lunes, 20 de septiembre de 2021

20 septiembre 2021 La Razón (opinión)

20 septiembre 2021 

 

Así vive el asesino Parot: limpia celdas y reparte comida

Uno de los etarras más sanguinarios que no se ha arrepentido tras 30 años en la cárcel.

De ser el etarra duro entre los duros, de formar parte del «arma secreta» de la banda, a ser un dócil recluso, que colabora en las labores de la cárcel, hasta sirve la comida a sus compañeros. Pura fachada. A Henri Parot, el jefe del «comando Argala», integrado por súbditos franceses, no le gusta España nada más que, según se deduce de su historial criminal, visitarla para cometer atentados. Prueba de ello es que en su día solicitó cumplir su condena en una cárcel gala, lo que se le denegó. Llevó el asunto hasta la Justicia europea y perdió el caso. Ahora, en el centro leonés de Mansilla de las Mulas va de «buen chico».

El Ministerio del Interior le ha hecho un gran favor, a medias de momento, al trasladarle a esa cárcel desde la del Puerto de Santa María. Una de las grandes preocupaciones de este individuo era la de tener que recorrer toda la geografía nacional hasta llegar a su país natal. Siempre, desde el momento mismo de su detención, ha temido que alguien reaccionara y le diera muerte, porque debe pensar que los demás seres humanos son como él. Para cuando cumpla condena, allá por el 2029, seguro que, al paso que vamos, ya estará en una cárcel del País Vasco, si es que aún permanece en prisión.

 Según han informado a LA RAZÓN fuentes penitenciarias, su comportamiento en Mansilla de las Mulas es absolutamente correcto, al menos hasta el momento. Dispone de una celda individual en el módulo 7 (de respeto). Es un módulo mixto (hombres y mujeres). Entrar en ese régimen es voluntario y requiere el compromiso firme del recluso de guardar un buen comportamiento, colaborar con los otros internos, cumplimiento de las reglas y realizar tareas comunes, como repartir la comida o tareas de limpieza.

Cómo han cambiado las cosas desde que el Gobierno decidió conceder beneficios a los presos etarras, acercarlos progresivamente al PaísVasco y transferir las competencias en materia penitenciaria. De mandar cartas, tal y como publicó LA RA-ZÓN en su edición de ayer, en las que proponía nuevos atentados a barrer los pasillos.

En efecto, el 1 de junio de 2001 envió una misiva a la «dirección» de ETA en la que les hacía saber «la necesidad de materializar acciones terroristas concretas con el fin de socavar la voluntad del gobierno español», además de ofrecer un plan para facilitar su huida y reiniciar directamente la actividad criminal. Otra vez mala suerte, como cuando cayó en un control de la Guardia Civil en la localidad sevillana de Santiponce y fue detenido. La carta fue intervenida el 16 de septiembre de 2002 a los cabecillas del «aparato militar».

Parot, que ahora muestra su «piel de cordero», era un tipo que era capaz de negar hasta a su propio hermano, Jean, que llegó a formar parte del «comando Argala» o «francés» entre 1978 y 1987. El entonces responsable de la célula, Francisco Múgica, «Pakito», le hizo ver que podía ser un confidente policial ya que le relacionó con el descubrimiento de un depósito de armas y explosivos en una casa de Anglet, en Francia, en diciembre de 1999. Ni le defendió. Tuvo otros jefes dentro de ETA, de los que hablaba bien o mal. Admiraba al fundador del «comando», Domingo Iturbe Absolo»; «Txomin»; al igual que a su segundo jefe, Juan Lorenzo Lasa, «Txikierdi», del que decía que «era mucho más responsable» en lo que a clandestinidad se refería. De José Luis Arrieta, «Azkoiti», señalaba que «muy simpático, pero poco formal, porque llegaba tarde a las citas»; y de «Pakito», no dijo ni mu, porque era del que dependía cuando lo detuvieron y no era cuestión de enfadarle cuando le esperaban largos años de prisión, en los que es mejor llevarse bien con la «dirección». Lo que son las cosas, de disparar con metralleta a barrer pasillos y limpiar celdas; y, además, siendo un recluso ejemplar para seguir recibiendo beneficios penitenciarios y homenajes de los proetarras”.

Opinión:

Excelente información sobre la calidad de vida del terrorista Henry Parot en el interior de la cárcel, de la que no debe salir hasta 2029.

Por ello, hablando de la permanencia en prisión, es importante y fundamental recordar que este asesino fue juzgado por el Código Penal que estaba vigente en el momento de cometer los atentados, que como bien explica el reportaje fue muchos años antes de la modificación del Código Penal en 1995.

Por lo tanto, la responsabilidad de que este asesino salga en 2029 es consecuencia de la legislación (oh, qué sorpresa) franquista, repito que modificada en 1995 gracias a unas pocas víctimas que nos pateamos España recogiendo firmas todo el año 1994, consiguiendo más de 1.100.000 firmas en seis meses.

Y eso, tanto el tema de las legislaciones vigentes como el de la recogida de las firmas, parece que mucha gente lo tiene olvidado, incluyendo las víctimas que tanto hablan ahora pero a las que, por mucho que me esfuerzo, no recuerdo en las mesas recogiendo ese millón largo de firmas…

Por lo visto es más práctico organizar manifestaciones de protesta en lugar de “también” reconocer lo que se hizo bien aunque fuera hace casi 30 años… en el siglo pasado, en los llamados “años de plomo”…

La memoria es corta pero algunos tenemos mucha, incluso la documentación que lo acredita.

 

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