lunes, 6 de septiembre de 2021

29 agosto 2021 (3) Diario Vasco

29 agosto 2021 


 

Bingen Zupiria Portavoz del Gobierno Vasco

«No debemos restar importancia a ningún disturbio violento»

Sobre los ‘ongi etorris’ señala que «estos actos no van a influir en el camino marcado»

«Quienes quieran saldar su deuda con los presos no pueden herir a las víctimas reales de la violencia»

«No debemos restar importancia a ningún disturbio violento que se pueda producir despachándolo como si fuera cosa de críos»

Disturbios callejeros y recibimientos a presos de ETA han marcado el acento informativo en las últimas semanas. Bingen Zupiria es tajante respecto a las algaradas nocturnas porque «no se pueden despachar como si fuera una cosa de críos» Tampoco los ‘ongi etorris’ «influirán en la futura política penitenciaria» del Gobierno Vasco, remarca.

La última semana de agosto ha retrotraído a Euskadi a debates relacionados con la violencia más propios de épocas pasadas, cuando los disturbios callejeros o los recibimientos públicos a presos de ETA formaban parte del paisaje habitual. Bingen Zupiria (Hernani, 1961) no resta un ápice de importancia a ninguno de estos dos fenómenos y hace un llamamiento a la izquierda abertzale para que se distancie claramente de ellos. Aunque de entrada critica que en el ‘ongi etorri’ de Bilbao «hubo premeditación de Sortu para que se conociera».

–En los días previos a la ‘no Semana Grande’ usted anunció que habría «toda la Policía posible» en las calles de Donostia. ¿La gravedad de los disturbios superó cualquier expectativa?

–Nadie se esperaba ver imágenes de personas rompiendo escaparates y cometiendo robos, eso seguro. Debemos ser muy contundentes con esos conatos de violencia. Y no me refiero solo a la respuesta policial, sino también política. Los actos vandálicos y los ataques a la Ertzaintza exigen un pronunciamiento claro por parte de todas las fuerzas políticas.

–¿Hubo falta de previsión en los dispositivos de la Ertzaintza?

–No soy un técnico policial y no conozco en detalle la preparación de los dispositivos, pero son acontecimientos que también se han producido en otros lugares del Estado y de Europa.

–¿Es mero vandalismo o hay algo más detrás? El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, lo desvincula de la kale borroka...

–No debemos restar importancia a ningún incidente violento que se pueda producir despachándolo como si fuera cosa de críos. Me consta que hay personas en nuestra sociedad, sobre todo las que en su día sufrieron la violencia terrorista, que han visto en estos acontecimientos imágenes que les causan preocupación. Por eso insisto en que todos debemos ser muy duros y muy exigentes en nuestras declaraciones.

–¿Le sorprendió que EH Bildu no se sumara a la condena de los disturbios en la declaración institucional del Ayuntamiento?

 –Que se desmarque de la condena no me sorprendió, porque ya lo habían hecho otras veces, pero es más difícil de entender que no apoyaran esa declaración para evitar respaldar la actuación de la Ertzaintza y de la Policía Municipal, que se vieron agredidas.

–¿A qué achaca la agresividad con la que algunos de estos jóvenes, muchos adolescentes, reaccionan contra la Ertzaintza?

–La mayor parte de los jóvenes que conozco son respetuosos con las normas. También conozco jóvenes que no han respetado algunas de esas normas y han participado en botellones y aglomeraciones. Pero conozco a muy pocos que se hayan enfrentado a la Ertzaintza y hayan roto escaparates. Son comportamientos minoritarios. No sé explicar qué puede mover a esos jóvenes, pero debemos ser muy contundentes con esas expresiones de violencia.

–En las últimas noches, Bilbao también ha registrado algunos incidentes. ¿Temen que estos altercados se repitan?

–Hemos constatado que hay grupos que se mueven por Euskadi para acercarse a lugares donde saben que puede haber algo de fiesta. Llegan en autobús, hacen ‘gaupasa’, beben y, en ocasiones, provocan disturbios. Ha sucedido en varias localidades y no descarto que pueda volver a suceder.

–¿Estos disturbios son la punta del iceberg de un hartazgo social por las restricciones del Covid?

–Todos estamos cansados por las restricciones y a todos se nos hace larga la pandemia, pero a una inmensa mayoría de la sociedad ese cansancio no nos lleva a tener actitudes violentas. El recurso a la violencia no ha sido una respuesta ni frecuente ni natural.

–Esta semana ha surgido una nueva polémica con el recibimiento a un preso de ETA en Bilbao, que además ha sido reivindicado por Sortu.

–Nos ha llamado mucho la atención que, además de dar cobertura política a ese recibimiento, haya sido Sortu quien, con premeditación, nos haya dado la noticia de ese recibimiento popular para que todos nos enteremos. No sé con qué intención, porque todos pensábamos que Sortu estaba preparando el décimo aniversario de la Conferencia de Aiete intentando generar otro ambiente, por lo que no entendemos este cambio de actitud.

–¿...?

–De todas formas, se habla mucho de los presos que son recibidos y de los colectivos que organizan esos actos, pero se habla poco de las personas que acuden a los recibimientos. Un comportamiento que tiene algo de querer saldar una deuda, que algunas personas seguramente sienten con esas otras personas que en su día enviaron a matar y, en algunos casos, a morir. Aquí ha habido un sector de nuestra sociedad que, con su voto y su compromiso, ha legitimado y justificado el uso de la violencia terrorista. Y lo han hecho animando a jóvenes a enrolarse en las filas de ETA y a practicar la violencia. Muchos de esos jóvenes terminaron detenidos y encarcelados, y ese sector silencioso que ahora les arropa se olvidó de ellos durante años. Si ahora quieren saldar alguna deuda que tengan con su conciencia, deberían hacerlo de otra manera y no volviendo a herir a quienes realmente han sido víctimas de la violencia.

–¿Las instituciones pueden hacer algo más para evitar los ‘ongi etorris’?

–Pues parece que no. Existe un derecho a manifestarse públicamente que la Justicia ampara, pero sí podemos exigir que esas deudas que se quieren saldar se hagan de otra manera.

–¿Le preocupa que este tipo de homenajes puedan proliferar en un momento en el que el Gobierno Vasco está a punto de asumir la competencia de Prisiones?

–No me atrevo a hacer una previsión sobre eso. El 1 de octubre Euskadi recibirá la competencia de Prisiones, estamos preparados para ello, y este tipo de actos no van a influir en el camino que el Gobierno Vasco tiene marcado para la política penitenciaria. Como anunció la consejera de Justicia, Beatriz Artolazabal, los presos de ETA serán tratados como cualquier otro recluso.

–Según el calendario de transferencias pendientes, en octubre tocaría cerrar 25 traspasos: ocho que quedaron pendientes en junio, más 17 nuevos. ¿Se van a poder cumplir esos plazos?

–A mí, como portavoz del Gobierno de coalición de PNV y PSE, me corresponde decir que sí. Ese es el compromiso que públicamente asumió el presidente Sánchez, sobre el que hemos trabajado y el que nos gustaría cumplir.

 –En el último mes parece que se ha rebajado la tensión con el Gobierno de Sánchez. ¿Ha mejorado la cogobernanza o es que en verano bajan las revoluciones?

–El lehendakari, desde que estalló la pandemia, ha dedicado un minuto a criticar y nueve a proponer cosas. La relación entre los gobiernos español y vasco no se ha caracterizado por una tensión permanente, aunque es cierto que ha habido diferencias.

–¿La colaboración entre gobiernos está siendo buena en el reparto de los fondos europeos?

–Tengo la impresión de que el Gobierno central se está encontrando con dificultades internas para organizar la gestión de estos fondos europeos. Y, en su relación con los gobiernos autonómicos, queda mucho que mejorar.

–El PNV anunció antes del verano su intención de liderar el debate del nuevo estatus a partir de septiembre. ¿Recuperar ese tema puede generar tensiones entre el PNV y el PSE?

–Como portavoz de un Ejecutivo de coalición, tengo que recordar que el acuerdo de gobierno de PNV y PSE valora positivamente las tareas que se han realizado hasta ahora en el Parlamento y da por hecho que esta legislatura la Cámara continuará trabajando sobre ello. También se acordó que el Gobierno no liderará esta cuestión, que corresponde a los partidos. La posición que vayan a mantener PNV y PSE sobre este asunto está legitimada en ese acuerdo, cuya única condición es que el pacto que resulte sea amplio, integrador y supere al que se alcanzó en el Estatuto de 1979.

–A punto de cumplirse un año desde que el Gobierno echó a andar, ¿cómo marcha la coalición?

–La pandemia ha centrado tantos esfuerzos que no ha habido ocasión para muchas diferencias.

 

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