La UE deja a los africanos el protagonismo de la reconquista del norte de Mali
Europa y España se juegan mucho en la guerra de Mali contra los islamistas radicales.
Hasta 450 militares europeos asesorarán a las fuerzas malienses
Si los islamistas logran hacerse con el control del vasto país africano, el contagio a los inestables países vecinos “nos situaría a los europeos y, especialmente, a los españoles, haciendo frontera con Al Qaeda”, advirtió ayer en Bruselas el ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo. La principal preocupación del Gobierno español, en este sentido, es la capacidad de Mauritania de controlar su frontera.
El ministro de Exteriores de Mali Tiéman Coulibaly, presente también en la reunión de la UE convocada de urgencia a petición de Francia para abordar la crisis, dejó claro a los europeos que las intenciones de estos grupos “son puramente criminales”. “No podemos cruzarnos de brazos”, enfatizó Coulibaly, pidiendo todo tipo de apoyos para la fuerza militar internacional aprobada por la ONU. “Lo importante es que el mundo entero se ponga de acuerdo para dar la batalla” al terrorismo, dijo. La UE ha garantizado apoyo logístico y financiero, aunque ayer no comprometió cifras concretas.
El papel de Francia respondiendo sin dilación a la llamada de socorro de Mali para frenar el avance terrorista hacia el sur recibió ayer el respaldo unánime de los ministros europeos de Exteriores. “Francia no está sola. Francia sólo ha sido la precursora”, aseguró el representante francés, Laurent Fabius, llamando a las fuerzas políticas francesas a evitar polémicas respecto a su soledad en la operación.
Fabius se mostró satisfecho por los resultados de la reunión y sugirió que otros países se han ofrecido a enviar tropas de combate. Es “absolutamente posible” que envíen también soldados. También la dirigente europea Catherine Ashton habló de nuevos apoyos militares y no meramente logísticos, pero ayer, y a pesar del grave diagnóstico de la situación que comparten los Veintisiete, ningún país hizo ningún anuncio al respecto. Italia y España lo descartaron.
García-Margallo insistió que, una vez logrado el primer objetivo (impedir que los rebeldes ampliaran su control del país), en la segunda fase de reconquista del territorio ocupado “ni siquiera las tropas francesas” asumirá tareas de combate. “El protagonismo corresponde a las tropas africanas con carácter exclusivo”, indicó el ministro, anticipando un papel mayor a la UE que a Estados Unidos en esta crisis.
Los Veintisiete optaron por dejar atrás sus reticencias a colaborar con el actual Gobierno de Mali –llegó al poder tras un golpe de Estado en marzo–, y Coulibaly pactó una hoja de ruta para organizar elecciones en el país después de la liberación del norte, prioridad absoluta ahora de ambas partes.
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