sábado, 9 de marzo de 2024

06 marzo 2024 (3) 20minutos (opinión)

 

06 marzo 2024 

 

Eulogio Paz, Asociación 11M: "Hay gente que no ha vuelto a subirse a un tren y quienes tienen recaídas en los aniversarios"

El presidente de las víctimas dice que ya tienen la verdad, pero les falta el reconocimiento y la memoria.

El ataque que marcó "un antes y un después" en la lucha de la UE contra el terrorismo.

Eulogio Paz es el presidente de la Asociación 11-M. Representa a las familias de los 192 muertos y los 1.800 heridos del mayor atentado yihadista de la historia en suelo europeo. Su hijo, Daniel Paz Manjón, que en ese momento tenía 20 años, iba en el tren que explotó en El Pozo. Paz tomó en 2016 el testigo de su exmujer y madre de Daniel, Pilar Manjón, al frente de la única asociación que queda específica de ayuda a las víctimas de los atroces atentados de marzo de 2004, un reto que Paz sustenta en velar "por el relato objetivo de los hechos" y la "memoria" de los suyos.

¿Cómo se encuentran las víctimas del 11-M?

Somos 1.900 socios. Con el paso del tiempo algunas secuelas van mejorando, pero otras se agravan. Por ejemplo, una persona que sufrió impacto de la onda explosiva de una bomba en el oído necesita nuevos aparatos y otras personas, otros tipos de prótesis. Seguimos atendiendo física, psíquica y emocionalmente a los afectados. En nuestra asociación trabajan siete psicólogas, porque hay personas con traumas. Hay gente que no ha vuelto a subirse a un tren, gente que está dos años en terapia y lo deja, pero tiene recaídas en los aniversarios. Los periodistas muchas veces se creen que las víctimas están más dispuestas a hablar en torno a los aniversarios, pero es al contrario. En estas fechas hay mucha gente que no quiere hablar. A lo mejor las llamas en el mes de julio y te dicen algo, pero en estas fechas se recluyen en su casa y en su entorno.

Como presidente, cada 11-M da un discurso en Atocha. ¿Qué mensaje quiere transmitir a la sociedad al cumplirse 20 años del atentado?

Queremos hacer lo mismo que todos los años, actos en los cuatro lugares donde explosionaron los trenes (Atocha, Téllez, en Santa Eugenia y en El Pozo). Con motivo del 20 aniversario, solo vamos a añadir la proyección del documental del 11-M en el Círculo de Bellas Artes, para juntarnos. Evidentemente, diré por qué estamos aquí: por los atentados yihadistas de 2004, motivados por la participación de España en la Guerra de Irak. Otra de las cosas que quiero decir es que esos atentados fueron anticipados por el entonces Presidente del Gobierno, José María Aznar, y su fundación, FAES, que, en enero 2003, dijo que cabía esperar el recrudecimiento del terrorismo en los países que participasen en la guerra de Irak. Es lo que he dicho por activa y pasiva en estos 19 años. Tras 20 años, a la sociedad le volveremos a pedir que reconozca lo que pasó, porque en los libros de historia tiene que quedar un relato objetivo de lo que sucedió para la construcción de la memoria.

El lema de su asociación es 'Verdad, Justicia, Reparación, Memoria y Paz'. ¿Tienen toda la verdad o les falta saber algo para estar en paz?

La verdad es la que es. Es la verdad de los hechos probados en un juicio que se celebró durante cuatro meses, de febrero a junio de 2007. Después de una serie de comparecencias de expertos, de testigos, de policías, de acusados, el juez concluyó que la autoría de los atentados es de una célula yihadista, por lo tanto, esa es la verdad. Hablar de la verdad absoluta y divina no te lleva a ningún lado. Esa otra verdad, la de la gente que está buscando quién es el autor intelectual y piden que no prescriban los hechos (a los 20 años), consideramos que es consecuencia de no reconocer el planteamiento probado y de que les gustaría encontrar una autoría de ETA por algún sitio. Pero, la verdad, objetivamente, es la que es. Se producen unos atentados terroristas motivados, entre otras cosas, no digo que solamente, por la guerra de Irak en la que España participa. Es la única verdad que conocemos. Aunque hay gente que especula si fue ETA, si Rubalcaba, Marruecos, Zapatero o la OTAN...

¿Qué les ha molestado más de las especulaciones?

Se han dicho auténticas barbaridades, como que los terroristas que se suicidaron en Leganés no se suicidaron, sino que los mató la Policía y los llevaron congelados allí para hacer el paripé. Cosas inverosímiles que te causarían incluso risa si no fuera por lo dramático de la cuestión. Al comisario de Vallecas le acusaron de haber preparado la mochila de Vallecas. Se han dicho cosas bárbaras, pero además están los insultos y difamaciones que hemos recibido.

¿Les han dejado secuelas?

Secuelas muy graves. Es una doble victimización. Al dolor de tener un asesinado, se añade el dolor de estar escuchando mentiras todos los días. Yo recuerdo que algunas portadas me daban ganas de vomitar. Esto a las víctimas nos ha hecho muchísimo daño. Pilar Manjón decía: "Ojalá hubiéramos sido víctimas de ETA, nos tratarían mejor". El otro día me dijeron que uno de cada tres españoles sigue diciendo que fue ETA o que algo tuvo que ver en los atentados, que les ayudó... así de grande fue la mentira que se fabricó en los tres días posteriores (al 11-M), que algunos todavía mantienen, y que supone el arranque de las 'fake news' en España. Y estamos todavía ahí.

Usted da charlas en institutos de secundaria por todo el país a jóvenes que no habían nacido el 11-M. ¿Qué les intenta transmitir?

Las charlas están basadas en mi testimonio personal. Les cuento mi experiencia ese día y los posteriores. Desde el 11 al 17 de marzo, que es cuando incineramos a Daniel, porque su cuerpo nos lo entregaron el 16 de marzo. También les explico que después vuelvo a mi trabajo, pero a la vez empiezo a investigar y a escribir sobre lo ocurrido. Luego los alumnos te preguntan lo que les da curiosidad.

¿Y qué les interesa saber a los jóvenes? ¿Qué le preguntan?

Preguntan un poco de todo, desde cómo me siento en estos momentos o si perdonaría a los que mataron a mi hijo. Les digo que ahora mismo estoy lo suficientemente bien como para contar mi relato para que les motive en la línea de que no caigan en la radicalización. Hay, a veces, entre los jóvenes, musulmanes que me preguntan también si estoy en contra de ellos o de su religión.

Muy buena pregunta la del perdón, ¿es posible perdonar algo así?

No, yo no perdono. Tampoco es una cosa que me cause problemas de conciencia. Los que tienen que perdonarse son los que asesinaron a mi hijo. Estaría bueno que además de que me asesinan a un hijo me crearan problemas de conciencia. De hecho, en el juicio yo pedí cadena perpetua para los que asesinaron a mi hijo. Pero sé que vivo en un Estado de Derecho en el que lo máximo que se pueden cumplir en prisión son 40 años, aunque tengan condena de 42.000 años. Y sé que saldrán antes por buen comportamiento y beneficios penitenciarios. Tengo que aceptarlo.

¿Qué siente hacia los que condenados del 11-M que están en prisión?

Indiferencia.

¿Alguno de ellos ha mostrado arrepentimiento?

Alguno, Emilio Suárez Trashorras (robó la dinamita), ese ha pedido perdón, pero algunos lo hacen para salir antes de la cárcel. 

¿Cree que en España hay víctimas de distinta consideración según el terrorismo que sufrieron: ETA, Grapo, yihadista...?

Eso se percibió desde el primer momento. Desde el principio, desde que se dijo, más o menos, que por nuestra culpa habían perdido las elecciones generales. Somos, desde entonces, una asociación estigmatizada, incluso a nivel de ayudas, que no han sido proporcionales a la importancia numérica. En Madrid una de cada dos víctimas mortales en atentados es por el yihadismo y parece que solo exista el terrorismo de ETA. Hay gente que al cabo del tiempo se cayó de la conspiración, porque vieron que había atentados en Bruselas, Manchester, París o Barcelona. Pero los medios que defendieron esas teorías aún no se han bajado.

Este aniversario, por ser un número tan redondo, se editan muchos libros sobre el 11-M: 'Víctimas de las mentiras', 'Las claves ocultas', '20 años buscando la verdad'. En uno de ellos el experto Fernando Reinares dice que "el 11-M pudo evitarse". ¿Comparte su reflexión?

Totalmente, porque éramos entonces un país un poco laxo con el terrorismo yihadista. Éramos amigos de los árabes, Arabia Saudí nos regaló una mezquita, por aquí pasaban terroristas camino de Siria o Afganistán. A partir del 11-S se descubre que en España ya había una célula yihadista, parte se detiene y parte no. Es la que empieza a barajar atentar en España y no había Policía que les siguiera la pista. Incluso Aznar lo dice en su libro de memorias, que publica en mayo de 2004. Viene a decir que es verdad que la sociedad española estaba involucrada en la lucha contra ETA y no se prestó la atención que se debiera al terrorismo yihadista, y dice que si fue así el Gobierno tiene una responsabilidad que asumir. Yo no he visto que el Gobierno de entonces asumiera nada, quizás solamente con la derrota electoral.

¿Qué siente cuando ve atentados yihadistas en otras partes del mundo?

La sensación de que esto no tiene ningún sentido, es atentar contra inocentes. Lo de Bataclán (París), Cataluña, el camión de Niza que arrasó con la gente. Son cosas que no tienen ninguna explicación. Pero veo difícil que esto se acabe. La situación actual de la guerra en Gaza no hace posible que cesen estos atentados. La guerra en Gaza es perjudicial para los gazatíes, primero, pero creo que resultará bastante perjudicial para el conjunto de la sociedad internacional. Las guerras generan terrorismo. La guerra de Irak generó el terrorismo del 11-M.

Opinión:

Aprovecho la excelente entrevista presentada en 20 minutos para recordar (o quizás informar por primera vez a algunos) la excelente relación que mantenemos muchas víctimas del terrorismo en Catalunya con los compañeros y amigos de la Asociación que ahora preside Eulogio y antes Pilar Manjón.

Como ejemplo: cuando la señora Esperanza Aguirre no colaboraba en nada con la Asociación 11-M Afectados por Terrorismo, desde Catalunya y siendo un servidor presidente de la asociación catalana de víctimas, conseguimos 50.000 euros de subvención de la Generalitat de Catalunya para cubrir al máximo los gastos que generaba la atención jurídica y psicológica (juicios, periciales.) de las víctimas que estaban en la asociación madrileña.

Con ese dinero se pudieron cubrir los gastos mínimos de la excelente labor de, entre otros, los abogados Ana Cortés, José María Fuster-Fabra, Antonio García, Amanda Meyer y Antonio Segura así como la excelente labor de valoración forense y pericial dirigida a cientos de heridos por parte de Sara Bosch, Marta López o Rita Pascual.

Por ello, ahora son los compañeros de la Asociación 11-M Afectados por Terrorismo de Madrid los que han tomado el relevo en la asistencia a las víctimas que atendemos desde la UAVAT al haber “cesado técnicamente “ nuestra actividad ante la falta de ayudas y recursos.

Siempre juntos y, como decía aquel… “hasta el infinito y más allá”.

 

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