lunes, 6 de septiembre de 2021

05 septiembre 2021 (4) ABC (opinión)

05 septiembre 2021

 


La victimización de la impunidad

Maite Araluce, Presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo

Las víctimas del terrorismo estamos expuestas de manera constante a lo que se conoce como segunda victimización o revictimización. Este proceso provoca un dolor añadido a las víctimas y puede producirse por varios motivos: una atención inadecuada, al conocer que el asesino de su familiar ha sido trasladado de centro penitenciario para que esté más cerca de los suyos, la noticia de un nuevo atentado terrorista, o el tema en el que me gustaría centrarme en esta ocasión: generar falsas esperanzas.

Recientemente las víctimas del terrorismo hemos conocido a través de los medios de comunicación la noticia de que la Eurocámara enviará en noviembre su misión a España para esclarecer los más de 300 asesinatos de ETA sin resolver. Leído tal cual, puede parecer que es una gran noticia… ¿Pero realmente se han parado a pensar en las falsas esperanzas que puede generar un titular así en las cientos de familias protagonistas de estos casos? Nuestra experiencia como asociación –que no es poca, pues este año cumplimos 40 años de trabajo por y con las víctimas del terrorismo–, nos ha mostrado los efectos negativos que tiene en las víctimas generarles falsas expectativas, sobre todo, en lo que a la justicia se refiere. De ahí que debamos ser extremadamente rigurosos con este tema, porque detrás de esa cifra de casos sin resolver hay familias rotas por un dolor que no prescribe. Porque detrás de cada caso sin resolver hay una familia que no ha conseguido cerrar su duelo por la falta de justicia.

Yo misma soy víctima de un caso sin resolver. El 4 de octubre de 1976, mi padre fue asesinado junto a sus tres escoltas y al conductor de su coche oficial. Horas más tarde, ETA reivindicó el atentado, al que denominó «ejecución», contra mi padre y sus «perros guardianes». La Amnistía del 77 hizo que yo no sepa quiénes son los asesinos de mi padre, que no han sido juzgados ni condenados. Como a mí, a ese casi 40% de las víctimas del terrorismo que no han podido ver satisfecho su derecho a la justicia, les gustaría saber quién asesinó a su familiar, quién ordenó hacerlo y por qué.

Los motivos por los que estos casos continúan sin esclarecerse son varios: la Amnistía antes mencionada, los indultos encubiertos tras los procesos de negociación emprendidos con ETA político-militar y la falta de especialización y la escasez de medios de los cuerpos de seguridad en los años 70-80, son algunos de ellos. Consideramos que no puede responsabilizarse a ningún gobierno concreto de esta situación, al igual que ningún gobierno puede colgarse ninguna medalla en su resolución.

Cuando reclamamos justicia, reclamamos que se empleen todos los medios posibles para la identificación, enjuiciamiento y condena de los responsables de los asesinatos de nuestros seres queridos. Esto le corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los jueces y fiscales. Desde nuestra fundación en 1981, y de manera más intensa en estos últimos diez años, nuestros abogados han aportado su granito de arena en esa función. Pero no le corresponde a ninguna delegación europea, que en absoluto resolverá nada y que, como mucho, podrán analizar las causas de este nivel de impunidad.

Desde que en 2011 se presentara la cifra de casos pendientes de esclarecer, se han resuelto 14, se han reabierto casi un centenar de sumarios a instancia de la fiscalía y de las víctimas, y se han realizado casi 200 informes por parte de las FCSE. Para ellos nuestra gratitud por este trabajo. Para aquellos casos en los que el paso del tiempo y la temida prescripción imposibiliten hacer justicia, juega un papel fundamental el derecho a la verdad de las víctimas del terrorismo, algo que junto a la revisión de estos casos y el análisis de las causas de esta impunidad, son una prioridad para la AVT. No se puede dar por hecho a las víctimas del terrorismo que la misión de la Eurocámara esclarecerá dentro de tres meses algo que no se ha conseguido en muchos años. Pero lo que sí se puede asegurar es que, por lo menos desde la AVT, vamos a seguir luchando de manera incansable por el derecho a la verdad y a la justicia de todas y cada una de las víctimas del terrorismo.

Opinión:

Ciertamente, la Asociación Víctimas del Terrorismo cumplirá 40 años en este 2021. Por esta razón y porque fui delegado en Catalunya de la que llamo ANTIGUA AVT desde 1990 hasta 2003, tengo un enorme respeto por las siglas.

Y ese mismo respeto me lleva a opinar cuando se dice algo que no es correcto, especialmente si se dice generalizando en nombre de “LAS” víctimas y no en nombre de “LAS” víctimas que pertenezcan a la sigla correspondiente.

Por eso me choca leer que alguien presente ciertas opiniones arrogándose el trabajo realizado en décadas anteriores mientras no consta que asistieran a una sola de las asambleas que se llevaban a cabo en aquellos años tan duros de finales de los 80 o los enteros 90. Y me choca todavía mas que se hagan por parte de la presidenta de una muy respetable entidad que, con todo el derecho exige aclarar lo sucedido con atentados de años atrás cuando no se han preocupado de conocer cómo están las víctimas de los atentados de hace escasamente cuatro años.

Debe haber tiempo para todo y para TODOS. ¿O no?

 

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