16 mayo 2022
Las mismas lágrimas que vuelven a ser pisoteadas
Plástico, aurreskus, y el carnicero que vuelve a su pueblo con la libertad y algunas anécdotas del ‘talego’. Ése es el panorama al que llega irremediablemente España por, ya saben, la doctrina Atristain, que ya dijimos en estas páginas, con el cabreo del momento, que si los buenos van a Lourdes, los malos, ay, van a Estrasburgo. Este europeísmo etarra es otra de estas paradojas que remueven la bilis mañanera, cuando dicen los terapeutas que hay que saludar al sol. Aparte lo del procedimiento, que lo dejamos para los especialistas de la cosa, la realidad es ésta. Una barra libre para que salgan los criminales, vestidos de limpio, entre el dolor de las viudas y los huérfanos, que ésos sí que no tuvieron derecho a un juicio justo y a poder comunicarse. Me pongo en su pellejo, no puede ser de otra manera, y comprendo ese volunto primero de ir a Estrasburgo a ciscarse en el TEDH, donde deben ser sus funcionario salgo así como la quintaesencia de la Justicia. Togas por encima del bien y del mal y que, como Santa Teresa, levitan y procuran esas romerías tan ibéricas que son los ‘ongi etorri’. En el fondo lo que me duele y lo repito es el dolor (sic) de las víctimas, como bien recordó la estupenda entrevista a la viuda de un exguardia civil a la que el etarra Gadafi le dejó la cama sola, un llanto eterno y una nevera vacía en el pecho. Luego, la chulería del etarra X, de la madre, con no sé qué sentido de labor libertaria e histórica del niño, como si el ‘pollopera’ fuese un mártir por las libertades. La filfa entera cargada de razones porque en Europa mean colonia, como Guardiola, y a España la verán, no sé, en blanco y negro y como yo veo ‘El verdugo’ de Berlanga. Ya Europa ha dictado doctrina. Hay un rugir de ratas en las calles. Tenían razón, nuestros padres mintieron. Otro día hablaremos de letras pequeñas leguleyas; hoy no. Hoy escribo de mi duermevela con dos cementerios: uno con verdines, quizá el de Polloe. Y otro blanco, casi andaluz, que mira al infinito del Mediterráneo. Las mismas lágrimas que vuelven a ser pisoteadas.
Opinión:
Me gustaría decirle al señor Jesús Nieto Jurado que doy por supuesto que es
joven y esa excelente cualidad es la causante de que haya olvidado cuántos
terroristas de la banda asesina ETA ya han ido saliendo a la calle desde
tiempos inmemoriales, incluyendo los años en que los gobiernos no coincidían
con la sigla que gobierna ahora.
Tampoco, seguramente por cuestión de edad, recuerdo haberle visto en ningún juicio contra ninguna banda terrorista, especialmente en aquellos años de finales de los ochenta, la década de los noventa y principios de siglo.
Pero quiero recordar también que muchas víctimas del terrorismo hemos tenido que acatar la puesta en libertad de gran número de terroristas porque la legislación lo permite… empezando por aquel Código Penal franquista de 1973 que permitía la redención de condena por buen comportamiento y los beneficios penitenciarios subsiguientes.
He compartido muchas lágrimas, más de las que se pueda imaginar el señor Jesús Nieto Jurado, con cientos de víctimas. En entierros, en sus casas, en sus trabajos… incluso lágrimas causadas por el desconsuelo que aportaba la desconsideración y el abandono que recibíamos por parte de la administración que tiene la competencia en la atención y el apoyo a “LAS” víctimas.
Pero esa cuestión parece no importar porque no se puede utilizar de manera partidista. Y no se puede porque todos los gobiernos, sin distinción de siglas, han cometido y siguen cometiendo los mismos errores.
Por cierto, un dato más. Muchas viudas y huérfanos han tenido derecho a un juicio justo, precisamente ese es el mayor mérito de tantas víctimas anónimas: el respetar la legislación por encima de los intereses partidistas, de ideologías personales. Con el único objetivo de que gente como el señor Jesús Nieto Jurado pueda pasear tranquilamente o entrar en cualquier supermercado sabiendo que la banda terrorista ETA no le destrozará la vida. Como nos la destrozó a tantos antes.
Y conste que para fastidiar a las víctimas no hace falta buscar jueces en Estrasburgo. Muchas han recibido sentencias sobre sus secuelas que serían la vergüenza de cualquier país mínimamente serio y justo. Si lo desea, el señor Jesús Nieto Jurado me puede pedir más información y la tendrá. Otro tema será si tendrá la osadía de publicarla.
Y lo de meter en el saco a Guardiola ya es pa’nota…
Ah, y recordarle que yo también era el carnicero, trabajando en esa preciosa profesión en Hipercor
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