sábado, 2 de octubre de 2021

29 septiembre 2021 (4) La Razón (opinión)

29 septiembre 2021 

 


Maixabel, indispensable

El miedo. El cinismo social, los silencios culpables. Bollaín tira de la manta, lo saca todo al aire, orea para que corra el aire y el resultado es una catarsis de bondad

Cristina L. Schlichting

Tenemos obra maestra. Iciar Bollaín acaba de sacar una película de esas indispensables. De las que acompañan durante mucho tiempo y te hacen comprenderte. Es la segunda obra maestra que florece en el lodo del rastro ponzoñoso que ha dejado ETA, tras el bello descubrimiento de «Patria» de Fernando Aramburu. Y, curiosamente, también habla del perdón.

Tenemos que revisitar el dolor que nos causó la banda. Por mucho que nos cueste. Se equivocan los que piensan que las cosas desaparecen bajo paletadas de arena de olvido. Están ahí, lacerando sin hablar, haciéndonos peores. El atronador sonido de las bombas y la seca detonación de los disparos. El llanto horrible de las víctimas. El miedo. El cinismo social, los silencios culpables. Bollaín tira de la manta, lo saca todo al aire, orea para que corra el aire y el resultado es una catarsis de bondad. ¿Saben ustedes la impresión del ladrón en «Los Miserables», cuando el obispo le regala los candelabros hurtados? ¿Se acuerdan del estupor del Innombrable, cuando en «Los Novios» de Manzini se siente amado? Pues eso pasa en Maixabel, cuando los asesinos descubren que su vida es una porquería y un pozo de iniquidad y empiezan a dar gracias por estar en la cárcel y reúnen el valor para ponerse de rodillas ante sus víctimas. Cuando expresan que preferirían haber sido asesinados que vivir con la vergüenza y la humillación de ser los asesinos. Es verdad que muchos etarras se niegan a dar este paso, pero también lo es que los que lo han dado (la historia está basada en hechos reales) son un hueco en el mal por el que brota un arroyo de agua viva, que de nuevo nos salpica a todos.

Maixabel no cae en el buenismo. Cuenta la lucha de cada uno de nosotros con el mal y el bien. La mentira que fue ETA y el fango podrido que dejó en los pueblos vascos y que embadurnó a los pistoleros. Y la posibilidad de todos de sacar bien del mal. No se la pierdan. Esta película de interpretaciones asombrosas les hará mejores.

Opinión:

Excelente descripción sobre la película. Solo un detalle. Cuando Cristina L. Schlichting escribe “la mentira que fue ETA y el fango podrido que dejó en los pueblos vascos y que embadurnó a los pistoleros”, me gustaría ampliar la frase a los pueblos de cualquier lugar de España, incluso en muchos franceses.

Quizás sea el momento de volver a recordar que la banda terrorista ETA no destrozó “solamente” pueblos vascos ¿no?

 

 

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