jueves, 4 de junio de 2015

04 junio 2015 El País (opinión)

04 junio 2015



Tres centímetros salvaron de la muerte a los supervivientes de Yemen
El superviviente Esteve Masó, que perdió a su mujer, reconstruye el atentado







Tres centímetros bastan para separar la vida de la muerte. Esteve Masó cree que una nimia distancia le libró del final aquella tarde del 2 de julio de 2007 en el templo yemení Mahram Bilquis, de 3.000 años de antigüedad. Allí un coche suicida embistió con ferocidad al convoy de cuatro todoterrenos donde viajaba con su mujer, la maestra Marta Borrell, de 54 años. Ella murió. Y él, de 59, se salvó. La vida y la muerte separadas por tres centímetros en el asiento trasero de un coche. Era su primer viaje a Oriente Próximo.

Masó, gerundense, profesor de Literatura y montañero aficionado, sostiene que está vivo por la posición fetal que adoptó mientras guardaba su cámara digital Pentax K20 en una bolsa. Sospecha que esta postura instintiva de apenas un segundo atenuó en su cuerpo el zambombazo que dejó  ocho muertos españoles. Y que el asiento delantero del jeep le protegió del fogonazo. "Pensé que me había explotado la cabeza", recuerda por teléfono este hombre con dos hijos.

La primera estampa de la detonación es una desvencijada furgoneta donde cargan su cuerpo. Heridos y cadáveres se zarandean. El vehículo se para en un pequeño ambulatorio de paredes blancas en el desierto. Recorre en ambulancia un centenar de kilómetros hasta un hospital en Saná, la capital yemení. Dos enfermeras miran en silencio sus brazos enyesados. Sufre quemaduras de primer grado. Y un trabajador cubano le pregunta por su mujer. "Cuándo le respondí, desapareció por los pasillos". Aterriza en España. Cruza una decena de veces el quirófano, donde los cirujanos le sacan del cuerpo minúsculos cristales de la metralla. Visita un año al psiquiatra. Combate el trance con su trabajo diario en el instituto gerundense Xavier Brugulat de Banyoles. En las aulas, sin embargo, no habla del suceso. 

Masó no encuentra detalles sospechosos en aquella jornada maldita. Y eso que su memoria no es precisamente volátil. No recuerda que un Toyota Land Cruiser merodeara por la zona de la explosión. Un enclave cercano a la ciudad de Marib, origen y capital del mítico reino de Saba. En este vehículo viajaría, según la prensa, el terrorista que intentaba confirmar si los turistas eran occidentales. A la hora del atentado estaba prevista la visita al templo de alemanes. La agencia germana cambió inesperadamente el turno con su homóloga española.

El protagonista de esta historia ignora a los políticos. Su único contacto con el resto de afectados se produjo a través de la Asociación Catalana de Víctimas (ACVOT, que fundó el superviviente del atentado de Hipercor Roberto Manrique.

Masó arrastra pequeñas secuelas. Pérdida de audición, dificultad para mover un dedo y alguna cicatriz. Se siente maltratado por las instituciones y carga con dureza contra la ley aprobada por el exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011 que reduce un 40% las indemnizaciones de españoles que sufrieron atentados terroristas en el extranjero. Hoy, intenta pasar página. Ya no envía cartas a los periódicos con reproches. Tampoco guarda rencor. "¿Cómo voy a odiar a quien no conozco?".

Opinión:

Desde 2007 mantengo contacto con las víctimas del atentado, tanto los supervivientes (Esteve y Julia) como con los familiares de las víctimas mortales. Por esta causa la mañana de hoy está siendo muy ajetreada a causa de las noticias que van apareciendo y que, sinceramente, me hacen pensar.
Por un lado, la importancia de lo que comenta el mencionado topo. Por otro, quisiera estar convencido de que la noticia no guarda relación con la cumbre antiyihadista de ayer, hoy y mañana en Barcelona. Quiero creer que no y por eso empiezo a entender las llamadas de prensa del 12 de mayo comentando sobre este asunto.
Para terminar, aclarar un concepto: la reducción que acordaron los señores diputados en 2011 y que han reiterado en la nueva ley de 2013 ( antes PSOE y mas tarde PP) no es del 40 por ciento sino del 60 por ciento.
Y aprovecho a recordar que en octubre de 2010 y ante la Comisión del Ministerio de Interior,  fui el único ponente que en calidad de Coordinador del SIOVT de la Generalitat de Catalunya se atrevió a mostrar una protesta oficial contra tal discriminación económica. La única asociación que secundó mi protesta fue la de “11M Afectados por Terrorismo”.

Seguramente podré comentar toda esta información, con mas calma y un par de cervezas, el próximo sábado con Esteve. Coincidiremos en un acto en la Universidad de Girona.

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