EL TRASTERO AZUL: 21 abril 2023 Homenaje a Markus Meyer

21 abril 2023

MARKUS MEYER, LA VICTIMA EN UN AUTOCAR

El 18 de abril de 1994, la banda terrorista ETA atentó en Barcelona. El resultado fue el que buscaban: crear terror y conseguir una nueva víctima mortal. Las granadas lazadas contra la fachada del Gobierno Militar rebotaron en unas señales de tráfico y alcanzaron a un señor, anónimo y absolutamente ajeno al equivocadamente definido como "conflicto vasco".

Ese señor, que estaba desempeñando su trabajo como empleado de una agencia de aduanas, se llamaba Vicente Beti. Dejó viuda y dos huérfanos. Muy pocos recuerdan aquel atentado porque la víctima no era miembro de ningún partido político ni desempeñaba cargo electo alguno. Nadie recordará a Concepción, ni a Virginia ni a Daniel. Eran su esposa y sus hijos. Ni tampoco a los heridos como Maria Eugenia, Daniel, Antonio, Manuel, Jorge o Juan o los más de cuarenta afectados por los daños materiales en los coches estacionados o edificios colindantes y que aparecían en la sentencia años después.

Pero el paso del tiempo llevó a descubrir que había más víctimas de aquel atentado que no aparecían en la relación oficial aunque sí lo hacían en alguna información de prensa, como Lidia o Vanesa. Y también un ciudadano alemán, llamado Markus.

La búsqueda que hicimos desde la delegación en Catalunya de la antigua AVT nos llevó a localizar a varias de aquellas víctimas heridas, además de los familiares del señor Vicente Beti Montesinos. Pero no a Markus.

Markus había ingresado en el "Hospital del Mar" de Barcelona y se le atendió por las heridas de metralla sufridas. Incluso había prestado declaración en Diligencias en la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Barcelona pero cuado obtuvimos el dato de un domicilio en Barcelona ya había vuelto a Alemania. Como siempre sucedía en aquellos tiempos, comprobamos que ninguna administración competente se dignó perder cinco minutos intentando localizarlo.

Pasaron más de veinte años y Markus volvió a tierras catalanas, asentando su residencia en una población de Tarragona y trabajando como conductor de autocar de viajeros en rutas interiores entre poblaciones. En uno de esos viajes, a principios del verano de 2017, no pudo evitar escuchar la conversación que Marga, una usuaria del autocar y víctima del atentado de Hipercor, mantuvo desde el teléfono móvil conmigo.... y palabras como "Hipercor, ETA, Ministerio, documentación, psicóloga, Sara..." despertaron su atención hasta el puo de que, una vez Marga terminó la llamada, la abordó y le explicó que él también había sido víctima de un atentado de ETA en Barcelona.

A partir de ese momento, la siguiente llamada de Markus fue a un servidor. Le asesoré sobre todo lo que debíamos hacer y el 19 de junio (justo 30 años después del atentado en Hipercor) presentamos la solicitud para que le fuera concedida la Encomienda como superviviente de atentado terrorista y meses después y con más documentación médica localizada, el 9 de agosto de 2017 presentamos la solicitud para el reconocimiento como víctima. Le advertí de las pocas posibilidades que tenía de que ambas solicitudes fueran aceptadas por el Ministerio. Y Markus, riendo, me decía "Bueno, ¿y qué? y lo que nos reiremos si después de 20 años me lo dan ¿qué? ¿no vale la pena?"

Una semana después ocurrieron los atentados yihadistas en Catalunya.

Como ya podíamos suponer, ocurrió lo esperado. En la resolución ministerial de la Subdirección General de APOYO a víctimas del terrorismo" de octubre 2017 la respuesta no dejaba espacio a la duda: "dado que el interesado solicita el resarcimiento de daños personales con fecha de 9 de agosto de 2017, fuera del plazo del año visto en el Fundamento anterior, no es posible entrar a valorar el fondo del asunto" y "resuelve la inadmisión a trámite de la solicitud de DON MARKUS MEYER y acuerda el archivo de las actuaciones".

Pero aún nos quedaba la solicitud por la Encomienda. y en febrero de 2018 llegó la resolución en la que informaban a Markus que "vengo en conceder, en nombre de Su Majestad el Rey, la Encomienda de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, como consecuencia del atentado terrorista cometido por la organización terrorista ETA el día 18 de abril de 1994 en Barcelona".

Y recuerdo la conversación posterior para explicarle a Markus, que no hacía más que sonreír, que era una medalla que, al contrario de las que se otorgaban a los cuerpos policiales o militares, en las víctimas civiles no tenía ningún tipo de retribución económica. Y el amigo Markus seguía sonriendo con una sonrisa irónica que no hacía necesaria una sola palabra hablada... incluso cuando era inexplicable que fuera víctima para recibir una medalla pero no para ser reconocido y, por derecho, indemnizado.

La medalla le debería llegar por correo, seguramente en un caja azul con el famoso tubo negro.

El contacto ha sido continuo aunque el trabajo de asistencia a tantas víctimas de los atentados yihadistas han hecho imposible desplazarme hasta la localidad donde vivía junto a Esther y sus hijos Ruth y Samuel. Markus ha venido a algunos actos de homenaje a las víctimas de los atentados de agosto de 2017.

Markus nos ha dejado por un maldito cáncer el pasado domingo 16 de abril. Se ha ido y estoy seguro que lo ha hecho sonriendo, igual que sonrió a Marga cuando le preguntó tras el volante del autocar y como sonrió el día que nos conocimos en una cafetería del barrio de Montbau, barrio que conozco muy bien y que por historias (que me explicó entre risas y no repetiré) el conocía todavía mejor que yo...

Es lo que pasa cuando un alemán conoce a una catalana...

FREUND MARKUS, WO IMMER DU AUCH BIST DANKE, DASS DU SO BIST WIE DU BIST, FUR DEINE WURDW UND DEIN LACHELN