martes, 25 de enero de 2022

23 enero 2022 (2) El Correo (opinión)

23 enero 2022 


 

Sortu pide una «solución definitiva» para los presos y reparar a «todas las víctimas»

La formación abertzale clausuró ayer su congreso con su discurso más soberanista e incorporando a la nueva dirección, avalada por el 89% de las bases, al último jefe de ETA, David Pla.

Sortu pide una «solución definitiva» para los presos y reparar a «todas las víctimas» Críticos de EA denuncian que la dirección quiere expulsar a Ramírez El sector crítico de Eusko Alkartasuna denunció ayer que la dirección pretende expulsar del partido a Maiorga Ramírez por 12 años y por 17 a los coordinadores en Álava, Gipuzkoa y Navarra.

La dirección de la formación abrió meses atrás expedientes de expulsión contra Ramírez, Iratxe López de Aberasturi, Miren Aranoa, Mikel Goenaga y Esther Korres.

El sector crítico censuró que el proceso judicial por las primarias aún no ha concluido «y se está en pleno proceso congresual en el que la tesis de mantener la personalidad propia de EA en el seno de la coalición EH Bildu se han impuesto en las principales organizaciones locales». La nueva ejecutiva, con Arkaitz Rodríguez reelegido como secretario general, fue presentada ayer en el frontón Bizkaia de Bilbao. IGNACIO PÉREZ Clausura su congreso con un nueva dirección avalada por el 89% de las bases, en la que jugará un papel destacado David Pla, último jefe de ETA

Sortu clausuró ayer en Bilbao su III Congreso, en el que volvió a poner en primer plano su discurso más independentista, opacado en los últimos tiempos por su apuesta por la visibilidad institucional. Bajo el lema ‘Independentziarako Indarra’ (‘Fuerza para la independencia’), presentó su nueva ejecutiva, respaldada por el 89% de sus casi 8.000 militantes, una cifra que relativiza el peso de la disidencia interna en la formación. De ellos, solamente 800 pudieron estar en el frontón Bizkaia por las restricciones de aforo.

La nueva dirección combina el relevo generacional con la experiencia de destacados dirigentes de la izquierda abertzale y de ETA.

Es el caso de David Pla, último jefe de la banda, que ocupará un puesto estratégico como ‘número cuatro’ de la organización, lo que evidencia los esfuerzos de Sortu por ofrecer una nueva cara sin desligarse de su pasado. A los mandos de la nave vuelve a situarse Arkaitz Rodríguez, que durante su intervención esbozó un discurso de marcado perfil soberanista y anticapitalista. «Euskal Herria debe ser respetada como nación y poder decidir libre y democráticamente su futuro», afirmó.

Habló de la «liberación nacional», de construir un Estado vasco «decente», en contraposición a España y Francia, y proclamó que «la revolución exige defender el derecho de autodeterminación y la soberanía de los pueblos» . Las habituales proclamas de izquierdas tuvieron un peso destacado también en el discurso de Rodríguez, que llamó a acabar con el modelo «neoliberal descontrolado» y, con el ojo puesto en la pinza que ejerce la mayoría sindical vasca de ELA y LAB, rechazó enfáticamente el «vergonzoso intento de perpetuar la reforma laboral del PP».

La hoja de ruta para alcanzar «una Euskal Herria independiente, socialista y feminista» es clara y la marca la ponencia política sobre la que se ha sustentado el proceso congresual, ‘Herrigaia’. Pasa por la confrontación, ampliar la base social de la izquierda independentista, ensanchar la red de alianzas para ocupar un espacio heterogéneo que sitúe a la izquierda abertzale en condiciones de disputar al PNV la hegemonía política en Euskadi –«quienes nos han traído hasta aquí difícilmente podrán llevarnos a ningún sitio», enfatizó Rodríguez– y resolver la cuestión de los presos.

El agente para superar estos obstáculos es EH Bildu (en Iparralde, EH Bai), que deberá liderar un «frente amplio soberanista y progresista».

«Ratificamos nuestra apuesta inequívoca por EH Bildu y EH Bai, y hacemos una apuesta clara por abrirlos a nuevos sectores», expresó Rodríguez. También puso de relieve que «el independentismo de izquierdas es la segunda fuerza política del país, con más centralidad y capacidad de influencia que nunca».

El reelegido secretario general reafirmó, asimismo, el compromiso de su formación con la Declaración del 18 de octubre en Aiete. Desde esa perspectiva, hizo un llamamiento para dar una «solución integral y definitiva» a la cuestión de los presos de ETA, exigió el fin de la «política penitenciaria de excepción» y pidió la reparación y reconocimiento de «todas las víctimas».

«Este pueblo merece la paz. Este país se merece la convivencia», señaló. El gran logro que Sortu puede presentar a sus bases tiene que ver, precisamente, con los presos de ETA. La mitad se encuentra ya en cárceles vascas, la dispersión se ha terminado de facto y se esperan nuevos réditos a medio plazo que favorezcan las excarcelaciones. Es el fruto de algunas apuestas estratégicas que han tensado la organización en los últimos años. No obstante, esas tensiones siguen ahí.

Pese a que la ponencia oficial, ‘Herrigaia’, fue apoyada mayoritariamente, hubo un sector crítico, encabezado por Joseba Alvarez, que presentó un texto alternativo. Este sector no ve muy claro el apoyo a Pedro Sánchez y critica que se esté perdiendo «el pulso de la calle». Rodríguez mandó un mensaje en esta línea. «Hacer la revolución exige propuestas concretas y luchas concretas capaces de mejorar las condiciones de trabajo y vida de las mayorías sociales aquí y ahora». También abogó por «dar la batalla» por la independencia «en la calle y las instituciones».

Históricos de ETA

El núcleo duro de Sortu será la Secretaría Nacional, compuesta por 15 personas. En ella se mezclan históricos miembros de ETA y nuevas figuras emergentes en la izquierda abertzale. Además de Pla, hay nombres relevantes como Elena Beloki, histórica de la banda que se encargará del área de internacional; o Haimar Altuna, que releva a Rufi Etxeberria al frente de la comisión «para la resolución de las consecuencias del conflicto». Se encargará de temas relacionados con los presos. Estos 15 miembros se integran a su vez en el Consejo Nacional, compuesto en total por 30 personas. El relevo generacional es una de las apuestas; otra, la paridad –la ejecutiva la conforman 14 mujeres y 16 hombres– y también se ha buscado un equilibrio entre los diferentes ‘herrialdes’ tras la tormenta por el escaso peso inicial de Bizkaia.

Opinión:

Qué oportunidad perdida por Sortu para explicar, claramente, que lo de Aiete va en serio.

Sinceramente, entendiendo las diferencias entre Sortu y Bildu, Sortu podía haber colocado a otras personas con un pasado mucho más pacífico y, sobre todo, sin sospechas.

Aunque solo fuera por guardar las apariencias…

 

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