26 marzo 2021 20 minutos (opinión)

26 marzo 2021 

Adriana Ugarte caza asesinos de terroristas en “Parot”

 

Parot, la nueva serie policíaca de Televisión Española protagonizada por Adriana Ugarte que se estrenará en Amazon Prime Video el próximo 28 de mayo, arranca con la derogación de la doctrina Parot. Establecía que cuando un criminal obtenía una reducción de su pena por buen comportamiento o cualquier otro tipo de beneficio penitenciario ese tiempo se sustraía del total de la condena que había recibido, y no del máximo legal permitido.

Sin embargo, en 2013 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos resolvió que su aplicación retroactiva atentaba contra los derechos de los presos, por lo que su anulación llevó a la excarcelación de reclusos cuyas condenas superaban los 30 años de prisión.

Adriana Ugarte encarna a una inspectora de policía que debe atrapar a quien se está dedicando a liquidar a los expresidiarios que acaban de obtener libertad por ese motivo, y que están siendo ejecutados de la misma manera que ellos acabaron con sus víctimas. Completan el reparto Blanca Portillo, Michel Brown, Javier Albalá, Iván Massagué, Nicole Wallace Patricia Vico, Antonio Dechent, Rodrigo Poison, Nacho Fresneda, Max Marieges y Marcos Marín.

Opinión:

Bueno, al menos esta serie tendrá una utilidad añadida: el poder explicar (a quien lo quiera saber y entender) lo que significó la llamada Doctrina Parot, la cual algunas víctimas tuvimos que explicar a otros cientos de víctimas y también a gran parte de la sociedad española, incluyendo a miembros de la clase política que utilizaron la mencionada doctrina y al colectivo de víctimas para sus luchas partidistas.

Qué lástima que en aquellos años tan complicados (la banda terrorista ETA aún existía y seguía atentando) nadie, ninguna productora ni medio de comunicación, se atreviera a hablar claramente sobre esta cuestión que, aunque a la inmensa mayoría de víctimas no nos agradó, era ajustada a derecho y, por lo tanto, legal.

A ver ahora qué dicen los que salieron a la calle a protestar. A ver qué dirán ahora los que usaron (y aún siguen usando) el dolor ajeno para enfrentamientos políticos.

Mientras tanto, algunas víctimas seguimos convencidos de que nuestra labor fue positiva para acabar con la banda terrorista ETA y evitar más dolor al que ya habían causado.

Y si a alguien no le guste oírlo o leerlo, que se plantee cuales son sus objetivos en la vida: el bien común o el beneficio personal.