lunes, 19 de junio de 2023

19 junio 2023 (9) Acto homenaje (escrito leído)

19 junio 2023 Acto homenaje (escrito leído)

 


 

A continuación presento el escrito leído por Nuria Diaz, hija de Ovidio Díaz López, primera víctima mortal de la banda terrorista ETA en Catalunya (06.junio.1975).

El escrito ha sido leído por Gisela Sidera, también huérfana por terrorismo tras el asesinato por la banda terrorista ETA de su padre Francisco Sidera en el Hotel Corona de Aragón de Zaragoza (12.julio.1979).

Por cierto, el mismo día y mismo mes del asesinato de Miguel Angel Blanco. ¿Algún acto en memoria de los 78 asesinados y 113 heridos en el Hotel mencionado?

 

 

 

Queridos asistentes, amigos y familiares,

Hoy nos reunimos aquí, en este homenaje a las víctimas del terrorismo, para recordar y honrar a aquellos seres queridos que fueron arrebatados de nosotros de manera cruel e injusta y, especialmente, a los 21 fallecidos y 45 heridos que tal día como hoy hace 36 años la banda terrorista ETA dejó en nuestra ciudad en el mayor atentado de la banda en la capital catalana.

También en este mes, el día 6, se cumplieron 48 años del fallecimiento de mi padre, el Cabo 1º de la policía nacional Ovidio Díaz López, asesinado por ETA en el transcurso de un tiroteo tras el atraco a la sucursal número 3 del Banco de Santander, en el número 70 de la calle Caspe en Barcelona, convirtiéndose así en la primera víctima mortal de la banda en Catalunya.

Desgraciadamente tras él, más de 850 asesinatos, 54 de los cuales fueron perpetrados aquí en Catalunya, y 2.600 heridos son las escalofriantes cifras que la barbarie y el sinsentido de la banda terrorista ha dejado en nuestro país. Miles de familias destrozadas para siempre e infinidad de huérfanos entre los que me encuentro, a los que unos asesinos privaron de disfrutar y en mi caso incluso de conocer, puesto que mi madre estaba embarazada de mí cuando lo asesinaron.

El recuerdo de mi padre, de las víctimas de Hipercor que hoy honramos aquí, y el de todas las víctimas del terrorismo en general, sigue vivo en nuestra memoria y en nuestros corazones. Aunque los años pasen, el dolor y el vacío que dejaron en nuestras vidas es irreparable y nunca desaparecerá por completo; sin embargo, actos y homenajes como el que estamos realizando hoy aquí, hacen que nos sintamos más acompañados, apoyados y arropados en ese dolor y nos dan una inyección de ánimo para seguir perpetuando su memoria.

Me gustaría finalizar este discurso agradeciéndole a Roberto Manrique que haya querido contar conmigo para este acto tan especial y emotivo y agradecerle también su cariño y su recuerdo año tras año en estas fechas.

Por último, destacar la necesidad de este tipo de homenajes, para que no olvidemos jamás tantos años de asesinatos, miedo y terror que destrozaron a tantísimas familias. Cada vida perdida es una tragedia que no debe ser olvidada ni minimizada, de ahí la importancia de estos actos, para que también las nuevas generaciones conozcan este pasado tan doloroso que esperemos no se repita nunca más, pero que tampoco debemos olvidar… por ellos, por todos.

Gracias y un abrazo 

 

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