12 enero 2022
Villarejo dispara de nuevo
Jordi Juan, Director
El excomisario José Manuel Villarejo lleva mucho tiempo disparando (metafóricamente) contra todo lo que se mueve en su afán desesperado por tener presencia mediática y, sobre todo, evitar que le caigan las condenas que pesan sobre su cabeza. Villarejo ha llegado a decir que el C NI infiltraba hormonas femeninas a Juan Carlos I para que no tuviera relaciones con tantas mujeres o que el 11-Mse preparó en un castillo de Mohamed VI, a 80 kilómetros de París.
Ayer, sin aportar ninguna prueba que lo demostrase, afirmó en sede judicial que los atentados del 17-A en Catalunya, que costaron la vida a 16 personas, se debieron "a un error de cálculo" del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán. Para Villarejo, este organismo calculó mal las consecuencias de una presunta operación yihadista con la que quería "darle un pequeño susto a Catalunya".
La frívola teoría del excomisario, que no se sustentó en ningún tipo de prueba, no quedó en una boutade más del expolicía, ya que, en este caso, alimenta la teoría conspirativa de sectores del independentismo catalán que sostienen que el CNI tenía conocimiento del atentado y que dejó actuar a los terroristas.
Las investigaciones policiales efectuadas por los Mossos dEsquadra han desmentido esta teoría de forma clara. La dirección policial ya lamentó en su día que se hiciera más caso a un documento de origen desconocido que avalaba esta tesis que al trabajo realizado por los agentes.
Pero a veces por intereses políticos se prefiere dar pábulo antes a un truhán deslenguado que a las investigaciones realizadas por la propia policía de la Generalitat. Así no es de extrañar que los partidos independentistas salieran ayer en tromba exigiendo que se "esclarezca la verdad".
El mismísimo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no dudó en recurrir a un tuit para relacionar "las cloacas del Estado" con el atentado de la Rambla. Habría que preguntarse si realmente el president se cree que el CNI podía haber orquestado algo así.
Al final, Villarejo se ha salido con la suya y ha logrado su objetivo. Ha extendido unas gravísimas sospechas que, aunque nunca se podrán demostrar, siempre quedarán en el aire.
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