03 marzo 2016
¿Otegi?
Emma Riverola
Emma Riverola
Es una buena noticia para
el proceso de paz en Euskadi que Arnaldo Otegi haya salido de la cárcel después de
una condena que, probablemente, tuvo más de gran equivocación que de justicia.
Es una buena noticia que Otegi, antiguo
miembro de ETA militar, acusado y condenado por el secuestro de Luis Abaitua en 1979, haya sido una de las voces
que, posteriormente, abogaran por el fin de la violencia. Es una buena noticia
que ahora Otegi defienda la paz como la única
estrategia para
alcanzar la independencia de Euskadi.
Es
indudable el compromiso de Otegi con
la paz. Pero también es justo reconocer que esta paz fue luchada y sufrida por
todos aquellos que bajo las amenazas, las extorsiones, el silencio y, también
la muerte, se enfrentaron al
régimen de terror que impuso ETA. Miles de ciudadanos que con sus colores políticos, sus uniformes,
sus medios de comunicación, sus empresas o sus calles no cedieron al chantaje
del miedo y se comprometieron con la paz y la libertad. Ahora, Otegi ha salido de la cárcel y a las puertas
del penal, entre la multitud que le esperaba, le apoyaba una representación
catalana formada por Santi Vidal, Anna Gabriel, David Fernández y Lluís Llach. Desde su inicio, el procés ha
sabido envolverse de épica. Pero ¿es Otegi el
héroe que Catalunya quiere admirar? ¿La multitud que ocupó las calles en la Diada mira con orgullo ese
pin con la estelada que Otegi lucía
en la solapa al salir de la cárcel?
Opinión:
Mi amiga Emma Riverola plantea en su escrito lo mismo que
pienso. Si un delincuente ha de salir de prisión por haber cumplido la condena
en virtud de la aplicación de la ley, no hay nada que decir. Es la ley y punto.
Que ese delincuente reconozca que puede haberse equivocado e intenta tomar
caminos diferentes para no repetir los errores cometidos, me parece lógico.
Pero de ahí a considerarlo como un héroe, no gracias. Y
mucho menos un héroe al que se deba admirar “en Catalunya”. Héroe es quien da
su vida o su tiempo en beneficio de los demás pero no quien, después de años de
excusar el horror, e da cuenta de que ese no es el camino y cambia de proceder.
Aunque bienvenido sea ese cambio.
Per sigo sin entender que ahora, precisamente ahora, haya
que meter a Catalunya en estas historias. Entre otras cosas, porque siempre me
ha sorprendido esa extraña “admiración” que algunos catalanes (yo no, desde
luego) sienten por la supuesta “valentía en Euskadi” mientras, me consta y salvo
rarísimas excepciones, no he visto nunca que Euskadi sintiera ese mismo respeto
por Catalunya.
Para empezar, por las víctimas que el mal llamado “conflicto
vasco” produjo en tierras catalanas. No me quiero ni imaginar lo que hubieran dicho
Otegi u otros si la banda terrorista Terra Lliure hubiera cometido una sola víctima
en Euskadi.
Aú y así, reitero, me alegro de que hayan mas personas que
se vayan uniendo a la consecución del final del sufrimiento. Yo ya llevo
trabajando por ello 28 años y toda ayuda es poca.
Yo, a esa circunstancia, la llamo “seny”.
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