sábado, 26 de agosto de 2017

22 agosto 2017 (20.08.17) (2) Ultima Hora Baleares

 22 agosto 2017 (20.08.17)



Furia y serenidad

Germà Ventayol

Es imposble sustraerse al impacto de lo ocurrido en Barcelona y Cambrils. El terror más gratuito, indiscriminado y salvaje puesto al servicio de la sinrazón desde la más absoluta de las cobardías. Así actúa el Estado Islámico en sus diferentes variantes, facciones y grupúsculos; la interpretación más perversa de las creencias religiosas. Con estas nos tenemos que enfrentar.
Entre las víctimas hay niños y pacíficos viandantes, trece en total, que no regresarán; la mayoría eran turistas. Un centenar más figuran en la lista de heridos, alguno en estado crítico. Es el balance, triste, de su bravuconada del 17- A en pleno corazón de Barcelona, en La Rambla. Con una furgoneta. No les bastó, querían más sangre. Otro grupo estaba dispuesto a rematar la jornada, menos mal que los Mossos d'Esquadra los abatieron en Cambrils. De nada sirve tanta muerte, pero también hay que admitir que permite comprobar que la solidaridad sigue presente en el género humano, los barceloneses - como los madrileños en el 11- M- dieron buena prueba de ello. Incluso para comprobar que los políticos también son capaces de dejarse llevar por las emociones, como la alcaldesa Ada Colau. O que en estos momentos tan duros el Gobierno y la Generalitat son capaces de colaborar y trabajar de manera coordinada, circunstancia hasta ahora insólita cuando aparecían juntos Mariano Rajoy y Caries Puigdemont.
Los nombres de Barcelona y Cambrils se unen a los de Niza, Estocolmo, Berlín, Londres y París, ciudades que también han sido escenarios de las salvajadas de los terroristas islámicos. Y es muy probable que no sean los últimos. Hay que asimilar que la convivencia con este tipo de riesgos es inevitable, pero quizá ahora más que nunca desde la serenidad. Si el terror aterroriza vence. No es sencillo, pero es el momento de la templanza, del convencimiento de que nunca van a atropellar nuestros valores de respeto y tolerancia. Esto, al final, es una actitud individual que rebasa la responsabilidad de las instituciones. La seguridad hace décadas que es un concepto demasiado relativo, pero es lo que hay.
Hay que huir del catastrofismo. Berlín, París, Estocolmo, Londres o Niza no han dejado de ser visitadas por millones de turistas tras los atentados que sufrieron. Por fortuna no vencen ni vencerán.

Palma, una excepción

Mientras en Barcelona se hacía patente la imagen de unidad política e institucional frente al tarrorismo yihadista, aquí, en Palma, la Delegación del Gobierno y el Govern convocaron sus propios minutos de silencio. Con Maria Salom se agolpó el PP (Company, Rovira, Palmer, Bauzá...) y el resto se fue al Consolat de Mar con Francina Armengol. La excepción fue Margalida Prohens. Al final, un gesto feo que no conduce a nada. ¿Descoordinación o mala fe?

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