25 febrero 2021
Paisajes urbanos del odio en Euskadi
Alcaldes de la izquierda ‘abertzale’ se niegan a retirar murales y pintadas que ensalzan a terroristas
Alberto Muñagorri se acuerda todos los días del atentado que sufrió. Lo rememora cada mañana, cuando se coloca la pierna ortopédica que sustituye a la que perdió el 26 de junio de 1982, en Rentería (Gipuzkoa), su pueblo. Tenía 10 años cuando le estalló una mochila bomba que ETA había abandonado junto a un almacén de Iberdrola. Pero aquello ya no le duele. Lo que lamenta es que después de una legislatura de avances en un relato compartido por todos tras el fin de la violencia, se esté dando marcha atrás en su pueblo.
En 1982, el alcalde de EH Bildu, Julen Mendoza, entre otros gestos con las víctimas de ETA, participó en el homenaje a la familia del policía nacional asesinado por la banda ese año, Antonio Cedillo Toscano, y dijo: “Teníamos una deuda pendiente con vosotros”. La actual regidora, Aizpea Otaegi, también de la izquierda abertzale, se ha negado ahora a retirar del espacio de propiedad municipal una serie de murales y pintadas que recuerdan a los asesinos. “Ya no me da rabia, estoy acostumbrado desde pequeño”, recuerda Muñagorri. “Me produce pena porque el espacio público es de todos, no solo de ellos”, asegura casi 40 años después de sufrir el atentado.
El caso de Rentería no es una excepción. La asociación Gogoan, por una memoria digna, se ha dirigido a los ayuntamientos de Rentería, Hernani y Oiartzun, todos gobernados por EH Bildu, para pedir a sus responsables que eliminen esos murales de los espacios de titularidad municipal. La respuesta ha sido negativa. Muñagorri se entrevistó con la alcaldesa Otaegi para contarle en persona los sentimientos que despierta pasear por la plaza de su pueblo y ver que junto a la ikastola de niños hay dos murales que ensalzan la imagen de los terroristas. “Nos dijeron que había un proyecto para transformarlos en otra cosa, pero ahí siguen”, se lamenta.
Los responsables municipales tampoco han querido responder a las preguntas de EL PAÍS. “Es de una pedagogía terrible para los niños que estudian allí y para la convivencia”, dice Muñagorri. Txema Urkijo —exasesor de la Oficina de Víctimas del Gobierno vasco— y su hermana Isabel, el periodista Gorka Landaburu y el exrector de la Universidad del País Vasco (UPV) Pello Salaburu, entre otras personas, pidieron al alcalde de Hernani la retirada de las fotos de los presos de ETA que están ubicadas en el frontón del pueblo y la banderita con el lema “Euskal presoak etxera” (“Los presos vascos, a casa”) que ondea en lo alto de un mástil colocado en la plaza del pueblo. El propio alcalde, Xabier Lertxundi, de EH Bildu, ya ha comunicado a la asociación a través de una nota que no iba a retirarlo. “El espacio público es de todos, no solo de ellos”, denuncia una víctima de ETA.
Opinión:
Qué cantidad de oportunidades está perdiendo la izquierda abertzale para poder demostrar la intención de respetar a las víctimas que causó la banda terrorista ETA. Sólo espero que recapaciten y cambien de postura.
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