18 septiembre 2022 La Vanguardia (opinión)

18 septiembre 2022 

 

El fascismo no entiende de humor

Teresa Amiguet

Icono de la contestataria contracultura de los setenta, la “mala baba contra el sistema” de El Papus constituía la principal razón por la que la adquirían el 65% de sus lectores. Pero no toda la sociedad del posfranquismo estaba preparada para ver su realidad en clave de humor tal como osaba mostrarla La revista satírica y neurasténica.

El 20 de septiembre de 1977, el conserje Juan Peñalver recoge en la redacción de la calle Tallers un maletín que estalla en sus manos. Muere en el acto. La redacción queda destrozada. Era un paquete bomba para el director del semanario. La ultraderechista Tripla Ase atribuye el atentado, imputado también a la Hermandad Nacional de la Guardia de Franco y a una más desconocida Juventud Española en Pie.

Pero el crimen contra la revista satírica radical que agitó las bases de la democracia sigue irresoluto.

Opinión:

Para empezar, es un detalle que un medio haya decidido recordar aquel atentado del cual se cumplen 45 años. Tengo el honor de conocer a varias víctimas de ese crimen desde principios de la década de los años 90 y debo reconocer alto y claro que son un enorme ejemplo de DIGNIDAD Y PACIENCIA.

Muchas víctimas tenemos muy clara la cuestión de las categorías entre miembros del colectivo. Seguramente, si el señor Juan Peñalver Sandoval hubiera sido miembro de algún partido político se hablaría y se recordaría mucho más lo ocurrido. Como ejemplo, decir que no fue hasta septiembre de 2017 (es decir, 40 años después del atentado) cuando se puso una placa en el lugar de los hechos como homenaje a las víctimas de aquel atentado. Homenaje a propuesta de algunas de las víctimas localizadas por un servidor desde la época de la delegación catalana de la ANTIGUA AVT.

Sí, cuarenta años después.

Vaya desde aquí un enorme abrazo para las dos Rosas, Ricard, Jordi, Florencia, Josefa… y seguir recordando al Ministerio de Interior que todavía no hemos podido localizar a Juan José Morales, María Román Romeu, Josefa Obiols Lozano, Clara González Muñoz, Feliciana Muñoz Olivares, Salvador Mengut Montijano, María del Carmen Prats Inés, Julián Lasarte Ireta, María del Carmen Ribes Artigas… nombres que constaban en el listado que aporté a la Subdirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo en marzo de 2014 y que a mi petición de ayuda para localizarlas solo recibí la respuesta de que “quien quiera algo que venga a vernos”.

Para terminar, decir que la última frase del artículo “pero el crimen contra la revista satírica radical que agitó las bases de la democracia sigue irresoluto”, no es del todo correcta. Baste para ello revisar la sentencia 713/81 (Autos 104/79) o la sentencia 29/83 de Juzgado Central de Instrucción número 2 para tener más información al respecto. Quien quiera comprobarlo, puede visitar la sede de UAVAT y ver las sentencias directamente, además de disfrutar de una visita guiada...

Otra cosa será pensar que, además de los condenados por el atentado, también habría que investigar la mas que probable colaboración de ciertos subasteros de conocida trayectoria ideológica… ¿qué? ¿alguien se atreve o solo existe terrorismo de un extremo pero no del otro?