28 marzo 2016
Fernández
Díaz: En España se han evitado atentados como el de Bruselas
Asegura que sólo
desde la unidad Europa tendrá la fuerza de derrotar al terrorismo yihadista y
que en esta lucha hace tiempo que «hay que pasar de las palabras a la acción»
«Los 116 detenidos
desde 2015 muestran el nivel de amenaza que sufre España»
El ministro del Interior tiene sobre sus hombros la
responsabilidad de que en España no se vivan horas amargas como las que han
debido vivir los belgas desde el pasado martes. Jorge Fernández analiza para LA RAZÓN el nivel de amenaza al
que está sometido España, las medidas que se han tomado para evitar otra
tragedia y el momento institucional crítico que vive la nación ante la
disyuntiva entre un gobierno participado por Podemos o la convocatoria de
nuevas elecciones.
–¿Han fallado las
Fuerzas de Seguridad de Bélgica?
–Forma parte del más elemental respeto y prudencia que
ningún ministro de Interior haga ningún juicio de valor sobre lo que puede hacer
otro Gobierno u otras fuerzas de seguridad. El jueves pasado, en el consejo de
ministros de Interior en Bruselas, lo que hicimos todos fue mostrar nuestra
solidaridad al pueblo belga, a las víctimas, a sus familiares y amigos y,
evidentemente, con las autoridades; especialmente el ministro de Justicia e
Interior que está pasando por un trago muy amargo. El control de un Gobierno lo
hace su parlamento, no nos corresponde a otros gobiernos hacerlo. Ni nos
corresponde hacerlo ni debemos hacerlo por una elemental prudencia, respeto y
solidaridad.
–¿Qué medidas en
común aprobará la UE
contra yihadismo? ¿En que tiempo?
–La declaración conjunta que firmamos y aprobamos en la
reunión del jueves por la tarde en Bruselas enumera toda una serie de medidas
que ya tenemos identificadas, algunas desde hace mucho tiempo, y que lo que
necesitamos es ejecutarlas. En eso hubo unanimidad. Hay que pasar de las
palabras a la acción. Todos sabemos que la toma de decisiones en la Unión Europea es
compleja por su propia naturaleza (diferentes estados, el Parlamento, la Comisión, etc.). Todo
esto lo entendemos pero es evidentes que los terroristas van a una velocidad y
nosotros tenemos que adaptarnos en la medida de nuestras posibilidades a esa
velocidad. Hay un común denominador en las medidas que hay que tomar: hay que
reforzar una unión política en cuestiones de seguridad. En esos momentos la Unión Europea es un
espacio privilegiado en el mundo de libertad, justicia, democracia y respeto a
los derechos humanos. Para que siga siéndolo tiene que ser también un espacio
de seguridad, porque sin seguridad no hay libertad. Para hacer frente a esta
amenaza y agresión terrorista a la que nos enfrentamos una de las primeras
medidas que hay que tomar es hacer más fluida la comunicación entre nuestros
servicios de inteligencia e información. Todos estamos amenazados en común y
por tanto tenemos que dar una respuesta en común porque sólo desde la unidad
tendremos la fortaleza para derrotar a estos bárbaros. Otra de las medidas es
el PNR por sus siglas en inglés –Passanger Name Record– para poder controlar la
lista de pasajeros sospechosos que entran y salen de las fronteras exteriores
de la Unión. Llevamos
ya prácticamente cinco años discutiendo sobre el PNR y todavía no se ha
aprobado. En estos momentos lo ha aprobado la comisión y el consejo de
ministros. En esos momentos lo ha aprobado ya la Comisión y el Consejo de
Ministros. Ahora falta que lo apruebe el Pleno del Parlamento para que en abril
pueda estar en marcha. El PNR es muy importante porque en la medida en la que
aseguremos las fronteras exteriores de la unión estaremos en mejores
condiciones de asegurar la libertad de circulación en el interior del espacio
Schengen. Otra de las medidas es potenciar la contranarrativa contra la narrativa
del terror que con una profesionalidad digna de mejor causa realizan los
terroristas de Daesh. Esta contranarrativa es fundamental para prevenir la
racionalización el rostro humano de las víctimas que son consideradas por los
terroristas, en el mejor de los casos, como efectos colaterales que intentan
cosificar. En definitiva, toda una panoplia que tiene como denominador común
integrar más nuestros servicios de inteligencia e información y establecer las
herramientas para que la UE
pueda hacer compatible, como hasta ahora, la libertad con la seguridad. No
podemos dar la apariencia de que vamos a remolque de los atentados terroristas.
–Se ha hablado de una
oficina de investigación análoga al FBI de Estados Unidos.
–Se habla de eso pero yo creo sinceramente que estamos, si
se me permite la expresión, muy verdes para ello. Aunque qué duda cabe que
tiene que haber una interoperatividad entre las bases de datos de los servicios
de lucha antiterrorista más eficaz de la que hay ahora. Por otra parte hay que
compartir información, pero como es sabido no es fácil. A nivel bilateral se
hace con quienes se tiene una relación de confianza asentada. Pero cuando
estamos hablando de 28 estados como en la
UE los servicios son muy reacios a compartir información. Por
una parte quieren preservar las fuentes y nunca tienes la seguridad de cuál
puede ser el destinatario final. En el futuro podría hablarse de una agencia
europea de inteligencia e información pero creo que lo que tenemos qe hacer,
hoy por hoy, es hacer que la lealtad mutua y la confianza hagan que la
información se intercambie con fluidez.
–¿Deben tomarse
medidas con los retornados cuando vuelven a entrar en Europa?
–Por supuesto que sí. Es otra de las cuestiones que se recogen
en la declaración conjunta: acelerar los trabajos para revisar la decisión
marco de 2008 que definió el terrorismo. En el año 2008 Europa, y la comunidad
internacional en su conjunto, no estaba bajo la amenaza en la que se encuentra
ahora. Las conductas que tipifican el modus operandi del terrorismo yihadista
(«foreing fighters», retornados, uso de redes sociales, etc.) tienen que estar
recogidas y tipificadas como conductas que forman parte del delito de
terrorismo.
–¿Cuántas amenazas se
han recibido en España? ¿Se han frenado atentados que estaban a punto de
cometerse?
–Amenazas se reciben muchas. España es un socio fiable para
nuestros socios y aliados en cuanto a intercambio de información. Recibimos a
través de socios como Francia, Marruecos, Estados Unidos y Reino Unido muchas
informaciones. Todas se analizan y evalúan. Algunas se desechan pero otras dan
lugar a investigaciones que cristalizan en detenciones y desarticulaciones de
redes. Quiero recordar que desde el pasado año se han desarrollado 41
operaciones que han dado lugar a la detención de 116 personas vinculadas con
organizaciones terroristas, fundamentalmente Daesh, pero también Al-Nusra y
otras sucursales de Al-Qaeda. Entre esas 41 operaciones había algunas que
estaban ya avanazadas en su desarrollo y que de no haber habido detenciones sin
duda en españa se hubieran producido atentados como el de Bruselas.
–¿Hay que endurecer
las leyes o tenemos un marco jurídico apto para combatir el yihadismo?
–Desde la la firma del pacto antiyihadista entre Rajoy y
Sánchez, al que se han sumado otras fuerzas políticas, modificamos el Código
Penal y la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. Con estas modificaciones creo que tenemos las
herramientas de un Estado de Derecho para que los servicios encargados de la
lucha antiterrorista puedan ser eficaces. Con la figura del agente encubierto
que se ha introducido en la Ley
de Enjuiciamiento Criminal tenemos unas herramientas legales que sin duda son
mejorables pero que hoy por hoy nos permiten dar la respuesta adecuada. Y ahí
están los hechos y las cifras para demostrarlo.
–¿Hasta qué punto
están utilizando los terroristas el drama de los refugiados para lograr sus
objetivos?
–Una cosa es el drama de los refugiados y otra, el
terrorismo yihadista. Entre otras cosas esos refugiados en no pocas ocasiones
están huyendo del terrorismo implantado por Daesh en Irak y Siria. No obstante,
el riesgo de que los terroristas quieran aprovechar esas migraciones de
refugiados para infiltrar entre ellos algunos de sus terroristas es un riesgo
que seríamos ilusos si no lo contempláramos. Para eso están los protocolos de
seguridad que nos permitan identificar a esas personas y acoger a los
refugiados como se debe.
–¿Es necesario
homologar los niveles de alerta? ¿Por qué no se ha hecho aún?
–Yo creo que sí. Si estamos hablando de avanzar en una
Unión Europea unida en la lucha contra el terrorismo y un espacio de libertad,
justicia y seguridad yo creo que un instrumento que nos facilitaría esa mayor
cohesión sería esa homologación. Hace más de un año que lo planteé incluso por
escrito al coordinador de la lucha antitrerrorista en Europa.
–¿Hay en España
comandos o células como los que han atentado en Bruselas?
–Es evidente que hay muchas líneas de investigación. No
pocas de ellas judicializadas en la Audiencia Nacional.
De eso, por razones obvias, no se debe hablar. Se debe actuar. Las 41
operaciones y 116 detenciones desde el pasado año dan una idea clara de hasta
qué punto están activos los servicios encargados de la lucha antiterrorista.
–¿Que respuesta está
teniendo la campaña lanzada para solicitar la colaboración ciudadana contra el
terrorismo yihadista?
–La campaña «Stop Radicalismo» es una línea estrategica
fundamenta de nuestra lucha contra el terrorismo antiyihadista. Por los tres canales
de comunicación que hemos activado (teléfono gratuito, aplicación móvil y
página web) hemos recibido más de mil comunicaciones por parte de la
ciudadanía. Casi la mitad se han considerado de interés policía y no pocas
veces tenían que ver con líneas de investigación ya abiertas, es decir, que los
ciudadanos acertaron al considerar que la conducta de algunas personas podría
ser un indicio de que se estaba radicalizando.
–¿Teníamos datos de
los terroristas de Bruselas?
–En nuestras bases de datos no aparecían. Al margen de
estas bases de datos, cuando se producen atentados como los de Bruselas, se
restan cualquier posible referencia directa o indirecta sobre las personas
presuntamente responsables o sobre sus familiares. Lo que puedo afirmar es que
teníamos algún conocimiento indirecto de esas personas pero no aparecían en
nuestras bases de datos.
–¿Qué le parece que
Podemos no haya firmado el Pacto antiyihadista y sean sólo observadores?
–Son observadores. No han firmado el pacto y esto suscita
críticas comprensibles. Yo deseo que lo firmen, evidentemente, pero también
debo decir que prefiero que estén como observadores a que estén fuera. Al hilo
de la pregunta diré que, tras los atentados de Bruselas, hemos oído algunas
declaraciones de algunos alcaldes que éticamente, intelectualmente y políticamente
no merecen sino el más profundo de los rechazos. No hay palabras para calificar
esas declaraciones. Me pregunto si serían capaces de hacer esas declaraciones
mirando a los ojos de las víctimas de Bruselas o a la alcaldesa socialista de
París.
–¿Cree va a haber
elecciones?
–Sinceramente, depende del señor Sánchez. Con los resultados
es evidente que con los resultados del 20-D sólo hay dos opciones: un gran
acuerdo de Estado entre PP, PSOE y Ciudadanos o bien un acuerdo entre PSOE, IU,
Podemos y confluencias y el apoyo de los independentistas. En cualquiera de las
dos posibilidades está el PSOE y, por lo tanto, es el señor Sánchez el que
tiene que elegir. No es una opinión política sino algo evidente. Si hay
repetición de elecciones el responsable político es Pedro Sánchez. Está en su
derecho pero tiene que asumir las consecuencias.
–¿Está afectando a la
lucha antiterrorista que el gobierno esté en funciones.
–No. Toda interinidad por sí misma no es buena pero debo
decir que el ámbito antiterrorista es un ámbito de política de Estado. El pacto
que firmamos garantiza que no haya discrepancias políticas. Lo hemos podido ver
recientemente: la misma tarde de los atentados nos reunimos. Dimos una
respuesta a la altura de lo que los españoles tienen derecho a exigirnos.
Quiero reiterar mi agradecimiento a la lealtad política e institucional del
PSOE y los otros signatarios del pacto.
–¿Ve capaz a Sánchez
de llegar a La Moncloa
con el apoyo de los independentistas?
–A juzgar por lo que dijo el Comité Federal del PSOE no
sería posible. No quiero meterme en cuestiones de otros partidos pero sería
impensable un gobierno que se apoyara en los que quieren destruir España.
–¿Si hay elecciones
es Rajoy el mejor candidato?
–Sin ninguna duda.
–¿Qué le parecen las
criticas de Rivera a Rajoy?
–Sinceramente, todo en la vida tiene sus límites y también
en política. Con todos los respetos, su intervención en el debate de
investidura fue lamentable. Llamar a la sedición al grupo mayoritario en
relación al presidente de su partido no forma parte de la crítica política ni
del sentido común. Descalifica más al que hace esas declaraciones. Lo digo con
todo respeto pero también con toda claridad.
–¿Se ha equivocado
Ciudadanos apoyando al PSOE?
–Si se ha equivocado o no me reservo mi opinión pero lo que
está claro es que lo que no ha hecho es cumplir con las promesas que
reiteradamente ha hecho antes durante y después de la campaña electoral. Yo
creo que nadie, atendiendo a lo que había dicho el señor Rivera, podía pensar
que se iba a hacer un pacto de esas características, que no permitía la
investidura. Y no sólo eso sino que después de dos debates de investidura
recibiendo 219 votos en contra siga manteniendo ese pacto. El señor Albert Rivera,
el 5 de diciembre en Tarragona, dijo que había una operación promovida desde
Génova para «salvar al soldado Sánchez». Pues bien, parece que quien iba a
salvar al soldado Sánchez era él.
–¿Queda margen para
la gran coalición?
–Sin duda. Si sabemos anteponer las diferencias partidistas
al bien común y al interés superior de España, no tengo ninguna duda. El mejor
gobierno para los españoles sería el que estuviera basado en un gran acuerdo
como el que Mariano Rajoy propuso desde el minuto uno: un pacto entre los tres
partidos claramente constitucionalistas: PP, PSOE y Ciudadanos. Además es un
pacto abierto, se pueden negociar muchas cosas. No tengo ninguna duda de que si
miramos al interés general de España y de los españoles ése es el momento que
en esta hora necesitamos. Si a eso añadimos, que conviene no olvidarlo, el
desafío independentista de Cataluña, ese gobierno, sólo con su constitución,
solo con ese pacto, sería perfectamente interpretado y no harían falta más
explicaciones.
–¿Cree que el PP podría
mejorar su resultado electoral o la corrupción seguirá siendo un lastre?
–La corrupción es una patología terrible. Se ha dicho que
si no acabamos con la corrupción la corrupción acabará con la democracia.
También hay que decir que todos los casos han aparecido porque las
instituciones encargadas de luchar contra la corrupción están funcionando
correctamente. Lo están haciendo con firmeza e independencia. Me refiero a
fiscales, jueces, policía nacional, Guarcia Civil, Agencia Tributaria, etc.
Además se han aprobado paquetes de medidas contra la corrupción muy
importantes. Por primera vez la financiación ilegal de partidos es un delito.
Eso ha sido por la reforma que hemos establecido, por cierto, con los votos del
PP y el voto en contra del PSOE. Otra reforma ha sido la prohibición de que las
instituciones financieras condonen la deuda a los partidos políticos. Eso lo
hemos establecido nosotros. Como ha dicho el presidente Rajoy, estamos
dispuestos a llegar a acuerdos para ser más eficaces y contundentes en la lucha
con la corrupción. En una repetición de elecciones esperamos obtener la máxima
confianza posible de los españoles.
–¿Cree que Rita
Barberá debe dimitir?
–Rita Barberá no ha sido investigada. Conviene ser
absolutamente contundentes y sin fisuras contra la corrupción y los corruptos y
al mismo tiempo ser justos. No sería la primera vez que una persona ha sido
apartada de la vida política por unas acusaciones que finalmente se han
considerado judicialmente como infundadas. La presunción de inocencia, que es
una conquista democrática, es un principio que hay que tener presente. Cuando
se conozca la parte del sumario que afecte a Rita Barberá ella sabrá lo que
tiene que hacer para defenderse mejor y no dañar a un partido como el PP, al
que ella a lo largo de su carrera política ha prestado tantos servicios.
–¿Qué le parecen las
recientes declaraciones de Andrea Levy y Javier Maroto? ¿Cree que hay dos almas
en el PP?
–En el PP hay centenares de miles de almas porque hay
centenares de miles de militantes. Las corrientes internas no están reconocidas
en nuestros estatutos pero no somos robots y cada persona, dentro de la
ideología de nuestro partido y nuestros estatutos, tiene derecho a pensar de
una manera o de otra. Lo de las dos almas puede ser un buen titular pero no se
corresponde con lo que es el PP.
–¿Cree que está
sobrevalorada la juventud en la nueva política?
–Yo creo que no hay viejas y nuevas políticas sino malas y
buenas políticas. Hemos visto cómo los paladines de la «nueva política» están
cayendo en las prácticas y algunas conductas que no son precisamente un ejemplo
de «nueva política». Y si atendemos a quienes son sus referentes políticos pues
en fin... no son precisamente dignos de admiración. Yo creo que un Partido
reformista como es el partido popular tiene que ser una mezcla de renovación y
de experiencia. Eso es lo que tenemos que ser. La juventud en sí misma no es un
valor político, como tampoco lo es la edad en general. Hemos de tener una
proporción adecuada de renovación y continuidad, de experiencia y de juventud.
Hay jóvenes en edad que son viejos en el corazón y veteranos que son jóvenes de
espíritu.
–¿Por qué Rajoy no se
ha reunido con Puigdemont?
–Soy de la opinión de que quien tenía que haber llamado en
primer lugar era el señor Carles Puigdemont al presidente del Gobierno al ser
nombrado presidente de la
Generalitat. Y por si había dudas de si iba a ser recibido o
no, se pudo conocer la total disponibilidad del presidente del Gobierno no sólo
a hablar sino a reunirse cuando quisiera el presidente de la Generalitat. Y
todavía no se ha dignado a llamar. Además, esto no se produce por casualidad,
no nos engañemos. En Cataluña hay un Gobierno de la Generalitat que está
actuando en base a una autodenominada hoja de ruta que es radicalmente
anticonstitucional y que pretende, nada más y nada menos, que romper la unidad
de España. Se puede entender que esa situación no es no muy deseable, ni muy
normal. No existe la lealtad institucional mínima para que pueda haber un
diálogo constructivo. Pese a todo, como la Generalitat es una
institución española, el Gobierno la está atendiendo evitando su quiebra, como
no podía ser de otro modo.
–¿Cree que el PSOE ha
negociado un referéndum con los nacionalistas en la última visita de Sánchez a
Puigdemont?
–No debo entrar en ese tipo de especulaciones. No acaba uno
de entender esa entrevista qué objetivo tenía en términos políticos. Si oyes
declaraciones de líderes y dirigentes del PSC, un día sí y otro también, hacen
un discurso que tiene que ver con un referéndum para Cataluña, en uno u otro
momento. Yo creo que esto sería bueno clarificarlo. Por otro parte, gracias al
PSC en Badalona, tercera ciudad de Cataluña, tenemos una alcaldesa de la CUP, que tiene tres
concejales. García Albiol del PP obtuvo 10 concejales. El PSOE pactó con todos
contra el PP. Aquí conviene aplicar el dicho «por sus obras los conoceréis». A
mi me gustaría que en ese pacto de hierro que han forjado Ciudadanos y el PSOE,
teniendo en cuenta el origen catalán de Ciudadanos y su clara defensa de la
unidad de España, se hubiera incluido que los socialistas se desvincularan de
determinados acuerdos que están impulsando el independentismo ,que hacen que en
muy importantes ayuntamientos catalanes estén incluidos en la Asociación de Municipios
por la Independencia,
que, por cierto, presidía el señor Puigdemont antes de ser nombrado presidente
de la Generalitat.
–¿Hay que seguir
financiando a Cataluña pese al desafío independentista?
–Sin duda siempre que se garantice que esa financiación
tiene carácter finalista y se destina para los servicios públicos
fundamentales. Y por supuesto que jamás se utilicen los fondos para financiar
programas y proyectos que tienen que ver con la aventura independentista.
–¿Cree que la Generalitat seguira
adelante con las leyes de desconexión?
–Hay un espacio publico que es lo que se escenifica en
iniciativas parlamentarias, en presuntas ponencias conjuntas, en comisiones
para el proceso constituyente y otra cosa es lo que se hace subterráneamente. Y
no quiero ser más concreto porque sé de lo que estoy hablando.
Opinión:
Dejando aparte el tema de la política general (para eso están
los políticos), me sorprende leer que el señor ministro diga que “todo en la
vida tiene sus límites y también en política”. Si es así, que no lo dudo, aún
me repugna más que utilizara el refrán de “no hay mal que por bien no venga” al
referirse al atentado en Bruselas…
Dice que hay comentarios que sería impensable que se
dijeran delante de ciertos políticos extranjeros al referirse a un atentado, pero
si cuando ocurrió el atentado en Hipercor el ministro de turno hubiera dicho “no
hay mal que por bien no venga para seguir unidos contra ETA”, creo que me habría
levantado de la camilla en la UVI
para darle una ostia. Aunque tuviera las dos manos y los brazos recién abrasados…