martes, 13 de agosto de 2019

08 agosto 2019 Diario Vasco (opinión)

08 agosto 2019 



«Mientras muchos se dedicaban a glorificar a ETA, algunos valientes optaron por hacer frente al terror»
Moreno asegura en su libro ‘Gestos frente al miedo’ que «las movilizaciones hicieron perder legitimidad a la banda terrorista»

Irene Moreno Bibiloni. Historiadora

Fue después de licenciarse como historiadora cuando Irene Moreno Bibiloni (Mallorca, 1988) se enteró de que había existido una organización llamada Gesto por la Paz. Acababa de terminar un máster y había obtenido una beca para hacer un doctorado. Le interesaba investigar sobre ETA, pero quería profundizar en los movimientos sociales que plantaron cara a la organización terrorista. Fruto de su investigación nace ‘Gestos frente al miedo’, un libro que cuenta la historia de los que resistieron durante los años de plomo en Euskadi.

–¿Quién lideró la primera manifestación contra ETA?
–El Partido Comunista de Euskadi convocó la primera manifestación en 1978, después del asesinato del periodista José María Portell, en 1978. A los pocos meses, el PNV convocó otra manifestación que fue más multitudinaria, cuyo lema no era específicamente contra ETA.

–¿Hubo alguna figura decisiva en los inicios de Gesto por la Paz?
–No señalaría a nadie en concreto. Las primeras manifestaciones de Gesto fueron organizadas por curas de colegios religiosos.

–Pero a la Iglesia vasca se le acusaba de haber sido tibia con ETA...
–La cúpula de la Iglesia vasca siempre fue muy nacionalista y no terminaba de hacer una crítica a ETA, pero este movimiento fue iniciado por sacerdotes de barrio o de parroquia.

–¿Cómo calificaría a quienes iniciaron Gesto por la Paz?
 –Era gente corriente que, en un contexto en el que había mucho miedo, fue muy valiente.

–¿Tenían una ideología concreta?      
 –No, había de todo, nacionalistas y no nacionalistas.

–Sectores afines a la izquierda abertzale convocaron movilizaciones frente a las primeras concentraciones contra ETA. ¿Lograron retraer a los manifestantes?
 –Unos aguantaron, pero realmente fue perjudicial porque muchos que ya se habían manifestado en grandes movilizaciones tuvieron miedo de acudir a las concentraciones de Gesto, que eran mucho más pequeñas.

–En su libro habla del miedo, pero también de la indiferencia y de la aceptación, del «algo habrán hecho».
–Hay estudios realizados en los años 80 y 90 en los que se refleja que había una parte de la sociedad que glorificaba a los terroristas y otra que miraba para otro lado. En ese ambiente social hubo algunos valientes que decidieron hacer frente al terror. Pero, por lo general, hasta que no ponían una bomba en tu barrio o un atentado te tocaba de cerca…

–¿En esos casos los afectados cambiaban su forma de ver el terrorismo?
–Sí, sobre todo a partir de los años 90, cuando ETA comenzó a secuestrar y a asesinar no solo a guardias civiles, que tenían una mala imagen en el País Vasco, sino también a políticos. ETA ya había secuestrado en los 80, pero más adelante la banda comenzó a llevar a cabo cautiverios terribles de cerca de dos años, como el de Ortega Lara. En esos momentos comenzaron las manifestaciones multitudinarias.

–¿A ETA le afectó el hecho de que los vascos comenzaran a manifestarse masivamente en su contra?
–Seguían asesinando. No les afectó a nivel de organización, pero sí respecto a la legitimación social que perdían.

–Las manifestaciones de Gesto se llevaban a cabo en silencio. ¿Hubo algún momento en el que la respuesta fue más contundente?
–En el funeral de Gregorio Ordóñez había gente muy exaltada. Luego, cuando asesinaron al juez José María Lidón, la gente ya no salió a manifestarse solo en silencio. El detonante fue el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Muchos manifestantes que no pertenecían a Gesto por a Paz fueron a las sedes de Herri Batasuna a gritar y a insultar.

–¿La sociedad vasca estuvo a la altura de la situación?
–En otros países en los que hubo terrorismo en los años 80, como en Italia, tampoco hubo grandes manifestaciones. Desde un punto de vista ético, la sociedad vasca no estuvo a la altura porque esa movilización tan masiva se pudo haber dado antes.

 –¿Por qué se disolvió Gesto por la Paz?
–Se disolvió en 2011 porque ETA anunció que ya no cometería asesinatos ni atentados, y la policía aseguraba que la organización ya no tenía fuerza.

–¿Hay gestos que siguen siendo necesarios?
–A todos los afectados por el terrorismo les preocupa la ‘batalla por el relato’. Desean que se expliquen las cosas como realmente sucedieron.

 –¿En los colegios vascos se enseña lo que usted aborda en ‘Gestos frente al miedo’?
 –Creo que no se les enseña nada. Yo no lo he visto. Estos suelen ser los temas que se quedan para el final y no da tiempo a explicar.

Opinión:

Solo decir que, curiosamente, el que ha sido el atentado con mas víctimas mortales causado por la banda terrorista ETA no fue motivo suficiente para que la gente se manifestara formalmente como pueblo… me refiero al atentado en Hipercor… (Corona de Aragón aparte).

No hay comentarios:

Publicar un comentario