martes, 31 de julio de 2012

30 julio 2012 El Mundo

30 julio 2012



Los políticos de Baleares olvidan a las víctimas
Homenaje íntimo en Palma a los dos últimos asesinados por ETA en España

Miquel A. Font




Fue un homenaje lleno de sentimientos y emotividad, pero no fue en ningún caso el homenaje solemne e institucional que corresponde a las víctimas del terrorismo. Pudo haber falta de coordinación por parte de la organización pero lo cierto es que ninguna Administración se preocupó de enmendar la plana y tomar cartas en el asunto. Al final, no hubo apenas autoridades, y por no haber no hubo ni un micrófono para facilitar la audición a los parlamentos.

Todos los fallos al final quedaron en nada gracias a la solemnidad que dieron al acto los organizadores y al centenar de ciudadanos que se desplazó a la plaza de Cort de palma para depositar un clavel blanco junto al olivo en recuerdo de Carlos Sáenz de Tejada, Diego Salvá y Antonio Planas. Los dos primeros fueron los agentes de la Guardia Civil  que perdieron la vida hace hoy tres años en el atentado  terrorista en Palma Nova (Calvià). Planas murió  asesinado en Kabul por la insurgencia talibán en junio de 2011. Tejada y salvá son las dos últimas víctimas de un atentado que ha sido el último de ETA en España y que está lejos de haber sido esclarecido, ya que no cuenta con ninguna detención.

Entre los presentes, los familiares de las víctimas, ciudadanos anónimos y miembros de la Guardia Civil y de la Policía, aunque ningún alto mando, y una más que discreta representación institucional y política, encabezada por el Conseller de Turismo, Carlos Delgado. Estuvieron también la ex-alcaldesa socialista de Palma Aina Calvo, el exdelegado del Gobierno José María Rodriguez y apenas nadie más.

La ausencia más notable y criticada fue la de Teresa Palmer, que desaprovechó la primera oportunidad que tenía como nueva delegada del gobierno para mostrar su apoyo a las víctimas del terrorismo. Muy notable también, las ausencias de los alcaldes de Palma y Calvià, Mato Isern y Manu Onieva, respectivamente. Antonio Salvá, padre de uno de los guardias  civiles asesinados, se refirió a las ausencias citadas y dijo que las familias de las víctimas son “la piedra en el zapato de los políticos que prefieren mirar hacia otro lado”. Salvá se mostró rotundo al afirmar que los políticos, “en lugar de ir a la playa, tienen la obligación de ayudar a los familiares acudiendo a actos como éste donde lo que pedimos no es venganza, sólo pedimos justicia”.

Salvá reprochó al alcalde Isern que no haya ofrecido los medios adecuados para llevar a cabo el homenaje. Al parecer, el Ayuntamiento no denegó ningún micrófono, puesto que no hubo petición, pero tampoco de preocupó del asunto.  

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