09 enero 2022
Las víctimas de ETA dicen que lo primero es «condenar la violencia»
Damnificados de todo tipo de terrorismo comparten mesa en la que coinciden en que «el dolor es el dolor»
Los actos organizados por Sare como previa a las manifestaciones a favor de los presos de ETA dejaron a la mañana una estampa inusual. Al menos, públicamente. La de ver a varias víctimas de ETA reflexionando sobre el cruel impacto del terrorismo en sus vidas de la mano de la plataforma ciudadana de apoyo a los presos, que las había invitado a participar en un coloquio organizado en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
El mensaje de las afectadas por la violencia de la banda fue claro: «Lo primero debe ser condenar la violencia». La respuesta de los portavoces de Sare fue pedir «perdón por el daño causado» y llamar a «construir puentes».
En la última manifestación que organizó a favor de los presos antes de la pandemia, en enero de 2020, Sare rompió un primer tabú al invitar a Rosa Rodero, viuda del sargento de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea asesinado por ETA. Rodero, que venía defendiendo el fin de la política de dispersión desde hace años, compartió la cabeza de la marcha que recorrió la capital vizcaína con Asun Lasa, hermana de José Antonio Lasa, asesinado por los GAL.
A aquel gesto le siguió la mesa redonda de ayer. Participado Naiara Zamarreño, hija del concejal del PP Manuel Zamarreño; Rosa Lluch, hija de Ernest Lluch; y Robert Manrique, herido en Hipercor.
Entre los espectadores también se encontraba María Jauregi, hija del que fuera gobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jauregi. Todas víctimas de ETA. Junto a los tres primeros se han subido al escenario Maider García Goena, hija de Juan Carlos García asesinado por los GAL, e Idoia Zabalza, hermana de Mikel Zabalza.
El dolor de los ‘ongi etorris’
Zamarreño, que hoy participará en un homenaje al escolta que acompañaba a su padre el día del atentado, reivindicó «la necesidad de seguir hablando de ETA para no olvidar y sanar heridas», y puso en valor los pasos de la izquierda abertzale «y su interés por aliviar el dolor». Aun así, recordó al entorno de los presos que ver ‘ongi etorris’ «duele».
«El dolor es el dolor, no hay diferencia entre las víctimas de ningún tipo en eso», afirmó Lluch, quien también lamentó «la utilización política de nuestro dolor es abusiva, pornográfica».
Otra fase del duelo viven Maider García e Idoia Zabalza. Ambas reclaman el reconocimiento oficial de su condición de víctimas y una disculpa oficial. «Yo lo necesito para avanzar, si no estoy atascada».
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