sábado, 20 de octubre de 2012

20 octubre 2012 (2) Carta abierta VICANTER

CARTA ABIERTA


Al cumplirse el primer año desde el comunicado de la banda terrorista ETA (20 octubre 2011) presentamos la siguiente información.
El presente escrito ("carta abierta") que les remitimos en documento adjunto ha sido consensuado entre diferentes víctimas del terrorismo, a propuesta de una de las viudas del atentado en "Hipercor".
Víctimas de diferentes bandas terroristas que han actuado en España y del terrorismo yihadista en atentados tanto dentro como fuera de territorio español participan en el mismo.

Victimas que aparecen en sus correspondientes sentencias y que o bien pertenecen a diferentes asociaciones o incluso no pertenecen a ninguna.


Víctimas que residen en diferentes puntos de España coinciden en lo expresado en el documento.
Sólo se trata de hacer llegar a la opinión pública que existen víctimas anónimas del terrorismo  (de ahí el nombre del escrito: VICANTER) que estamos por la labor de que todo acabe del mejor modo posible, con el máximo cumplimento de la legislación y con el único propósito de que nadie, nunca más, pase por nuestra misma situación.

Para más información pueden contactar en el móvil 686.369.666 (Roberto Manrique). Se podrá derivar la participación a otras víctimas que también pueden ser consultadas.

Contactos realizados: 100
Respuestas: 81
A favor: 80
No sabe / no contesta: 1
En contra: 0
Sin responder: 19
Fecha: entre 15/10 y 18/10

Hoy se cumple un año desde que la banda terrorista ETA anunció, textualmente, el “cese definitivo de la actividad armada”. Este anuncio significó una buena noticia para todo el país y abrió una etapa de esperanza en que las palabras y las razones han empezado a marginar la violencia y  la exclusión en el logro de objetivos políticos.

Quienes firmamos el presente escrito, somos víctimas de diferentes organizaciones terroristas y diversas opiniones políticas que dentro de nuestra pluralidad coincidimos plenamente en  no querer que nadie, nunca más, pase por nuestra misma situación. Desde el momento de sufrir nuestro atentado hemos deseado que cualquier tipo de terrorismo cesara para no ver más vidas destrozadas.

Entendemos que estamos en un momento crucial en relación con el deseado final del terrorismo de ETA y por ello queremos colaborar para que todo llegue a buen término.

No nos arrogamos ninguna representatividad, ni consideramos que la condición de víctima de derecho a querer dictar la política que debe seguirse en la actual situación. No nos sentimos identificados con aquellos que en nuestro nombre expresan opiniones partidistas o quieren obtener, y a veces obtienen, réditos partidistas de nuestro dolor. No podemos permitir que opiniones personales, nunca consultadas y por tanto nunca consensuadas, puedan servir de tropiezo para conseguir un objetivo: que el fin de la banda terrorista sea cada día más real.

 Seguiremos esperando que las cosas se hagan bien, de acuerdo a la legislación, y respetaremos todo cuanto desde la ley hagan los responsables de la llamada “lucha antiterrorista”, ya sean políticos, jueces o miembros de las FCSE.

Lamentamos que algunos  utilicen los sentimientos de las víctimas para entrar en componendas de intereses políticos o ideológicos. Por ello entendemos la postura de ciertos jueces cuando toman decisiones que son atacadas por alguien desde el supuesto “colectivo” de víctimas del terrorismo y más cuando lo son sin antes haberse leído una sola línea de las sentencias correspondientes.

Esperamos por otra parte la comprensión y el afecto que  merecemos; sentirnos atendidos y  tenidos en cuenta en los espacios de reflexión, y respetados por los medios que, en ocasiones, abusan del sensacionalismo.

 Son muchos años de trabajo, de paciencia, de dignidad y de esfuerzo que ahora, al menos por nuestra parte, servirán para que este grave problema acabe. Y aportamos un enorme caudal  de confianza en el final de ETA esperando que las partes envueltas en el problema sean lo suficientemente inteligentes para que el barco llegue a buen puerto.

Deseamos que la banda terrorista ETA entregue las armas; esperamos que se disuelva y desaparezca. Que tomen conciencia de que han causado muchísimo sufrimiento inútilmente. Es necesario que acepten la realidad y den los pasos necesarios para ganar credibilidad. Pero no es menos cierto que, si hace hoy un año y un día una voz nos hubiera dicho que ETA presentaría “el cese definitivo de la actividad armada” no la hubiéramos creído.

Pero así son las cosas. Mañana se celebrarán en el País Vasco las primeras elecciones libres de actividades terroristas desde 1977 y eso ha sido un enorme logro tanto de los ciudadanos como de las FCSE, la judicatura y la política. Y también de muchas víctimas.

Por esta razón seguiremos trabajando para que el 20 de octubre de 2011 sea una fecha recordada en los libros de historia: el día que ETA reconoció su derrota y que décadas de sufrimiento causado por los terroristas  no les reportaron ningún tipo de beneficio.


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