11 abril 2023
Los etarras Mikel Barrios e Iñigo Gulina aceptan casi dos años de cárcel como jefes del aparato de falsificación de la banda terrorista
Alcanzan un acuerdo de conformidad con la Fiscalía en un breve juicio que apenas ha durado unos minutos
Los etarras Mikel Barrios e Iñigo Gulina Tirapu han aceptado una condena de 1 año, 9 meses y un día de cárcel, más una multa de 9 meses a razón de 12 euros diarios, como responsables del aparato de falsificación de la organización terrorista, en el breve juicio que se ha celebrado este martes en la Audiencia Nacional.
La vista oral ha durado apenas unos minutos por cuanto los dos acusados han llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que han aceptado dicha condena, con una suspensión de tres años, por un delito continuado de falsedad documental, según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
Se trata de una pena menor de la que interesaba inicialmente el ministerio público, que era de 3 años de prisión, además de una inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 12 meses a 20 euros por día, con 6 meses de arresto sustitutorio en caso de impago.
En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía relataba que «durante al menos el año 2017 e integrados en la organización terrorista» Barrios y Gulina «colaboraron con la estructura técnico y logística de la misma entre cuyas finalidades se encontraba la de elaborar documentos de identidad mendaces a efectos de que los integrantes de ETA pudieran desplazarse libremente sin ser identificados». «Y así, y conforme a las directrices marcadas por la dirección de la organización terrorista y en ejecución de las mismas, ambos acusados trasladaron su residencia a Berlín (Alemania) en donde en junio y octubre del 2017, respectivamente, se empadronaron sirviéndose de la documentación de identidad mendaz al objeto de evitar su correcta identificación», señalaba el Ministerio Fiscal.
Merced a las indicaciones dadas por la Guardia Civil relativas a las actividades delictivas de los acusados, continuaba el escrito, ambos «fueron detenidos en Berlín el 27 de octubre de 2017, procediéndose al registro de los domicilios.
Carnés falsos
Además de material informático, en el registro se intervino a los acusados dinero en efectivo en sus domicilios: 3.760 euros a Mikel Barrios y 1.650 euros a Íñigo Gulina. Igualmente, en el momento de su detención, Barrios portaba un DNI y un permiso de conducir falso. Gulina, por su parte, portaba tres carnés de conducir mendaces.
Barrios, de 34 años y natural de Pamplona, es un antiguo miembro de Segi al que se buscaba -antes de su detención- por integrar un grupo que cometió varios sabotajes en la capital navarra. Según informó en su momento el Ministerio del Interior, se trataba del perfil de joven enrolado en ETA cuando la banda terrorista ya intuía su derrota policial. Su nombre llegó a ser incluido en la lista de los etarras más buscados en el 2015, un año antes de que la banda terrorista anunciara el cese de la violencia, junto con otros históricos como Josu Ternera o Iñaki de Juana Chaos.
Por su parte, Iñigo Gulina Tirapu, de 42 años y natural de la localidad navarra de Burlada, se encontraba huido desde el 2013 antes de ser localizado en Berlín. Se dio a la fuga antes de ser enjuiciado por diversas acciones de estragos con fines terroristas, así como tenencia ilícita de sustancias explosivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario