23 marzo 2016
La matanza aviva la idea de una defensa única
El Gobierno convoca una reunión de crisis
Una de las ideas que ha empezado a cobrar protagonismo en
los últimos tiempos en respuesta a los atentados yihadistas más recientes es la
creación de una estructura unitaria de seguridad y defensa contra el terrorismo
internacional. Precisamente, uno de los defensores de este planteamiento ayer
fue el primer ministro
italiano, Matteo Renzi. “Para
vencer el terrorismo la UE
debe ir hasta el final porque hace falta una estructura unitaria de seguridad y
de defensa. Se discute sobre el tema de la seguridad común desde el año 1954.
Europa debe hacer más en el plano interno”, afirmó.
El presidente italiano presidió ayer una sesión del Comité
de Orden y Seguridad Nacional. Una vez concluida la cita, compareció ante la
prensa asegurando que “ha llegado el momento de decir con claridad que la
amenaza es global pero los asesinos son locales”. Ante esta situación, una de
las soluciones más inmediatas que deberían adoptar los estados miembros pasa
por “un proyecto de seguridad, que no dé tregua, que defienda la vida de los
conciudadanos europeos” mediante una “estrategia lúcida y racional”. En un
primer paso hacia este proceso, el dirigente italiano puso a disposición de las
autoridades comunitarias la experiencia de sus servicios secretos.
Renzi recomendó no dejarse llevar por la rabia en estos
momentos. “No es el momento de las reacciones impulsivas, hace falta calma,
pero la rabia también es necesaria, sobre todo para una reacción que se
transforme en un proyecto que afronte y destruya el extremismo islámico y su
estela de muerte”, valoró.
Este martes el
ministro del Interior, Angelino Alfano, convocó un Comité de Orden y Seguridad
Nacional para evaluar las medidas de
prevención ante la amenaza terrorista que se cierne sobre Europa tras los
atentados de Bruselas. En la reunión participó el jefe de Gobierno italiano. En
un comunicado Alfano aseguró que mantenía “un estrecho y constante contacto con
las Fuerzas de Policía y los Servicios de Inteligencia”.
Mensajes de solidaridad inundan Europa
Los máximos representantes europeos reaccionaron ayer con
horror y alarma a los feroces atentados que mancharon de sangre el corazón
mismo de la política del continente. El primer ministro
belga, Charles Michel, tildó de “momento negro” el que su país
está viviendo: “Voy a pedir a todo el mundo que haga prueba de calma, pero
también de solidaridad”, sostuvo, al tiempo que reconoció que se trata de “una
prueba difícil” y que el pueblo belga debe “afrontarla unido”. El primer
ministro explicó que se han tomado una serie de medidas de seguridad
adicionales tras elevar al nivel máximo la alerta terrorista en todo el país,
como el despliegue de efectivos militares, el refuerzo del control en las
fronteras y restricciones para el transporte público.
El rey Felipe de Bélgica dijo, en un breve mensaje grabado
dirigido a la nación y retransmitido por todas las cadenas de radio y
televisión, que la respuesta a esta barbarie será “firme, calma y digna”.
“Mantengamos la confianza en nosotros mismos, esta confianza es nuestra
fuerza”, añadió.
Los presidentes del
Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Eurocámara , Martin Schulz, también condenaron con firmeza la
masacre, mientras el presidente de la Comisión Europea ,
Jean-Claude Juncker, prefirió
mantener un perfil más bajo.
“La
Unión Europea muestra su solidaridad ahora y cumplirá su
papel de ayudar a Bruselas, a Bélgica y a Europa en conjunto en contra de la
amenaza terrorista que enfrentamos”, afirmó Tusk en un comunicado. El político
polaco, que se mostró “horrorizado” por las explosiones, expresó también sus
más sinceras condolencias a las familias de las víctimas. También señaló que
las instituciones europeas están en Bruselas gracias al Gobierno belga y de los
belgas, a quienes la UE
“devuelve ahora su generosidad al ayudar a Bruselas, a Bélgica y a Europa para
derrotar al terrorismo”.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, el
socialista alemán Martin Schulz, dijo que sus pensamientos “están con Bruselas
y con sus ciudadanos tras estos atentados atroces”. “Permanezcan en un lugar
seguro y sigan las instrucciones de las autoridades”, instó a los ciudadanos
pocas horas después de producirse la matanza.
“Estos eventos nos afectan, pero no nos dan miedo. Seguimos
trabajando”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente de la Comisión Europea ,
Jean-Claude Juncker. En un primer momento, Juncker prefirió no hacer
declaraciones a la espera de que se calmara la situación, pero señaló que
estuvo en contacto con el primer ministro de Bélgica, así como con el ministro
del Interior, Jan Jambon.
Juncker también estuvo en contacto con Schulz y con el
primer ministro de Holanda, Mark Rutte, cuyo país ejerce este semestre la
presidencia de turno de la
Unión Europea , así como con la canciller de Alemania, Angela
Merkel.
La dirigente germana ofreció su colaboración con Bélgica
para encontrar y castigar a los autores de los atentados. “Vamos a trabajar en
todos los sentidos con los servicios de seguridad belgas para encontrar,
identificar y castigar a los autores de los crímenes”, aseguró Merkel en su
comparecencia ante los medios de comunicación. La mandataria, como otros muchos
responsables políticos, expresó su solidaridad ante unos atentados que “son
ataques contra los valores que caracterizan a toda la Unión Europea ” y
ante los que se responderá “desde la unidad”.
La fuerza de la Unión Europea es precisamente la “unidad”,
señaló, y es la capacidad de dar una respuesta unitaria, “lo que nos hará más
fuertes que el terrorismo”. Asimismo, aprovechó su declaración para garantizar
el Gobierno belga que pueden contar con Alemania en las investigaciones para
dar con la identidad de los autores del atentado que reivindicó el Estado
Islámico.
Merkel señaló que los titulares de Interior y Transporte
que conforman su Ejecutivo están llevando a cabo actuaciones coordinadas para
reforzar los dispositivos de seguridad. La canciller garantizó un trabajo desde
todos los estamentos para “hacer frente a la amenaza terrorista”. “Nuestro
horror es tan grande como la determinación de imponernos al terrorismo”,
afirmó. Con la frase “las sociedades libres serán más fuertes que el
terrorismo”, concluyó su discurso.
La alta representante
de la Unión Europea
para la Política
Exterior , Federica Mogherini, dijo por su parte que es “un día
muy triste para Europa” e instó a la unión de los dirigentes europeos y de
Oriente Medio contra el terrorismo. Mogherini hizo estas declaraciones en una
rueda de prensa en la capital de Jordania, Ammán, en la que no pudo contener
las lágrimas tras conocer lo sucedido en Bruselas.
“Es un día muy triste para Europa al sufrir su capital el
mismo dolor que esta región [por Oriente Medio] ha conocido y conoce cada día”,
lamentó la jefa de la diplomacia europea. Por ello, hizo un llamamiento a los
líderes de Europa y Oriente Medio a unirse contra los peligros que emanan de
“la radicalización y la violencia”, ya que existen en todos los países. “Estar
aquí en Ammán juntos es el mensaje más potente de fuerza y amistad entre
nuestros pueblos que podemos enviar a aquellos que quieren dividirnos”,
subrayó.
El primer ministro de
Turquía, Ahmet Davutoglu, lamentó que no se extienda la reprobación contra los
atentados de Bruselas también contra el grupo armado Partido de Trabajadores de
Kurdistán (PKK). “Condenamos los ataques y ofrecemos nuestras condolencias al
pueblo belga. Invito a que toda la humanidad reaccione unida ante todo tipo de
terrorismo”, dijo Davutoglu durante una comparecencia en el Parlamento. Sin
embargo, acto seguido afeó a “los académicos” de Turquía que “no hayan dicho ni
una palabra crítica con el PKK”, en referencia a un manifiesto contra la guerra
civil en el sureste, firmado por un millar de universitarios turcos.
El domingo, las autoridades turcas convocaron al embajador
belga en Ankara para quejarse de que simpatizantes del PKK hubieran podido
colocar una carpa informativa en Bruselas durante la pasada cumbre entre
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