17 agosto 2021 (15) El Mundo del Siglo XXI (opinión)

17 agosto 2021 

 

 

Las víctimas del 17-A dicen que las han olvidado Cuatro años después de los atentados en Cataluña sólo han indemnizado a un 22%

Hoy se cumplen 4 años del fatídico atentado en La Rambla de Barcelona y Cambrils, que dejó 16 muertos y más de 140 heridos. Será el primer aniversario con la sentencia de la Audiencia Nacional que impuso penas de prisión de entre 8 y 53 años a los tres miembros de la célula yihadista supervivientes. Sin embargo, esta sentencia, que no es firme, ha dado lugar a más controversia y es que de las 345 víctimas que constan, por heridas y secuelas físicas y psíquicas, el Gobierno sólo ha indemnizado a un 22,3%. Por eso la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT) lamentó que hay 248 personas sobre las que no consta si fueron indemnizadas tras las reclamaciones administrativas correspondientes e instó al Ministerio del Interior a localizarlas e informarles de sus derechos.

La entidad considera que es fundamental saber si han cobrado por estas reclamaciones, ya que con una sentencia firme pueden iniciar de nuevo su petición si ya se la habían denegado en un primer momento. Así, remarcan que muchas personas igual no saben que aparecen en la sentencia, por lo que son «víctimas olvidadas». La presidenta de la UAVAT, Sara Bosch, cree que la acción «proactiva» del Ministerio debe ser antes de que la sentencia sea firme, ya que lo considera una «negligencia» y creen que no es la única.

En este sentido, detalla que 68 víctimas que aparecen en la sentencia no disponen de un informe de sus lesiones, sean físicas o psicológicas, por lo que reclaman una correcta atención. La UAVAT afea a las administraciones que repitan «la eterna canción» de que están al lado de las víctimas cuando no es cierto y piden más apoyo para conseguir otras prerrogativas que les corresponden por ley, como la atención psicológica o ayudas escolares y laborales.

Para localizar a estas víctimas la entidad ha colgado sus nombres en la página web. La UAVAT recordó que se deben revisar los protocolos para las compensaciones en caso de atentado terrorista además de instar a la Generalitat a abrir una oficina que permita hacer un seguimiento específico de cada reclamación, como la que se cerró en 2010.

Por el cuarto aniversario de los atentados en Barcelona y Cambrils, el Ayuntamiento de la ciudad organiza hoy un minuto de silencio y una ofrenda de claveles en La Rambla, justo en el memorial que preside el recuerdo de las víctimas. Igual que el año pasado, será un sobrio homenaje de pequeño formato, que durará alrededor de 15 minutos, en el mismo punto donde se detuvo la furgoneta que atropelló a decenas de personas hace cuatro años.

Al acto irán miembros del Gobierno, del Govern, del Parlament, del Ayuntamiento de Barcelona así como representantes institucionales y miembros de los cuerpos de seguridad y de emergencias que intervinieron el día de los atentados. Sin embargo, el peso de la celebración será para víctimas y familiares, que acudirán los primeros en colocar sus coronas de flores a los pies del mosaico. Numerosos partidos y entidades han anunciado que acudirán. Una hora más tarde, también en La Rambla, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Acvot) y la plataforma 17-A Honor y Memoria han convocado otro acto de recuerdo por este atentado.

Opinión:

Solo un pequeño detalle. No estaría de más que se consultara a cada asociación el número de victimas a las que asiste en relación a los atentados de agosto de 2017. Esta muy bien organizar actos de homenaje (a los que siempre, casualmente, siempre acuden las mismas siglas políticas) pero no es demasiado ético hablar de lo que interesa a las victimas de esos atentados si no se las asiste. Da la idea de apropiación de una representatividad que, evidentemente, no pueden probar en modo alguno.

Quizás quien informa o pasa la información debería pensar en esos datos o, cuanto menos, contrastarlos antes de ofrecerlos a la opinión pública. Z es evidente que no se puede seguir viviendo ni del trabajo ajeno ni de la imagen que unas siglas pudieron tener en un pasado ya lejano.