14 julio 2022 (13.07.22)
El terrorismo vuelve a fracturar a PP y PSOE en el recuerdo a Miguel Ángel Blanco
Todos los diputados del PP llevaron un lazo azul en recuerdo del joven concejal asesinado hace 25 años. El Congreso le recordó en pie. También EH Bildu
A las cuatro de la tarde de aquel 12 de julio de 1997, ETA consumó su ultimátum de 48 horas y asesinó de dos tiros en la cabeza al joven concejal del PP Miguel Ángel Blanco. Este martes, veinticinco años después, a las cuatro de la tarde, Cuca Gamarra subió a la tribuna del Congreso de los Diputados para dar réplica al presidente del Gobierno en el debate sobre el estado de la nación. El 'timing' era perfecto y la portavoz del PP no lo desaprovechó. El reglamento le confería 30 minutos de intervención y decidió dedicar uno a la memoria del joven edil de Ermua. Todos se pusieron en pie y lo respetaron de forma solemne. También la bancada de EH Bildu, liderada por Mertxe Aizpurua.
Gamarra no sorprendió a nadie porque el PP no ocultó sus intenciones. Todos, con el 'debutante' Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, accedieron al Congreso portando aquel lazo azul que luego se convirtió en símbolo de tantas cosas. Por ello, en la bancada popular se sorprendieron de que en un día tan señalado como el de ayer, el presidente del Gobierno no hiciera ninguna mención a Blanco. «Nos ha sorprendido la torpeza, aunque es verdad que de Sánchez ya no nos sorprende casi nada», recalcaron fuentes del PP.
El gesto de los populares no gustó a la presidenta del Congreso. Meritxell Batet, cuando Gamarra terminó su intervención inicial, le agradeció el gesto, pero le recordó que cada 27 de junio, como está estipulado por ley, el Congreso de los Diputados rinde un homenaje institucional a las víctimas del terrorismo. No sólo eso. Explicó que este tipo de gestos deben ser abordados anteriormente por todos los partidos en el seno de la Junta de Portavoces, por lo que le pidió «lealtad» para próximas ocasiones.
Cuca Gamarra, en el arranque de su intervención inicial, repitió el argumentario que desde la semana pasada viene lanzando su partido con motivo del 25 aniversario del asesinato de Blanco. Así lo hicieron el viernes y el sábado en la Escuela de Verano Miguel Ángel Blanco celebrado en Bilbao y en Ermua. Tras recordar que aquel joven nacido en mayo de 1968 fue convertido en un «héroe» sin pretender serlo, subrayó que «ese mismo espíritu de rebelión cívica que alimentó a los españoles hace 25 años es el que hoy nos sitúa enfrente de su Gobierno».
Por ello, echó en cara al presidente su pacto con la izquierda abertzale para aprobar la Ley de Memoria Democrática. «Intentar reescribir la historia de España de la mano de Bildu es una de las mayores inmoralidades imaginables», denunció. «Memoria democrática -apostilló- es recordar que en España hubo quienes extorsionaron y mataron a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».
Duros reproches
A partir de aquí, hubo dos momentos destacables en la réplica de Pedro Sánchez. El primero, nada más subir a la tribuna en su primera intervención tras la de Cuca Gamarra, aprovechó para señalar brevemente que «hacemos nuestra la figura de Miguel Ángel y la de todas las víctimas, tanto de ETA como las de todos los terrorismos». Todo muy breve y medido, apenas una referencia.
Sin embargo, viendo que el PP mantenía su estrategia de acoso y derribo -le recordó que «hay 379 asesinatos sin resolver» y le exigió que no conceda beneficios penitenciarios a los presos etarras que no contribuyan-, el presidente del Gobierno pasó al ataque. Lo hizo casi por sorpresa, con un «por cierto, permítame que le recuerde una cosa».
«Ahora que les gusta tanto evocar la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba, les recuerdo que le acusaban de ser un cómplice de ETA y un agente encubierto y encubridor de la banda terrorista. ¿A qué Rubalcaba se referían?», ironizó, tras recordar que fue un Gobierno del PSOE el que acabó con ETA y acusar al PP de seguir «usando el terrorismo con fines espurios». La bancada socialista rompió en una sonora ovación.
Sánchez, asimismo, acusó a los populares de «parapetarse detrás de ETA y del dolor de las víctimas» para negar el deber moral de la derecha de asumir que el Estado tiene que exhumar los cuerpos de las víctimas del franquismo y condenar el golpe de Estado de 1936 y la dictadura. «La memoria democrática efectivamente tiene que recordar a las víctimas del terrorismo, pero también, mal que les pese a ustedes, a las víctimas de la dictadura franquista», subrayó.
Opinión:
Solo unas preguntas:
¿Dónde estaba la señora Cuca Gamarra cuando el presidente de Honor del Partido Popular dijo aquello de “Movimiento nacional de Liberación Vasco”?
O la tan desapercibida frase de que “siempre es preferible tomar posesión de un escaño que de una pistola. Ahora lo que hay que evitar es que se intente compatibilizar ambas cosas”?
Quizás no recuerda aquella reunión de diciembre de 1999 en Ibeas de Juarros con la cúpula de Herri Batasuna? ¿estaba allí Txillardegi o es una invención?
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