Gobierno español en suelo vasco, Denis Itxaso, negó en la cadena Ser que se busque “imponer ningún relato” a Sortu, sino que únicamente se pide “un poco de empatía” con las víctimas y que “no se idealice” a quienes cometieron asesinatos. Dejó ver que no hay herramientas legales para prohibir estos actos y situó el foco “en la presión social”.

El presidente del PP de la CAV, Carlos Iturgaiz, culpó a Sánchez de que Otegi campe “a sus anchas, intentando tumbar nuestra democracia, ensalzando a los verdugos en homenajes humillantes para las víctimas”. “Sánchez ha llegado a Moncloa blanqueando a Bildu y convirtiendo a quienes justifican a ETA en socios preferenciales”, dijo Iturgaiz en Twitter.

Críticas

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, apoyó al exdiputado socialista Eduardo Madina en su “rechazo a los asesinos”, manifestado también en Twitter. El vicesecretario general de C’s, Edmundo Bal, tildó de “nefastas” e “inaceptables” las palabras de Bildu.

 

 

27 agosto 2021 (2) Diario Vasco

27 agosto 2021 

 


Covite dice que «nadie prohíbe los abrazos, sino el show indecente en calles donde asesinaron»

Recuerda a Sortu que desde la vía Nanclares «siempre ha habido y sigue habiendo presos de ETA en cárceles vascas. Solo tienen que arrepentirse»

Los damnificados por la violencia de ETA también expresaron su «indignación» por las palabras de Sortu. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, respondió a la formación integrada en EH Bildu que su comunicado «está lleno de cinismo». «Nadie os prohíbe abrazaros. Eso no es un ‘ongi etorri’». En palabras de Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite, «lo que es indecente es el show que organizáis en las mismas calles en las que mataron a nuestros seres queridos. ¡Nosotros sí que no les podemos abrazar!». Le recordó, además, que en vez de ayudar a los reclusos «levantando la prohibición del arrepentimiento», prefieren «mercadear con ellos desde sus sofás».

Citó que, desde la vía Nanclares, «siempre ha habido y sigue habiendo presos de ETA en cárceles vascas. Solo tienen que arrepentirse». Covite le dijo a Sortu que «son vuestros ‘apestados’ porque se han rebelado contra vuestras prohibiciones y consignas»

A la calificación de los colectivos de víctimas como asociaciones «ultra», contestó que «los únicos ultras son los que aplauden los ‘ongi etorris’ y tratan como héroes a quienes únicamente merecen el rechazo social. Ultra es apoyar el asesinato de nuestros familiares. Últimamente debemos ser todos ultras menos vosotros...».

A la formación que lidera Arkaitz Rodríguez le precisó que «los terroristas no están en la cárcel por motivos políticos, sino por matar o por ayudar a matar». «Aitor Fresnedo y Agustín Almaraz participaron en los asesinatos de Rafael Leiva y Domingo Durán. ¿Qué motivos políticos son esos?», preguntó.

 

27 agosto 2021 ABC (opinión)

27 agosto 2021 


 

La matanza sin culpables de El Descanso: el misterio del primer atentado islámico de la historia de España

En 1985, una bomba colocada en un restaurante de la carretera de Barcelona provocó 18 muertos y 85 heridos

La madrugada del 12 de abril de 1985, una fuerte explosión arrasaba un restaurante situado cerca de la base aérea estadounidense de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Se llamaba El Descanso y se encontraba en el kilómetro 14 de la Nacional 2. Los bomberos trabajaron toda la noche en las tareas de rescate y sacaron 18 cadáveres y 82 heridos de los escombros. La primera hipótesis apuntó a un escape de gas, pero una llamada anónima a una agencia de noticias de Beirut puso a las autoridades en alerta: «Reclamamos la responsabilidad de la operación, que ha sido efectuada por el grupo de la mártir Abu Zeinab».

Se acababa de producir el considerado primer atentado yihadista de la historia de España y en aquel momento, el segundo con más víctimas. Por delante solo estaba la bomba que martó a 28 personas en la boda de Alfonso XII en 1906. En 1987 le superó la masacre de Hipercor de Barcelona perpetrada por ETA y, en 2004, el 11-M de Atocha, pero este es el único cuyos responsables no han sido capturados y juzgados todavía. «Somos los grandes olvidados», han denunciado las víctimas en más de una ocasión.

 Segun los testigos consultados por ABC, poco antes de la explosión un joven entró en el establecimiento y fingió estar esperando una mesa. Al cabo de unos minutos le vieron entrar en el servicio con una mochila. Suponían en ese momento que en su interior llevaría una bomba. Allí la habría activado para dejarla, después, debajo de la barra. «Sentí una pequeña vibración y no le di importancia, aunque inmediatamente después hubo un fogonazo. Las puertas de los servicios salieron volando por los aires hacia mí. Una lluvia de cascotes y vigas se desplomó desde el techo», recordaba uno de los camareros.

Al principio recibieron llamadas en nombre de ETA reivindicando su autoría, pero enseguida fueron descartadas ante la posibilidad de que hubiera sido el Grapo o algún grupo contrario a la entrada de España en la OTAN. Se barajaron muchas hipótesis en lo que respecta a la autoría, al móvil y al tipo de explosivo utilizado –cloratita, pentrita o trinitrotolueno–, pero ninguna certeza. Tan solo la llamada anónima. «Este es el comienzo de nuestras acciones fuera del Líbano, hasta que el último soldado israelí haya abandonado ese territorio. Esta matanza que hemos llevado a cabo es una represalia por las realizadas en la zona de Bir Al-Abed», advirtió.

Durante un tiempo continuaron las especulaciones sobre los culpables. Desde un grupo anti-OTAN conocido como Células Comunistas Combatientes hasta el Frente Popular de Liberación de Palestina. También se apuntó a la participación del traficante de armas sirio Monzer Al Kassar. Al cerrarse el caso por falta de pruebas, un testigo protegido identificó por la prensa al español de origen sirio Mustafá Setmarian Nasar como autor, que continúa siendo hoy el principal sospechoso. En los 90 se realizaron nuevos interrogatorios, pero lo único que hacían los investigadores era dar palos de ciego.

«Cuando me enteró de otros atentados, la cabeza parece que me va a estallar y paso dos semanas muy fastidiado», reconocía en 2005 otro antiguo camarero de El Descanso. Ese mismo año, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ordenó reabrir la causa mientras se buscaba a Setmarian. Baltasar Garzón ya había dictado una orden internacional de busca y captura contra él, por su presunta implicación, también, en los atentados del 11-S y del 11-M, pero sigue en paradero desconocido.

Opinión:

Vaya desde aquí un afectuoso abrazo a todas las víctimas del atentado contra el Restaurante El descanso a las que conozco desde mi etapa como delegado en la ANTIGUA AVT. Y dicho esto, decir que no entiendo a qué viene la mención a lo ocurrido en la boda de Alfonso XII en 1906, cuando la legislación reconoce como atentado terrorista aquellas acciones perpetradas a partir de 1960...

 

26 agosto 2021 (3) Diario de Navarra

26 agosto 2021



Tudela inaugurará el monumento a las víctimas del terrorismo el sábado 4

Ayer fue instalado con una grúa en el paseo del Queiles bajo la supervisión de su propio autor, el escultor cirbonero Bóregan

El Ayuntamiento de Tudela ya ha colocado el monumento en recuerdo a las víctimas del terrorismo en el paseo del Queiles de la ciudad, en concreto en la zona verde ubicada en la trasera del Hotel AC.

Lo hicieron ayer operarios de la brigada municipal de obras, ayudados por una grúa de grandes dimensiones, y con la presencia del propio autor de la escultura, el cirbonero Bóregan, que, además, estuvo dándole los últimos retoques.

La previsión es que la inauguración oficial tenga lugar el sábado 4 de septiembre, aunque todavía no se ha anunciado el programa de actos.

Este monumento fue encargado por el Ayuntamiento a principios del año pasado, aunque en la anterior legislatura ya se aprobó una declaración institucional con el mismo objetivo.

De hecho, la corporación municipal anterior llegó a aprobar su encargo y colocación -entonces no se concretó el lugar-, aunque, finalmente, no se llevó a cabo.

 

26 agosto 2021 (2) Diario Vasco

26 agosto 2021  

 


El muro jurídico al que se enfrentan las víctimas para prohibir los recibimientos

La Justicia no ha sido favorable a la anulación de este tipo de actos al enmarcarlos dentro de la libertad de expresión y el derecho de reunión

Los colectivos de víctimas reclaman que se acabe con los ‘ongi etorris’ por ser «humillantes». Pero la Justicia no es favorable a sus pretensiones, ya que los enmarca dentro de la libertad de expresión y el derecho de reunión.

¿Qué delitos puede entrañar un ‘ongi etorri’?

En primer lugar, el de enaltecimiento del terrorismo. Pero para ello es preciso que haya una intención específica de enaltecer la figura del terrorista como tal y que haya un llamamiento directo o indirecto a la violencia o una defensa de la violencia, el odio o la intolerancia. Desde la disolución de ETA en 2018, los jueces rechazan esta tesis. En segundo lugar se encuentra el delito de humillación a las víctimas del terrorismo.

Este delito está contemplado en tres leyes: la ley vasca de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo, en su artículo 4; la ley estatal de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, en su artículo 61; y el Código Penal, en su artículo 578. ¿Qué dicen estas leyes? Las dos primeras instan a «los poderes públicos» y «al Estado» a adoptar las medidas necesarias para «prevenir y evitar la realización de actos efectuados en público que entrañen descré- dito, menosprecio o humillación de las víctimas o sus familiares».

En términos muy parecidos se expresa el Código Penal, que prevé pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a dieciocho meses por la comisión de estos delitos.

¿Cuál es el problema?

El principal escollo es que no existe una doctrina unánime. Si bien este tipo de delito está más definido en ámbitos como las letras de canciones, no es así en convocatorias como los ‘ongi etorris’. En la última década, la evolución de la jurisprudencia ha sido hacia una mayor permisividad. Los jueces tienden a enmarcar estos actos dentro de la libertad de expresión y el derecho de reunión.

¿Se pueden prohibir de antemano? Es difícil que se prohíba alegando un delito de humillación a las víctimas antes de que éste tenga lugar.

 

 

 

 

 

 

26 agosto 2021 La Vanguardia

26 agosto 2021

 


La Lámpara de Horacio

Acertaba González Ledesma en la entradilla de la entrevista. “Por modestia y por exceso de trabajo, Horacio nunca ha querido ser un personaje público”. Era mayo de 1987, a Horacio Sáenz Guerrero le habían concedido el Mariano de Cavia, pero la trayectoria de uno de los periodistas clave de la España del siglo XX seguía siendo más bien desconocida. Quizá porque no había querido hacerse un nombre como articulista. Su objetivo había sido que cada día el periódico al que dedicó su vida fuera lo mejor posible. “Citaba a medianoche a las visitas menores en su despacho, donde ofrecía una imborrable lección de periodismo de calidad”, explica Joaquín Luna en sus memorias, “en penumbra, y con una lámpara de mesa por toda iluminación, el director del rotativo leía, repasaba y corregía todas las páginas del diario antes de que entrara a imprenta”. En ocasiones, a las tantas, se abrazaba con otro periodista, orgulloso de los ejemplares que empezaban a distribuirse con una exclusiva. “A veces, ­ante las rotativas, ante la realidad del trabajo bien hecho, se me humedecían los ojos”.

En pocas semanas se cumplirán 100 años de su nacimiento en Logroño. Era hijo de periodista y entró a trabajar en La Vanguardia en la primera posguerra, atendiendo una sugerencia de su amigo Jaime Arias. Desde el primer día hizo de todo. Desde crítica de cine o crónicas de conferencias hasta estilizar los editoriales impuestos, como impuesto era el ­director de entonces.

El 4 de julio de 1954, en la sección de Local, se informaba del viaje que realizaría a EE.UU. El objetivo era estudiar “la vida periodística y literaria norteamericana”. La estancia debía durar tres meses, pero se alargó tres más e incluso le ofrecieron trabajo en ­Time-Life . Ya en Barcelona gestionó el acuerdo para reproducir en estas páginas artículos de The New York Times . Du­rante la primavera de 1959 volvió, volvió a mandar crónicas y al regresar no tardó en ejercer altas responsabilidades por ­delegación del director. Y a finales de la década, aprovechando un vacío de poder en el Ministerio de Información, Carlos Godó lo nombró director.

No es obvio calibrar qué hizo para virar el rumbo del periódico porque mientras fue director no publicó con su nombre. Fue un trabajo sostenido en aquel despacho iluminado por esa solitaria lampara de mesa, corrigiendo páginas a última hora y escribiendo una carta tras otra; un trabajo que los profesores Nogué y Barrera visibilizaron en su estudio ‘La Vanguardia’. Del franquismo a la democracia . Sáenz Guerrero, que tenía la confianza de la propiedad y la redacción, estaba creando una red de colaboradores que sincronizaban la cabecera con el espíritu del tiempo. Así, sin otorgarse protagonismo, posibilitó que el periódico volviera a ser espejo de una sociedad que veía la democracia cada vez más cerca y con esperanza. Dicho con unas palabras paralelas, dichas por él mismo a Baltasar Porcel, “todo gran periódico vive dos existencias: la que su historial le confiere y la que pueda imprimirle la persona encargada de conducirlo. Cuando ambas existencias coinciden, el periódico es fiel a sí mismo y a sus destinatarios”.

Llevaba pocas semanas colaborando en La Vanguardia cuando Jaime Arias me recibió en su despacho. Con el tiempo, dialogando con grandes profesionales –Màrius Carol y Jordi Juan, Enric Juliana y Sergio Vila-Sanjuán, tanta gente de la redacción, tantos amigos–, el significado de aquella primera conversación me ha ido creciendo en la conciencia como la semilla de un manzano.

Para comprender la realidad no me iban a servir tó­picos ni relatos de parte. La mirada no podía ser ma­niquea si quería ser justa, porque la realidad nunca es unívoca. La mirada liberal sobre el presente –la de Gaziel– la rehabilitaron en su madurez maestros como Jaime Arias o Santiago Nadal –a quien dediqué mi primera columna–. Así lograron que en la compleja transición, como señaló Javier Godó al fallecer Sáenz Guerrero, estas páginas asumieran “su múltiple papel como testigo, intérprete, impulsor y mode­rador del cambio social y político”. Nuestro pasado reciente tampoco ha sido sencillo. Di­gamos que, con mayor o peor fortuna, ­hemos pretendido ser fieles a ese legado y a esa mirada. Y a veces como hoy, cuando intentas ser intérprete de tu país, al llegar al final del artículo, se te humedecen los ojos. Ya me perdonarán. No es fácil irse de casa.

Opinión:

Quiero recordar una vivencia del año 1991, cuando en enero se presentó en Catalunya la delegación de la ANTIGUA Asociación Víctimas del Terrorismo. En aquel acto, del cual hay cumplida información en las primeras noticias de los inicios de este blog, estuvo presente el señor Horacio Sáenz para aportar su experiencia y su voluntariedad como “padrino” de la delegación.

Durante mucho tiempo fue un honor poder contar con sus conocimientos y sus consejos. Cada ocasión en la que le solicité ayuda o consejo estuvo siempre dispuesto.

Me ha gustado ver que, tantos años después, se le recuerda con aprecio.

 

25 agosto 2021 (21.08.21) (2) elindependiente.com (opinión)

25 agosto 2021 (21.08.21)

 


Los arrepentidos de ETA, sin homenaje ni bienvenida de la izquierda abertzale

Para ellos no hubo homenajes. Tampoco ‘aurreskus’, ni pancartas, ni aplausos, ni abrazos, ni ‘bertsos’ para reconocer su trayectoria. Son los ‘apestados’ de ETA a los que nadie homenajeó a su salida de prisión. Algunos llegaron a convertirse en jefes de la organización terrorista, otros en nombres emblemáticos del terror por su currículum criminal o en ejemplo a seguir para nuevos militantes de la banda. Pero cometieron un error; se arrepintieron. La mayoría lo hicieron en prisión, los menos, dentro de ETA y alejándose de ella. A todos ellos la banda los expulsó y la izquierda abertzale los ignoró cuando recuperaron su libertad.

Nada que ver con la bienvenida brindada el pasado domingo a los dos chivatos de ETA, Iñaki Igerategi e Ignacio Otaño –condenados por facilitar información para asesinar a Joseba Pagazaurtundua, entre otros delitos- recibidos por cientos de simpatizantes con flores, banderas y bailes de bienvenida en Andoain. Un homenaje que ha suscitado un gran revuelo en Euskadi y que ha agitado el escenario político después de que una delegación del PP vasco contraprogramará el acto en el que se honró a Igerategi y Otaño para denunciarlo y reivindicar la figura de las víctimas de ETA.

El PP vasco presentó una iniciativa en el Parlamento Vasco, que será debatida en Pleno este jueves para que la Cámara muestre su rechazo a los actos de homenaje a etarras y para que se refuercen los dispositivos legales y policiales para impedir este tipo de actos de reconocimiento a los miembros de ETA. El resto de partidos ultiman sus textos alternativos que, si bien en todos los casos excepto en el de EH Bildu, mostrarán su rechazo a los homenajes a presos de ETA, lo harán son sustanciales matices. Mientras el PNV y PSE trabajan en una enmienda que no cita a ETA ni los homenajes a etarras y apela a la necesidad de construir una memoria y a “deslegitimar el terrorismo”, Bildu llama a defender la “libertad de expresión” y a erradicar los delitos de “enaltecimiento y apología”. Sólo Podemos hace referencia de modo explícito a los homenajes a ex presos de ETA ante lo que insta a la Cámara vasca a mostrar su rechazo.

¿Homenaje o bienvenida?

La izquierda abertzale ha insistido esta semana en que los recibimientos que se vienen brindados a los presos de ETA que salen en libertad no son “homenajes” sino actos de “bienvenida” a personas que acumulan años de privación de libertad y que regresan a sus localidades de origen para reinsertarse en la sociedad. Por ello, cuestionan que se pueda hablar de reconocimiento a su trayectoria dentro de ETA e insisten en que en realidad son muestras de alegría por el regreso a casa.

En los últimos años los movimientos de apoyo a presos que promueven este tipo de actos, como ‘Etxerat’ o ‘Kalera Kalera’, han ido modificando el procedimiento para celebrar este tipo de actos. Si hasta hace unos años se llevaban a cabo en la mayoría de los casos dentro de las Herriko Tabernas o en actos internos, desde hace un tiempo se ha intensificado los actos celebrados en plena calle y divulgados a través de las redes sociales. Actos que suelen contar con los permisos pertinentes, en muchos casos solicitados para la celebración de eventos en apoyo a la amnistía o en contra de la dispersión de etarras pero que finalmente se convierten en bienvenidas a etarras. En ellos, es frecuente que se les reciba haciendo pasillos, con aplausos y vítores, antorchas, además de bailes y versos de recibimiento. También figura habitualmente una gran pancarta con su imagen dibujada, un ‘ongi etorri’ (Bienvenido) y el lema ‘Bat gutxiago’ (uno menos). Las fotografías con rostros de presos de ETA casi han desaparecido.

Este tipo de actos han contado además con la autorización de las autoridades judiciales que en los último años han evitado su prohibición. La jurisprudencia del Supremo ha establecido que no se debe suspender un acto por la sola presunción de que en el se pueda cometer un delito de enaltecimiento del terrorismo o de humillación a las víctimas. Una posición que ha suscitado un profundo malestar entre los colectivos de víctimas del terrorismo.  Sólo el año pasado se contabilizaron medio centenar de recibimientos a presos de ETA. Desde 2010 casi 350 presos de ETA han salido en libertad en las cárceles españolas.

La actitud que desde la izquierda abertzale y todo su entorno se ha mantenido con los presos de ETA ha sido radicalmente diferente en función de la posición de los miembros de ETA que recuperaban la libertad. Así, en la mayoría de los casos de presos de ETA que se han arrepentido de su pertenencia a la banda terrorista o que han sido expulsados de la organización no se ha organizado ningún acto de bienvenida ni homenaje. Las salidas de históricos dirigentes de la banda, como Carmen Guisasola, José Luis Urrusolo Sistiaga, Idoia López de Riaño o Valentín Lasarte han sido discretas y sin aplausos por parte del entorno de la izquierda abertzale.

El elemento común de todos ellos es haberse acogido a la Vía Nanclares, impulsada por el Gobierno de Patxi López en 2009 y que permitió, previo arrepentimiento y reconocimiento del daño causado, el acercamiento a cárceles de Euskadi y poder acogerse a beneficios penitenciarios. En la lista de los ‘arrepentidos’ que no han merecido homenaje de la izquierda abertzale figura Carmen Guisasola. En libertad desde 2014, pasó 24 años en prisión. Fue entre rejas cuando tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco repudió de ETA. En estos cuatro años Guisasola se ha desmarcado de la izquierda abertzale y ha aparecido en actos públicos de apoyo a víctimas de ETA, como el que protagonizó junto a la viuda del Ertzaintza asesinado por ETA, Joseba Goikoetxea, Rosa Rodero.

Históricos de ETA expulsados y repudiados

Quien fuera su compañero sentimental, José Luis Urrusolo Sistiaga también salió de la cárcel sin que nadie le esperara para bailarle un ‘aurresku’ ni entregarle un ramo de flores. Se desmarcó de ETA en 1994, tras mostrar su rotundo rechazo al secuestro de José Antonio Ortega Lara y el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Urrusolo Sistiaga fue condenado a 449 años de prisión por 16 asesinatos y dos secuestros, de los que ha pedido perdón a las víctimas.

Valentín Lasarte es otro de los sanguinarios de ETA al que la izquierda abertzale ha ignorado. Salió en libertad en marzo de 2015, sin que se le organizara ‘bienvenidas’ en su pueblo. Condenado por asesinatos como el de Gregorio Ordóñez o Fernando Múgica, cumplió 19 años de prisión. En 2010 ETA lo expulsó de la organización por haber renegado a su pasado como miembro de ella y haberse arrepentido.

 Iñaki Rekarte no sólo no le hicieron homenaje alguno sino que le boicotearon. Tras abandonar la cárcel tras dos décadas en ella, montó un bar en el municipio de Santesteban (Navarra) que la izquierda abertzale declaró ‘non grato’. No le han perdonado que saliera en televisión narrando su proceso de arrepentimiento y repudio a ETA y el haber criticado a la dirección de ETA y a la izquierda abertzale por “empujar” a muchos jóvenes a afiliarse en ETA.

La salida de prisión de Idoia López de Riaño también fue un síntoma claro de que el entorno abertzale más radical no aprecia a los arrepentidos. Oculta en su vehículo, aceleró para iniciar su nueva vida en libertad tras 23 años en la cárcel. Condenada a casi 2.000 años de prisión por decenas de muertos, participó en atentados como el de la República Dominicana en Madrid en el que fallecieron 12 guardias civiles. Desde que recuperó la libertad en junio del año pasado no se le ha vuelto a ver en ningún acto de la izquierda abertzale ni de los presos de ETA.

La lista la completa otro nombre histórico de ETA: José Luis Álvarez Santacristina, ‘Txelis’, quien tras haber alcanzado las mayores responsabilidades dentro de la organización terrorista, ya en prisión, sufrió una profunda transformación interior. A su conversión religiosa, Santacristina sumó un compromiso por contribuir a reparar el daño causado y colaborar en favor de la reconciliación.

Opinión:

Tras algunas llamadas solicitando mi opinión sobre el tema, reitero lo que publiqué en algunas redes sociales: “pues al que me jodió la vida en Hipercor y con el que, por el bien común y la llamada “convivencia”, acepte el encuentro en Zaballa… no le recibió ni dios… y eso que es uno de los mayores asesinos en la historia de ETA que aceptó la Vía Nanclares. Las iniciales: RCS”.

En cuanto al tema de los homenajes, repetir que si quieren homenajear y “recibir” a los asesinos o colaboradores de la banda terrorista ETA, que lo hagan en su casa y sin aprovecharse de las calles en las que tanto terror sembraron.

miércoles, 25 de agosto de 2021

25 agosto 2021 EiTB (opinión) (opinión)

25 agosto 2021

 


"Respeto los sentimientos de las víctimas, pero se mezclan recibimientos con homenajes"

La parlamentaria de EH Bildu se fija el objetivo de abordar una reforma fiscal en Navarra: "El PSN se puede mover de las posiciones en las que ha estado anclada".

 

La portavoz parlamentaria de EH Bildu en Navarra, Bakartxo Ruiz, se ha referido en Radio Euskadi al acto público de recibimiento al ex preso de ETA Agustin Almaraz en el barrio bilbaíno de Santutxu.

"Los sentimientos de las víctimas son respetables y comprensibles, pero hay un interés de determinados sectores en mezclar un recibimiento con un homenaje o un supuesto enaltecimiento de la trayectoria de una persona".

Para Bakartxo Ruiz lo ocurrido en Bilbao se lee de forma incorrecta por parte de algunos sectores: "No es verdad que se trate de acentuar el dolor o humillar a las víctimas. Consideraría inaceptable que se dieran mensajes de odio o se hiciera énfasis en determinadas cuestiones, pero es que se intentan tergiversan estos actos".

La parlamentaria de EH Bildu "respeta la alegría de las personas allegadas de esta persona en particular a expresarlo".

Ruiz se ha referido a la respuesta gubernamental a la pandemia de Navarra: "La falta de previsión se ha notado en la falta de recursos, el rastreo y la primaria han estado desmantelados en verano".

Asume que parte de la ciudadanía incumple normativas, "es complicado de gestionar", reconoce, pero asume que "no se pueden disolver botellones con tanquetas", en línea con las declaraciones del consejero de Seguridad del Gobierno Vasco Josu Erkoreka en Radio Euskadi. "En este año y medio de pandemia hay cansancio y hartazgo", ha explicado, pero califica asimismo de "inaceptables" los actos vandálicos ocurridos en Donostia.  

Reprocha a la presidenta María Chivite el "seguidismo" del gobierno de Pedro Sánchez y los "complejos a los que se aferra respecto a la derecha en fiscalidad, política lingüística y grandes infraestructuras".

Expresa Ruiz la necesidad de que el PSN recorra camino ahondando en políticas de izquierdas: "hay margen para avanzar en fiscalidad si el PSN se despega de la agenda de la derecha".

Asimismo, reclama la presidenta navarra reclama que fortalezca el sistema sanitario de la Comunidad Foral para "garantizar una atención digna, teniendo en cuenta también la dispersión geográfica". A la hora de hacer frente a las consecuencias socio-económicas de la crisis sanitaria pide a la presidenta "valentía", y también que rectifique en asuntos fiscales y lingüísticos para "una transformación real".

Opinión:

Creo oportuno recordar un escrito de marzo de 2019 que debería estudiarse con mucho detenimiento antes de aportar más información. Y aunque siempre hay algunas que viven muy bien gracias al dolor ajeno, advierto que creo firmemente que a la infinita mayoría de victimas de la banda terrorista ETA no nos pueden pedir más paciencia, más dignidad y más interés en que todo este problema eterno no traiga más consecuencias y cese para siempre.

Aportación de Etxerat a la convivencia (declaración)

Los familiares de los exiliados, presos y presas vascas queremos hoy, mediante esta declaración, hacer pública nuestra sincera voluntad de aportar a la convivencia democrática en nuestro país. Compartimos la necesidad de que en el nuevo escenario se escuche, de una vez por todas, a todas y cada una de las personas que han sufrido y sufren las consecuencias de la violencia derivada del conflicto político, para aportar en la resolución del mismo y que nunca más vuelva a ocurrir.

Sabemos que muchas víctimas de ETA están dando un paso adelante, posicionándose públicamente por una nueva política penitenciaria dejando atrás la actual que, entre otras consecuencias, castiga a los familiares de las y los presos políticos vascos. Queremos agradecerles sinceramente su empatía hacia nuestro sufrimiento y que lo hayan hecho desde la generosidad, sin esperar nada a cambio. También nosotras y nosotros queremos aportar en ese reconocimiento mutuo. Lo hacemos de manera sincera, movidos por el compromiso por la paz y la convivencia.

Al igual que les ha ocurrido a todas y cada una de las víctimas de todo tipo de violencia, los familiares de las y los presos políticos vascos hemos sentido durante muchos años la indiferencia de una parte de la sociedad y sus representantes políticos. Conocemos la marginación de las políticas públicas de convivencia y seguimos siendo víctimas potenciales de la política penitenciaria de excepción. Ello nos ha llevado a autoprotegernos, a mantener silencio ante el dolor de los demás. A no ser capaces de acercarnos, ni de manifestar empatía.

Expresamos nuestras más sinceras disculpas porque, sin ser conscientes de ello, hayamos podido, con nuestra distancia, contribuir más al dolor que deben afrontar las víctimas de ETA por la pena de haber perdido a su familiar de manera violenta.

Etxerat reconoce, respeta y empatiza con todas las víctimas de las diferentes expresiones de violencia. A todas y cada una de las víctimas, independientemente del origen de la violencia; a las víctimas de ETA, a las de los Comandos Autónomos, a las del terrorismo del Estado, a las víctimas de actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado español, a las víctimas de torturas, les tendemos hoy la mano, especialmente, a aquellas a quienes por acción u omisión hayamos podido, aún sin  pretenderlo, contribuir a acentuar su dolor.

No podemos ni queremos olvidar a las 16 familias que han perdido un familiar en accidente de tráfico a causa de la dispersión, ni a las 31 familias que han perdido un ser querido víctima de la política penitenciaria, pérdidas que nos han causado un profundo dolor y que se podrían haber evitado con una aplicación de la política penitenciaria ajustada a derecho. Sin pretender establecer equidistancia entre sufrimientos, queremos transmitir hoy que conocemos el sufrimiento en carne propia y ello nos hace reconocer el vuestro.

Como a la mayoría de las víctimas de este país, tampoco a nosotras y nosotros nos mueve ningún sentimiento de venganza, ni de revancha por todo lo sufrido. Manifestamos, desde nuestra pluralidad, que lo que nos mueve es que nada de todo esto se vuelva a repetir y que las generaciones futuras no vuelvan a sufrir las consecuencias del conflicto político.

Por eso apostamos por seguirnos escuchando, algo por lo que Etxerat ha trabajado en los últimos años, y reiteramos la necesidad de tender puentes, de que afloren los diferentes relatos en el camino hacia ese relato poliédrico que nos acerque, y sane y cierre las heridas, al objeto de establecer las  bases de la convivencia. Es la mejor aportación que podemos hacer entre todas y todos a una sociedad que apoya y respalda el camino hacia una paz verdadera y duradera.

Opinión:

He marcado en subrayado dos de los párrafos del escrito “Aportación de Etxerat a la convivencia” de marzo de 2019.

Y los subrayo especialmente porque no me cuadra, de ningún modo, que escriban lo citado y luego permitan y aplaudan los actos PÚBLICOS y en lugares PÚBLICOS de recibimiento a quienes se han dedicado a asesinar al prójimo. Si se realizaran los mismos actos para “recibir” a alguien que dedicó su vida a torturar o a ejercer cualquier tipo de violencia contra un miembro de ETA ¿lo aceptarían? Estoy convencido de que no.

Por lo tanto, ¿por qué hay que “entender” que se realicen estos actos para “recibir” a quien asesinó a sus vecinos?

Reitero lo que muchas víctimas pensamos y algunas llevamos años diciendo en voz alta. Quien quiera homenajear, “recibir” o vitorear a un asesino, que lo haga en el comedor de su casa y en la estricta intimidad. Y si se “respeta la alegría de las personas allegadas de esta persona en particular a expresarlo", pues qué remedio… cada cual es libre de expresar su alegría, pero mejor hacerlo en su casa ¿no?

Es solo una propuesta para conseguir esa convivencia de la que tanto se habla…

 

martes, 24 de agosto de 2021

24 agosto 2021 (3) noticiasdegipuzkoa.eus (opinión)

24 agosto 2021

 


Queda libre un preso de ETA tras cumplir una pena de 25 años

Agustín Almaraz, condenado por varios asesinatos, salió ayer de la cárcel de Basauri

El preso de ETA Agustín Almaraz Larrañaga salió ayer de la prisión de Basauri tras cumplir 25 años de condena por varios asesinatos, según confirmaron fuentes penitenciarias. Asimismo, el colectivo de apoyo a los presos de la organización, Etxerat, difundió también varias imágenes de su excarcelación. Almaraz Larrañaga es uno de los presos de ETA que previamente se había beneficiado de los traslados a cárceles de la CAV por decisión del Ministerio del Interior. Primero, fue movido en febrero desde el Centro Penitenciario Madrid VII (Estremera) al de Zuera (Zaragoza), previa progresión al segundo grado, y luego en junio de nuevo, en esta ocasión hasta la cárcel de Basauri. Almaraz fue condenado a 48 años de prisión por el asesinato del guardia civil Emilio Castillo López de la Franca el 18 de marzo de 1993 en Donostia, y a otros 30 años por matar a los policías Rafael Leiva Loro y Domingo Durán el 13 de enero de 1995 en Bilbao. También fue condenado a 29 de años por el asesinato de Ángel María González Sabino el 2 de junio de 1993 en la capital guipuzcoana. Según los datos ofrecidos por Instituciones Penitenciarias cuando fue trasladado a Zuera, Almaraz Larrañaga ingresó en prisión el 29 de diciembre de 1995 y cumplía condena de 30 años por los delitos de asesinatos y terrorismo. Cumplió las tres cuartas partes de la condena en noviembre de 2014 y fue progresado al segundo grado a propuesta de la Junta de Tratamiento de Estremera.

Acercamientos

El ministerio de Interior que dirige Fernando Grande Marlaska se encuentra ahora inmerso en una segunda fase de acercamientos de presos de ETA, en la que algunos de ellos están llegando a las tres cárceles situadas en la CAV. Previamente, Instituciones Penitenciarias ya acercó a todos los reclusos de la organización a cárceles más cercanas a sus lugares de residencia. Según datos de asociaciones de víctimas, el Gobierno de Pedro Sánchez ha autorizado 256 traslados correspondientes a 202 presos, de los que 60 han ido a prisiones de la CAV y otros 14 a Nafarroa.

Opinión:

Primero, decir que ver a los terroristas en libertad duele mucho, independientemente de que sean miembros de la banda ETA o de cualquier otra…

Segundo, leyendo la noticia con detenimiento se descubren los años en los que este asesino cometió los crímenes y hay que volver a recordar que si está en la calle es gracias al Código Penal franquista de 1973, que era el vigente en el momento de cometer los atentados.

Sí, parece extraño pero es así. Ese Código Penal agrupaba la suma de las condenas de modo que si superaba los 30 años de prisión se rebajaba a 23 gracias a los beneficios penitenciarios que la ley franquista otorgaba a los maleantes y delincuentes, incluidos los terroristas.

Ese Código Penal se modificó en 1995 gracias al trabajo de unas pocas víctimas, que recogimos más de 1.100.000 firmas en 1994 para solicitar la mencionada modificación.

Cada vez que leo que un terrorista es puesto en libertad intento averiguar los años en los que cometió los atentados.

La lástima es que quien informa de esa puesta en libertad no explique también la responsabilidad de los legisladores de la época franquista en todo el tema.

 

 

24 agosto 2021 (2) El Correo

24 agosto 202

 


El yihadismo recogió el testigo del terror transfronterizo.

España dejó de ser escenario de pugnas ajenas y sus ciudadanos ocuparon la diana

Gaizka Fernández Soldevilla,Historiador, Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo 

A primera hora del 24 de agosto de 1971 el personal de pista del aeropuerto de Barajas se dio cuenta de que estaba saliendo humo de un avión que había aterrizado unas pocas horas antes: un Boeing 707 de la línea jordana Alia procedente de Amán. No se trataba de un incendio accidental, sino de una bomba. Por suerte, no había explotado en pleno vuelo: además de la tripulación, en el avión viajaron 42 pasajeros.

Aquel atentado inauguró la historia del terrorismo transfronterizo en España. Desde entonces, al igual que el resto de Europa occidental, nuestro país fue utilizado como escenario de las acciones de organizaciones nacionalistas de tendencia laicista e izquierdista originarias de Oriente Próximo. Buscaban dar publicidad a su causa, perjudicar a estados como Israel y Turquía, presionar a otros gobiernos y deshacerse de adversarios y disidentes.

Dos años después se produjo la primera víctima mortal. En enero de 1973 un pistolero de Septiembre Negro asesinó en Madrid a un agente del Mosad, Baruch Cohen. Los atentados se sucedieron. A consecuencia del contexto internacional, de la debilidad de la joven democracia española y de la reducida efectividad de las FCSE, el punto álgido de este tipo de violencia coincidió con la Transición. Pese a que la mayoría de los casos siguen sin resolver, sabemos que detrás había grupos palestinos como Fatah-Consejo Revolucionario. En marzo de 1980 uno sus integrantes, que sería arrestado, acabó con la vida del empresario de raíces vitorianas Adolfo Cotelo Villarreal, a quien había confundido con su vecino Max Mazin. En nuestro territorio también operaban bandas venidas de aún más lejos, como el Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia, responsable de tres muertes.

El balance del terrorismo internacional de corte preyihadista arroja un saldo en España de 13 asesinatos y varias decenas de heridos entre 1971 y 1985. Se trata de cifras considerables, pero que pasaron desapercibidas durante los ‘años de plomo’ protagonizados por los Grapo, la ultraderecha y, sobre todo, las distintas ramas de ETA.

Según avanzaba la década de los 80 la actuación de estas organizaciones laicistas se fue haciendo más esporádica, pero el yihadismo recogió el testigo del terrorismo transfronterizo. Se diferenciaba de la anterior oleada por su inspiración religiosa y su preferencia por los atentados indiscriminados: España ya no era simplemente un campo de batallas ajenas, sino que se había colocado en la diana a sus ciudadanos. Es lo que sucedió en la hoy casi olvidada matanza del restaurante El Descanso (Madrid) en abril de 1985. Hubo 18 fallecidos y 84 heridos. Fue reivindicada tanto por la palestina Waad como por la libanesa Yihad Islámica, que ya había cometido varios crímenes. Esta última es la opción más probable.

Los yihadistas asesinaron a compatriotas fuera de nuestras fronteras en ciudades como Marraquech (agosto de 1994), Nueva York (11-S) o Casablanca (mayo de 2003), pero aparentemente solo utilizaban España para captar voluntarios y recaudar y blanquear fondos. El espejismo se esfumó en 2004. El 11-M, una célula vinculada a Al-Qaida perpetró los atentados más brutales de la historia reciente, que dejaron 192 fallecidos y 1.841 heridos. Los ataques de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017, obra de yihadistas ligados al Estado Islámico, acabaron con la vida de 16 personas y provocaron lesiones a otras 109. Desde El Descanso hasta este mismo año, en el que han sido asesinados dos periodistas españoles en Burkina Faso, el yihadismo ha causado un total de 290 víctimas mortales y 2.036 heridos. Solo ETA le supera en letalidad.

El terrorismo internacional continúa siendo la principal amenaza a nuestra seguridad. Gracias a los cambios estructurales, los ajustes legislativos y la experiencia adquirida en la lucha contra ETA, la labor de los servicios de Inteligencia y las FCSE se ha ido perfeccionando con el tiempo. Según el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, solamente en lo que llevamos de año se han efectuado 14 operaciones contra redes yihadistas, en las que se ha detenido a 25 sospechosos.

El CNI y las FCSE han evitado que haya nuevos atentados. A su vez, las instituciones han puesto en marcha proyectos para concienciar a los más jóvenes e impedir los procesos de radicalización, como las unidades didácticas que ha elaborado el Centro Memorial para que se impartan en las aulas. No obstante, el problema nos incumbe a todos. Si como individuos desterramos los discursos del odio de nuestro entorno y de las redes sociales, donde ahora campan a sus anchas, dejaremos al terrorismo sin combustible. Ayudar a desactivarlo está en nuestras manos.

 

 

24 agosto 2021 Catalunya Press

24 agosto 2021

 


Artolazabal: los homenajes a presos de ETA suponen una "revictimización gratuita de las víctimas"

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha criticado que se produzcan "enaltecimientos" a las personas que han salido de la cárcel "por cumplir con una condena impuesta por realizar un acto terrorista", ya que suponen una "revictimización gratuita de las víctimas". Por ello, espera que "no se generalicen estos actos ensalzamiento de la cultura de la violencia" porque "no aportan nada a la consolidación de la convivencia".

En una rueda de prensa celebrada en Vitoria para analizar la situación del colectivo juvenil vasco durante la pandemia, Artolazabal ha sido preguntada sobre el pasacalles organizado el pasado lunes en Bilbao al recluso Agustín Almaraz tras abandonar la cárcel, ante el que han protestado las víctimas de la banda.

 

La consejera de Justicia ha recordado que, cuando un preso es excarcelado, es porque ha cumplido su condena, pero ha señalado que "las manifestaciones de alegría de ese entorno no pueden derivar en un ensalzamiento de la cultura de la violencia o de la revictimización de las víctimas".

"Este principio vale para los 'ongi etorri' (recibimientos) y también para otra serie de iniciativas y manifestaciones relacionadas con los presos de ETA", ha insistido.

Beatriz Artolazabal ha afirmado que "la inmensa mayoría de la sociedad vasca pide a los presos de ETA un gesto de autocrítica política, democrática y, sobre todo, ética" que "signifique que lo que hicieron fue injusto".

"Creo que no es el camino para poder seguir avanzando en la convivencia que tanto necesita Euskadi, una convivencia que se va asentando poco a poco, pero que es necesario que se consolide", ha señalado. Por ello, considera que "todos y todas tenemos todavía que reflexionar mucho sobre esa Memoria reciente que no podemos olvidar para que no se vuelva a producir". "Creo que eso no aporta nada a esa convivencia", ha insistido.