22 septiembre 2013
Ella y su hija permanecieron en el interior de un probador durante cuatro horas hasta que pudieron ser rescatadas por el techo del edificio.
"Estábamos sentados, callados, y cada vez que alguien recibía una llamada nos asustábamos", recuerda.
La ciudadana española evacuada con su hija ilesas este sábado del centro comercial de Nairobi que ha sido atacado por un grupo armado dijo que se refugiaron en unos probadores porque temían que los asaltantes estuvieran buscando a la gente "tienda por tienda".
Nunca he visto nada igual en los 22 años que llevo viviendo en Nairobi Silvia, de origen canario, y su hija, de 12 años, compraban en una tienda de ropa cuando escucharon los primeros disparos, sobre las 13.00 hora local (misma hora peninsular española, las 11.00 hora GMT), y permanecieron en el interior durante cuatro horas hasta que pudieron ser rescatadas por el techo del edificio.
"Nunca he visto nada igual en los 22 años que llevo viviendo en Nairobi", aseguró la española, quien como muchos extranjeros y kenianos de clase media alta frecuenta el centro comercial de Westgate, uno de los más grandes y lujosos de la capital keniana.
Las dos se encontraban mirando ropa en una conocida tienda keniana cuando oyeron un estruendo que en principio achacaron al derrumbe de alguna gran estructura de madera.
"Entonces la gente, un poco asustada, empezó a entrar en la tienda y entendimos que lo que estábamos oyendo eran disparos", relata ya desde su casa, donde se encuentra "bien" a pesar de lo vivido.
Cuatro horas en un probador
Silvia y su hija permanecieron cuatro horas encerradas en los probadores, escuchando intercambios continuos de disparos durante las primeras horas, e intercambiando información con otros clientes del establecimiento. "Estábamos sentados, callados, y cada vez que alguien recibía una llamada nos asustábamos", recuerda.
Mi hija no paraba de llorar. Había mucho ruido y disparos A través de mensajes de texto a móviles, algunas llamadas y con los datos que una periodista italiana le iba relatando, los clientes de la franquicia de 'Woolworths' conocieron lo que estaba ocurriendo en el piso de abajo.
Al parecer, los asaltantes se habían atrincherado en un supermercado de Nakumatt, la primera cadena agroalimentaria keniana, en la planta baja. Arriba, nadie se atrevía a salir de las tiendas. "Mi hija no paraba de llorar. Había mucho ruido y disparos", apunta.
Dos niños, de 9 y 11, que habían perdido a sus padres, esperaron junto a Silvia y el resto de los ocupantes de la tienda. Todos fueron liberados por los agentes de seguridad por el piso superior. "Nos sacaron en fila india", señala Silvia.
Al salir, la tranquilidad que muchos habían guardado en el interior estalló en lágrimas y ataques de nervios, por los que fueron atendidos en ambulancias.
Decenas de fallecidos
Al menos 68 personas han fallecido en el asalto, cuya autoría ya asumido el movimiento extremista Al Shabab, vinculado con la red terrorista internacional Al Qaeda. Mientras, los asaltantes —se calcula una decena— se han mantenido atrincherados y rodeados por las fuerzas de Seguridad kenianas.
El secretario de Interior de Kenia, Mutea Iringo, aseguró que el Gobierno "no cejará en esta guerra" ni "correrá riesgos" para solucionar el asalto a un centro comercial de la capital, en el que un grupo de pistoleros retiene a un número indeterminado de personas y al menos una veintena más han muerto.
"Hemos reforzado la seguridad en todos los centros comerciales de la ciudad", afirmó el ministro, quien quiso lanzar un mensaje de "tranquilidad" a los kenianos en una rueda de prensa para informar sobre la situación en el centro comercial.
Además, se ha anunciado la detención de un sospechoso, atrapado en uno de los hospitales a los que han sido enviados algunos de los heridos.
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