22 abril 2012
La directora de la Academia de la Ertzaintza apuesta por la especialización
Elena Moreno Zaldíbar, licenciada en Ciencias Químicas, poco podía pensar que con el paso de los años iba a terminar dirigiendo la Academia de la Ertzaintza , la policía autonómica vasca. A su cargo tiene 170 trabajadores en esa pequeña ciudad de entrenamiento situada en la localidad de Arkaute. A la cita llega con varios minutos de adelanto. “Las distancias en Madrid no las controlo”, afirma con una amplia sonrisa. Su timidez inicial no le impide hablar con pasión de su trabajo y, sobre todo, de su tierra.
Nada más entrar en el restaurante, Moreno se centra en su trayectoria profesional. Acaricia la carta del restaurante, pero no necesita ni abrirla. Es el típico restaurante de Madrid dedicado casi en exclusiva al cocido. “Llegué a todo esto por casualidad. Fui jugadora de baloncesto internacional en el Celta de Vigo, pero, como todo se acaba, estuve en una fábrica de resinas hasta que salieron unas oposiciones en el Gobierno vasco como técnico de Protección Civil”, reconoce. Aquello ocurrió en 1993 y desde entonces ha ido ascendiendo hasta ser directora de Emergencias en el País Vasco.
Su cambio a dirigir la Academia de la Ertzaintza se produjo hace un año, cuando el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, le pidió que diera un impulso a este centro de formación, que cuenta con 400 alumnos en el año en que se cumple el 30º aniversario de la creación del cuerpo. “No tenía nada que ver con lo que yo había hecho hasta el momento, pero me encantan los retos. Además, son de esas cosas que cuando te las ofrecen no puedes rechazarlas”, reconoce mientras llega la sopa. Come poco más de la mitad, ya que casi prefiere mantener la conversación. Le gusta su trabajo y lo demuestra con cada palabra que pronuncia.
Uno de los momentos más críticos de su dirección, reconoce, fue cuando en Arkaute apagaron un pebetero que iba a mantenerse encendido mientras hubiera violencia organizada. Parte de la sociedad vasca entendió que se olvidaban de las víctimas. “No es así. En el mismo acto inauguramos un monumento en su recuerdo. Lo que queríamos es acabar con la presencia de ETA en la academia”, reconoce.
Conforme llega el segundo plato, con los garbanzos y la carne, surge el gran tema. “No sé si ha terminado o no la violencia de ETA. Lo que tengo claro es que ETA está fuera de la sociedad vasca”, afirma con rotundidad. No se termina la carne, pero apura la cerveza. Conforme avanza la comida, Moreno se siente más cómoda.
Llega el postre y prefiere que la sirvan. Es el momento de hablar de cómo se reorganizará a partir de ahora la Ertzaintza : “Tenemos una de las mejores policías de Europa. Somos punteros en violencia de género, porque hay mucha sensibilidad tanto desde la dirección como desde la academia. Eso sí, tenemos que potenciar las líneas de investigación y la Policía Científica ”.
Llega la hora del café y pide un cortado. El camarero, con aire castizo, le responde: “Entonces, para usted un tímido, ¿no?”. Risas generalizadas por la ocurrencia. “Espero que no se propague por la academia”, responde Moreno. De nuevo, risas.
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