martes, 29 de marzo de 2016

18 marzo 2016 El País

18 marzo 2016



¿Qué quieres ser en el ISIS? Un suicida
Analizamos los registros fronterizos de cinco reclutas del Estado Islámico llegados de España

El registro administrativo de Abu Mohamed, nombre de guerra, nacido hace 22 años en Marruecos, pero con pasaporte español, es el más rico en detalles. Emprendió su viaje hacia la frontera turco-siria desde Murcia, donde trabajaba como pintor. Era soltero; su conocimiento de la religión islámica, básico, y nunca había hecho la yihad. Cuando es preguntado por los países que ha visitado, el recluta cita Francia, donde vivió durante tres años, e Italia, en la que estuvo tres meses. Cruzó a territorio controlado por el Estado Islámico de Irak y Levante (ISIS, en sus siglas en inglés) en noviembre de 2013, cuando no había superado siquiera los 20 años. ¿Qué quería hacer en las filas yihadistas? Combatir. Se desconoce --en el escrito no aparece su nombre real-- cuál fue su destino finalmente en la organización sirio-iraquí. Al menos 139 combatientes se han trasladado en los últimos años desde España a Siria o Irak para unirse a las filas del ISIS, según datos del Ministerio del Interior.
El documento de Abu Mohamed es uno de los cinco registros fronterizos vinculados a ciudadanos españoles que ha podido consultar EL PAÍS como parte de la filtración del diario online sirio Zaman al Wasl. Este periódico, bajo la edición de Ethar Abdulhaq, se hizo hace unos meses con 1.736 documentos sellados por el Directorio General de Fronteras del ISIS. Tras un periodo de análisis, el diario ha concluido que cuenta con los papeles de registro de yihadistas de 40 nacionalidades. Entre ellos hay franceses, británicos, estadounidenses, canadienses, alemanes, saudíes, tunecinos... Y también españoles.
Abu Kauzar, de Ceuta, nacido hace 24 años y soltero, trabajaba como jardinero antes de emprender el viaje hacia la frontera turco-siria, según señala a la administración de fronteras a su llegada. Visitó Marruecos --en eso coincide con otros compatriotas-- en algún momento de su vida, y nombra a dos personas que le ayudaron en su periplo yihadista: Mohamed Mustafi al Magrebi (El marroquí), que pudo recomendarle, y Abu al Munzir, el mediador. Al Munzir se repite en otros dos documentos obtenidos.
También se repiten dos pasos fronterizos usados por los reclutas para llegar a territorio controlado por el ISIS. En primer lugar, Reyhanli (en árabe, Rihaniyah), localidad turca que colinda con la provincia siria de Idlib. En segundo lugar, Atimah, a unos 30 kilómetros al noreste, ya en el lado sirio. Una de las tácticas fundamentales del ISIS desde su implantación fue controlar los pasos fronterizos habituales de los que llegaban para combatir en Siria y así engordar sus filas.
Abu Kauzar, como todos los registrados, es preguntado por la misión que quiere llevar a cabo en la organización. El joven de Ceuta responde: operación suicida. La misma respuesta dio Abu Amer, nacido hace 22 años y llegado también de Ceuta. Era soltero cuando viajó a Siria. Había completado el bachillerato y se definía aún como estudiante. Entró por el mismo sitio que Abu Kauzar, el paso de Reyhanli, y con él compartió la mediación de Al Munzir y Al Magrebi.
La mayor parte de los documentos pertenecen al registro de entrada de yihadistas entre 2013 y 2014. El diario Zaman al Wasl ha omitido el nombre real (no siempre es facilitado por los reclutas), así como el de la madre y la dirección de contacto. A tenor de la denominación que la organización terrorista usa en el papel, Estado Islámico de Irak y Levante, el periodo analizado es anterior a junio de 2014, mes en el que el su líder Abubaker al Bagdadi proclama el califato desde la ciudad iraquí de Mosul y el grupo, según indica el nuevo "califa" en su pronunciamiento, pasa a llamarse Estado Islámico --hoy, no obstante, se siguen usando las siglas en inglés y el acrónimo peyorativo en árabe anteriores, ISIS y Daesh, respectivamente--.
Por lo que se desprende de los registros de frontera, el grupo yihadista obliga a sus reclutas a dejar sus documentos de identidad, entre ellos el pasaporte y DNI, así como los teléfonos que portan. Abu Ahmad, de Ceuta, nacido hace 30 años, también tuvo que depositar a la entrada su carné de conducir. Aparece en el documento como un hombre casado y con dos hijos. El registro no permite saber si viaja con la familia. Tiene estudios de secundaria y, como la mayoría, una formación religiosa básica. No responde a la pregunta sobre su labor en el ISIS.

Tampoco lo hace el joven de Ceuta Abu Hilal al Isbani (El español), nacido hace 22 años. Admite haber estado en Holanda y Marruecos y apunta que para llegar a Siria cruzó desde Reyhanli. Ni Al Isbani ni ninguno de los registrados por el ISIS en estos documentos había hecho antes la yihad.

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