17 octubre 2022
Interior acerca al País Vasco a uno de los asesinos de Muñoz Cariñanos
Harriet Iragi es el último de los miembros del comando Andalucía que quedaba fuera de las cárceles de su comunidad
También fue el autor material del asesinato de Luis Portero y participó en el de Martín Carpena
En abril fueron acercados los asesinos de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García
El Ministerio del Interior acordó el pasado viernes el traslado de once presos etarras a cárceles del País Vasco. Entre ellos está Harriet Iragi Gurruchaga, uno de los autores del asesinato del médico militar Antonio Muñoz Cariñanos, del que se cumplieron el domingo 22 años.
Muñoz Cariñanos, otorrinolaringólogo y coronel del Ejército del Aire, fue tiroteado en su consulta de la calle Jesús del Gran Poder la tarde del 16 de octubre de 2000 por los etarras Jon Igor Solana Matarrán y Harriet Iragi. Ambos serían detenidos poco después en la Macarena, donde tenían un piso franco, después de que la ciudadanía colaborara con la Policía para que no pudieran huir. Iragi resultó herido en el brazo tras un tiroteo con la Policía.
Además de participar en el asesinato de Cariñanos, fue el autor material de la muerte del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Luis Portero, el 9 de octubre de 2000 en Granada, y estuvo implicado en la del concejal del PP de Málaga José María Martín Carpena, el 15 de julio de ese mismo año.
Iragi era el único miembro del comando Andalucía que seguía en una prisión de fuera del País Vasco. La Secretaría general de Instituciones Penitenciarias acordó su traslado de la cárcel de Logroño al centro penitenciario que corresponda en el País Vasco.
Ingresó en prisión el 20 de octubre de 2000 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos y delitos de homicidio, atentado, estragos, tenencia de explosivos, falsificación, robo, asociación ilícita y calumnias. Cumplirá las tres cuartas partes de la pena en mayo de 2023.
Tras la propuesta de la junta de tratamiento de la prisión riojana, Interior resolvió su traslado a su comunidad autónoma de origen, junto con los de otros diez presos etarras. Entre ellos hay también algunos de los terroristas que pasaron tiempo encarcelados en las prisiones sevillanas, pero que ya se encontraban en cárceles más cercanas a su tierra. Es el caso de Asier Arzalluz Goñi o Iker Olabarrieta Colorado.
Estos traslados se enmarcan dentro de la política de acercamientos de presos etarras que puso en marcha hace ya tiempo el Ministerio del Interior. El pasado mes de abril fueron llevados a cárceles más próximas a sus domicilios Mikel Azurmendi y José Luis Barrios, los asesinos del concejal sevillano Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García Ortiz, a los que mataron el 30 de enero de 1998 en la calle Don Remondo, en el centro de la capital andaluza.
Opinión:
Es curioso cómo se transforma en noticia una situación que ha sido una constante durante las últimas décadas, incluyendo aquellos años en los que la banda terrorista ETA atentaba día tras día…
Seamos sinceros. ¿Cuántos asesinos de víctimas anónimas, sin representatividad política ni social ni mediática, han sido acercados durante los últimos treinta años y no han aparecido en un solo titular? Desde “mi” atentado en 1987 he vivido una realidad: que hay víctimas del terrorismo de distinto rango y nivel dependiendo de cual fuera su actividad laboral o a qué siglas políticas pudieran representar.
Por ello, desde el mayor de los respetos, pregunto:
¿a alguien le interesa saber cómo están las víctimas (SI, LAS VICTIMAS) que estaban en la consulta del Doctor Muñoz Cariñanos?
¿alguien sabe si había algún niño en la consulta?
¿alguien tiene idea de cómo están hoy mismo?
¿alguien se ha preocupado de conocer cómo están, incluso a nivel de reconocimiento como víctimas del terrorismo, las personas que presenciaron el asesinato?
Venga, ¿hablamos?
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