04 mayo 2022
El ‘caso Pegasus’ afecta ya a cuatro investigaciones sobre yihadismo
Servicios extranjeros recelan tras las revelaciones de los pinchazos a Sánchez y Robles
El caso Pegasus, una sacudida en la política, ya está provocando también daños operativos. Esta crisis está afectando directamente a, al menos, cuatro operaciones contra el terrorismo internacional que estaban en marcha. Y es que estas operaciones, indagaciones que están en fase embrionaria, las está llevando a cabo el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en colaboración con otros servicios extranjeros, que son los que han dado la voz de alerta a España sobre las actuaciones de sospechosos.
Se trata de seguimientos e investigaciones sobre terrorismo islamista, sobre células de captación. Según explican fuentes de la lucha contra el terrorismo, la exposición de los espionajes a altas instituciones del Estado (presidente del Gobierno y ministra de Defensa) ha levantado cierta «suspicacia» en estos servicios internacionales. «Porque este tipo de relaciones han que cuidarlas al máximo. Son de extrema delicadeza y están basadas en la confianza», explican estos especialistas en conversación con este periódico.
Recuerdan que la colaboración internacional para luchar contra el terrorismo yihadista es «sencillamente imprescindible». Muchas de las operaciones que las Fuerzas de Seguridad del Estado llevan a cabo en territorio nacional arrancan de la información que recibe el CNI de «servicios amigos». Y esos servicios confían en la discreción de los agentes y del Centro. Por eso miran con preocupación cómo el Gobierno español es el que desvela en público los posibles «boquetes de seguridad», como el espionaje a Pedro Sánchez y a Margarita Robles. Estos servicios «amigos» siguen «con mucha preocupación» la crisis Pegasus y trasladan su desconcierto ante esta situación que se produce cuando en Europa hay una guerra y en vísperas de que España sea el anfitrión de la cumbre de la OTAN.
Estas fuentes explican que para la lucha contra este terrorismo son esenciales los vínculos con países como Estados Unidos y Marruecos. Es este último país el que más importancia tiene para luchar y prevenir el radicalismo en España. Un porcentaje muy significativo de las operaciones que se han llevado a cabo en España han arrancado por datos aportados por Marruecos. Y la comunicación policial y de Inteligencia en esta materia está funcionando, pese a los vaivenes políticos. Pero ahora en el CNI temen que esta relación pueda verse afectada tras los mensajes de que detrás del caso Pegasus podría estar Rabat. Las operaciones en curso y ahora «afectadas» se refieren a células de captación, según explica estas mismas fuentes.
Confianza. Esa es la palabra clave. Sobre ella se solidifican las relaciones con los servicios extranjeros. «Si ese hilo se rompe, tendremos un problema muy grave», apuntan estos expertos en la lucha antiterrorista. «Esos vínculos de confianza son los que ahora peligran».
La respuesta que están observando por parte del Gobierno al denominado caso Pegasus no solo provoca malestar entre los agentes del Centro, como ya adelantó EL MUNDO en su edición del lunes («nos dejan a los pies de los caballos»), sino que los más antiguos están «desencantados» y «descontando días para pasar a la reserva». Recuerdan estas fuentes que la gran mayoría de estos antiguos provienen de las Fuerzas Armadas, mientras la mayoría de los «modernos» provienen del ámbito civil y se muestran más «prudentes» ante la delicada situación que vive la Inteligencia del Estado. Los servicios temen que esta crisis pueda tener también incidencia en las actuaciones sobre inmigración, donde el Centro de Inteligencia tiene un peso ponderado dentro de las labores de seguridad del Estado.
Opinión:
Leyendo esta información solamente me viene a la mente una cuestión, en la que deseo estar siempre equivocado.-
Si se diera la circunstancia de que una de estas operaciones a las que se considera afectadas, finalmente llegara a cumplir sus macabros objetivos… además de los autores ¿existiría algún otro tipo de culpabilidad o responsabilidad?
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