05 marzo 2024
Víctimas y supervivientes
Joaquín Estefanía
La polarización apareció en la vida política española con Aznar, cuyo nombre recorre cada una de las etapas de aquella con notable singularidad. Esa polarización no ha respetado a las víctimas, ni a los supervivientes, ni a los demás
Víctimas y supervivientes. Una de las piezas más estremecedoras escritas hace 20 años sobre los atentados de Atocha fue la de las biografías de los casi 200 asesinados. Fue elaborada casi en tiempo real por los alumnos de la Escuela de Periodismo de El País que se pusieron a disposición del periódico ante la avalancha de trabajo. Los aprendices de periodistas accedían al Palacio de Exposiciones de Madrid, donde estaban expuestos los restos y habían de hablar con los familiares de aquellos que, hacía solo unas horas antes, estaban vivos, arrancándoles la información con el máximo respeto. Era tal la dureza de esa demanda que alguno de aquellos chavales flaqueó y pensó que el periodismo no era para él. Hoy, afortunadamente, es un estupendo periodista que escribe en los diarios con notable éxito. Sin embargo, han hecho falta dos décadas para que se rompa el muro de silencio sobre las responsabilidades de quienes intentaron hacer del 11-M un relato alternativo, una posverdad. Iñaki Gabilondo dice que la polarización de hoy es hija de la polarización de entonces. Más bien es nieta. La polarización apareció en la vida política española con Aznar, cuyo nombre recorre cada una de las etapas de aquella con notable singularidad. Esa polarización no ha respetado a las víctimas, ni a los supervivientes, ni a los demás.
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