12 junio 2013 (11.0.13)
La madre de Gregorio Ordóñez deja la AVT por su connivencia con el PP: “No quiero que esa asociación represente a mi hijo”
"Es indigno lo que está pasando con algunos representantes del partido por el que fue asesinado mi hijo”
El distanciamiento que se viene escenificando desde hace meses entre el Gobierno y las víctimas del terrorismo que durante la etapa del PP en la oposición fueron de su mano contra la política antiterrorista de Zapatero se está extendiendo a la organización más emblemática de este sector, la Asociación de Víctimas contra el Terrorismo (AVT), que preside Ángeles Pedraza. El último capítulo de esta crisis es la renuncia de la madre de Gregorio Ordóñez a la asociación.
La madre de Ordóñez envía una carta a Pedraza
La madre de Gregorio Ordoñez, el teniente de alcalde del ayuntamiento de San Sebastián asesinado por ETA en
La llamada de pedraza a Génova
En su carta, Consuelo Fenollar, explica que el motivo de su renuncia a la asociación es debida a “una llamada de Ángeles Pedraza a Génova al enterarse” de que su hija, Consuelo Ordóñez, había sido invitada a un acto del PP navarro. La hermana de Gregorio Ordóñez ha sido una de las voces críticas con Rajoy y el PP. En enero pasado, en una entrevista en
Presiones de Génova al PP navarro
En la misiva enviada a
Indigno
“No quiero que esa asociación represente a mi hijo Gregorio. Es indigno lo que está pasando con algunos representantes del partido por el que fue asesinado mi hijo”.
“Ni me representa a mí…menos a mi hijo”
“Sra. Pedraza, cuánta influencia tiene en Génova ¿no? Ni me representa a mí, a la madre de Gregorio, menos a mi hijo, ni representa a muchísimas víctimas que se están dando de baja, de la que ha sido hasta hace unos años la asociación por excelencia de las víctimas de ETA, de la que ya ni creo en ella, ni creo que pueda decirse lo mismo, por mucho que sus influyentes amigos del Gobierno le preparen todo tipo de actos para escenificar que todos estamos bajo su redil y nos tienen a todas las víctimas manipuladas. No en nombre de mi hijo”, añade la madre de Gregorio Ordóñez.
Opinión:
Cuando me levanté ayer martes por la mañana solo pensaba en dos cosas: en los actos de conciliación a los que debía acudir acompañando a los trabajadores por motivos de mi trabajo en un despacho de abogados y en que mi amigo Arturo Costa (estaba muy cerca de mi cuando ambos trabajábamos en Hipercor y ETA atentó contra los allí presentes) se iba a enfrentar a un trasplante de riñón al ser compatible con su esposa Nuria.
Pero el martes soleado se complicó al recibir diversas llamadas de víctimas del terrorismo que me preguntaban nqué había ocurrido en la AVT , al enterarse de la solicitud de baja de la madre de Gregorio Ordóñez. Me preguntaban cuales podían ser las razones para tal decisión y solo me venía una respuesta: el recuerdo de aquellas setenta víctimas residentes en Cataluña que ya solicitaron su baja de la AVT el año 2006, aunque al final fueron 68 al aparecer dos cobardes de última hora que se echaron atrás. Tiempo después algunos descubrimos la verdadera razón para esa decisión y cómo vendían su “dolor” y su teatro al mejor postor (pero esa es otra historia).
Decía que respondía a mis compañeros víctimas del terrorismo diciéndoles que no me extrañaba nada de lo que ocurriera en los últimos tiempos en la actual AVT. Elecciones con candidaturas absolutamente enfrentados por el poder, de ideologías radicales a muy radicales, con una supuesta representatividad de “las” víctimas que nadie, jamás, les ha otorgado excepto algún sector de la prensa igualmente radicalizada, con una experiencia nula o casi nula que no les ha permitido jamás escuchar ni pedir un solo consejo.
Pero, seamos realistas y llamemos a las cosas por su nombre: me parece mentira que tantas víctimas se hayan dejado utilizar y, lo que es peor, hayan permitido que otros utilizaran su dolor con propósitos partidistas. Por ello las reacciones que ahora leemos son esperables y comprensibles. La responsabilidad la tienen, especialmente, aquellos que prometieron cosas que era imposible cumplir. Los que las creyeron se sentirán desencantados.
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