14 agosto 2017
El
calvario de las víctimas del terrorismo para acusar a los detenidos por
yihadismo
Las asociaciones encuentran dificultades para personarse en
las causas como acusación popular
Una auténtica yincana. El camino de las asociaciones de
víctimas del terrorismo para actuar como acusación en los procedimientos por
delitos de yihadismo está plagado de obstáculos desalentadores que dificultan su
personación en este tipo de causas y, en los casos más complicados,
impiden directamente su presencia en estos. Asociaciones como la AVT o la asociación 11M Afectados del Terrorismo tratan de sortear cada día estos
obstáculos para poder acusar.
Sus opciones para lograr estar presentes en sumarios contra
imputados por este tipo de terrorismo dependen en buena parte de la atención
que presten a los medios de
comunicación. Las agencias, periódicos, televisiones y radios
suelen ser quienes les dan el aviso de que se ha producido una
detención en
algún punto de España por integración, colaboración, enaltecimiento o cualquier
otro delito imputado a un sospechoso.
A partir de ahí toca averiguar, ya sea por los mismos
medios o haciendo cuentas sobre la guardia, cuál es el Juzgado Central de
Instrucción que se ocupa del asunto, porque será este al que tendrán que acudir
para solicitar personarse. En la Audiencia Nacional
son seis los jueces que
se ocupan de la fase de instrucción, por lo que, en ocasiones, se ven obligados a aplicar un sistema de
descarte hasta
dar con el correcto, relatan a El Confidencial fuentes de las asociaciones.
Pero no basta con localizar el juzgado encargado. La cosa
se complica más aún a partir de ese punto. Para poder estar presentes en el
impulso del sumario en cooperación con la Fiscalía , que siempre acusa, deben presentar una querella
contra el acusado y necesitan un dato
fundamental: el número de
diligencias. Dos o tres cifras separadas por una barra del año
de inicio del procedimiento.
También deben localizar otro dato, en este
caso más simple pero esencial: la identidad del
mismo. Su nombre y apellidos. Es algo aparentemente sencillo
pero, en ocasiones, casi imposible de
localizar. Rastrear en internet es a veces una ayuda, pero no
siempre lo localizan completo. En ocasiones, las noticias de la detención obvian esta información o
la sustituyen por siglas.
En el remoto caso de que los servicios
jurídicos hayan conseguido sortear todos estos escollos, deben prepararse para otro reto. Con la
querella presentada, aguardan la decisión del juez que debe pronunciarse sobre
si la admite o la rechaza. El magistrado o magistrada competente suele aceptar
la petición, pero la acompaña en muchos casos de la obligación de
presentar una fianza.
Estas cauciones, incluidas en la ley para evitar acusaciones
populares "abusivas, fraudulentas, infundadas, espurias o torticeras"
—del estilo a la ejercida, por ejemplo, por Manos
Limpias—, también afectan a las asociaciones de víctimas y llegan a alcanzar, en algunos casos, los
50.000 euros. Las cantidades son muchas veces imposibles de
asumir, por lo que los letrados optan casi siempre por recurrir y reclamar
rebajas. Cuando llega este punto, ya han transcurrido varios meses desde
la detención del acusado. Aún tendrán que esperar varias semanas más para que
se resuelva su reclamación y solo conseguirán, al fin, su objetivo en el caso
de que la fianza impuesta ronde finalmente los 3.000 euros, que suelen cubrir
con avales.
La consecuencia más directa de todo esto es que son pocos los procedimientos que
cuentan con asociaciones de víctimas como acusadoras. El esfuerzo se reserva
para los casos de más peso, aunque tanto la AVT como 11M Afectados del Terrorismo quieren estar presentes en todos los que instruya y juzgue la Audiencia Nacional.
Desde la AVT ,
los abogados Antonio Guerrero y
Carmen Ladrón de Guevara avisan
de que un porcentaje importante de sus socios se corresponde con víctimas del
terrorismo yihadista, tanto de atentados antiguos, como el del restaurante El
Descanso, como de los últimos atentados yihadistas cometidos en Europa, por
ejemplo el de la sala Bataclan o los de Niza y Mánchester. Por ello, el
personarse en estos procedimientos judiciales se ha convertido en una de las
prioridades del departamento jurídico.
Según describe el abogado Antonio Segura,
que representa a la asociación de Pilar Manjón, las personaciones como
acusación popular en causas de yihadismo se han convertido en una carrera de
obstáculos que en muchos casos acaba "en una imposibilidad de
accionar penalmente opuesta a la voluntad del legislador"
y esto crea "una ansiedad en las víctimas que cuando deciden personarse solo encuentran frustración por esa confusión y las dificultades
ya descritas".
Opinión:
Y luego hay que
creerse aquello de “siempre estamos con las víctimas”… es una lástima pero hay
temas de los que no aprenden de los errores antiguos.
Y encima algunos se
conforman… es lo que tienen las subvenciones…
No hay comentarios:
Publicar un comentario