17 abril 2020
(13.04.20)
El corazón helado
Parece que todo vale porque algunos, con la intención de
utilizar políticamente la pandemia, han olido sangre en la desgracia
Parece
increíble que, cuando más información tenemos a nuestra disposición, nos cuelen
mentiras.
Pues se cuelan y algunas triunfan. En medio de una pandemia terrible, la
saturación de mentiras, basura y bulos en España desprende un olor tan fétido que
obligaría a todas las personas y partidos de bien a movilizarse para
desmentirlas. ¿Por qué no se hace? ¿ Por qué no pasa? Porque se
están utilizando políticamente para desestabilizar a un país que tiene a fecha
de hoy más de 17.000 muertos, 169.000 contagiados y 40 millones metidos en casa.
Junto a las
fronteras se han levantado las trincheras partidistas dentro de las cuales todo
vale. Así, el ingreso mínimo o la renta básica, que reivindica hasta el Papa
Francisco, en España se convierte en la prueba irrefutable de que nos gobiernan comunistas de la guerra
fría soviética o la guerra caliente bolivariana. O se difunde
que se van a expropiar viviendas particulares o nuestro dinero en el banco,
aterrorizando gratuitamente a las personas mayores. O la
última barbaridad de Vox,
que dice que se está practicando una eutanasia feroz en las residencias.
Todo vale
porque algunos
han olido sangre en la desgracia. Que este era un gobierno con
debilidad parlamentaria lo sabíamos desde las elecciones y la tentación de
derrocarlo se impone a la necesidad de poner primero a salvo
vidas y luego proteger a los más vulnerables.
De la
ultraderecha no podemos esperar que quiera a los españoles, ellos solo se quieren a sí
mismos. O de los de Torra, que están delirando porque reciben un número de
mascarillas que dicen que coincide con una fecha histórica. Pero que el
PP no cave un foso a la utilización política de una tragedia y algunos dirigentes hayan difundido esas mentiras
hiela literalmente el corazón.
Esto no va
de criticar al gobierno, que es el derecho y la obligación de la oposición y de
los medios de comunicación. Esto va de no mentir y no de utilizar políticamente
la pandemia. 4.260
personas mayores muertas en residencias en Madrid (competencia autonómica,
porque parece que hay que explicar todos los días la organización del Estado
español), 80 muertos en residencias de Asturias. Bueno, pues el PP asturiano,
que allí está en la oposición, pide una comisión de investigación. ¿La pedirá
en Madrid, cuando reabran algún día el parlamento regional?
Lo he dicho
varias veces y lo volveré a repetir las que haga falta. Nadie
en su sano juicio puede dudar de que todas esas administraciones, la central,
las autonómicas, las municipales, de cualquier color político, están ahora
mismo haciendo todo lo que pueden y se les ocurre para salir de esta.
Pero desestabilizar en este momento o mentir, como se mintió en el 2004, en el
peor atentado de nuestra historia, sin que hayamos escuchado todavía una
disculpa, es una falta de respeto a los muertos, a sus familias y a quienes se
juegan la vida ahora mismo en una UCI en la cama o curando. Y a
quienes no saben cómo van a vivir, no después de la pandemia,
sino el mes que viene.
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