12 abril 2019
El
autor de la matanza de Atocha detenido en Brasil rechaza ser extraditado a
España
Carlos García Juliá
se opone a su extradición en la primera vista judicial en São Paulo
La entrega a España de Carlos García Juliá, el
ultraderechista detenido el pasado mes de diciembre en São Paulo (Brasil)
por su participación en la matanza de Atocha en Madrid en 1977, se atrasa y
entra en una fase judicial. El pasado día 5 se celebró en un juzgado de la
ciudad brasileña la primera vista oral de extradición contra el terrorista
reclamado por la justicia española y durante la misma García Juliá expresó su
negativa a ser extraditado a España, según confirmaron a EL PAÍS dos fuentes
judiciales y policiales.
El rechazo de García Juliá a su extradición y juicio en
España atrasará y puede complicar su entrega a las autoridades españolas, según
afirman fuentes judiciales. Cuando la persona objeto de la extradición acepta
su entrega el proceso se denomina simplificado y es más rápido, pero al
negarse, se convierte en contencioso y obliga a una larga instrucción con
posibilidad de recursos.
España mantiene un tratado de extradición con Brasil y las
relaciones en ese campo están normalizadas lo que ayudará a que se acepten las
pruebas presentadas para la extradición, según fuentes judiciales. El detenido
residía en Brasil oculto bajo una identidad falsa, pero carece de la
nacionalidad brasileña lo que facilitará previsiblemente su entrega. No
obstante, el Gobierno brasileño, bajo la presidencia del ultraderechista Jair
Bolsonaro, se reserva la última palabra en el caso de las extradiciones por lo
que la decisión judicial no es definitiva.
Pocos días después de su arresto, la Fiscalía de la Audiencia Nacional
pidió a la Sala
de lo Penal de ese organismo que tramitará ante el Gobierno español la petición
de extradición de García Juliá a Brasil. El teniente fiscal Miguel Ángel
Carballo argumentó en su escrito que el plazo máximo de 30 años de cumplimiento
de prisión para considerar prescrita la condena contra el terrorista quedó
interrumpido al haberse emitido en 1996 y 2000 dos autos revocando su situación
de libertad condicional. El criterio del fiscal defiende que la pena se
computará desde la fecha de la sentencia firme, o desde el quebrantamiento de
condena, si esta hubiese comenzado a cumplirse, lo que ocurrió en este caso.
El pistolero huido ingresó en prisión preventiva en 1977 y
en febrero de 1980 fue condenado a 193 años de prisión por asesinato y tenencia
de armas. En septiembre de 1991, cuando llevaba cumplidos 14 años un Juzgado de
Vigilancia Penitenciaria le concedió la libertad condicional. En diciembre de
ese mismo año se le autorizó a viajar a Asunción (Paraguay) para trabajar allí
con la condición de presentarse una vez al mes ante la embajada de España. En
el mismo país y bajo la dictadura de Stroessner se habían refugiado otros
criminales como Emilio
Hellín, el asesino de la estudiante Yolanda González, que aprovechando su primer permiso
penitenciario burló a la justicia cuando cumplía una pena de 43 años de cárcel.
Dos años después de su fuga García Juliá fue
detenido en Bolivia opir tráfico de drogas y financiación de grupos
paramilitares. Penó en una cárcel de La
Paz y al quedar en libertad inició un largo periplo por
Chile, Venezuela, Argentina y Brasil bajo identidades falsas. El pasado
diciembre fue detenido en São Paulo donde trabajaba como conductor de un
coche de Uber.
Brasil fue uno de los destinos predilectos de algunos
miembros de la ultraderecha que protagonizaron asesinatos durante la Transición. En
2016, EL PAIS localizó en la localidad turística de Guarujá, a una hora y media
en coche de Sao Paulo, a José de las Heras Hurtado, cabecilla del Frente de la Juventud , un grupo que en
los años setenta protagonizó varios atentados y asesinatos, entre ellos el de
Andrés Fraguas, conserje de este periódico muerto por la explosión de una bomba
enviada a la redacción en 1978.
En la matanza de Atocha protagonizada por cinco
ultraderechistas en un despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras
murieron los letrados Luis Javier Benavides Orgaz, Enrique Valdelvira Ibáñez y
Francisco Javier Sauquillo, el administrativo, Ángel Rodriguez Leal y el
estudiante de Derecho Serafín Holgado. La detención de García Juliá cierra una
etapa, pero todavía sigue huido Fernando Lerdo de Tejada cuyo paradero es un
misterio. La
última órden de búsqueda y captura dictada contra él por el Juzgado
de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional cesó en 2015.
Opinión:
Pues igual pido un imposible pero ¿saldrá este tema
en algún debate televisado entre candidatos? La cuestión está en que si sale el
terrorismo de la banda terrorista ETA y salen también algunos hablando “en
nombre de las” víctimas para mezclar temas… ¿por qué no hablar TAMBIÉN de otros
atentados de otras bandas terroristas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario