viernes, 21 de marzo de 2025

20 marzo 2025 (5) La Razón (opinión)

 

20 marzo 2025 



El atentado terrorista que Barcelona quiso olvidar

Todavía se desconocen los nombres de los autores del crimen, así como el de la víctima

La historia criminal de Barcelona puede sorprendernos si pensamos en un atentado terrorista del que no sabemos aún ni los autores materiales ni el nombre de la víctima. Es uno de esos sucesos sobre los que se ha preferido que el tiempo y la indiferencia hagan su trabajo sucio. Es el crimen que conmocionó a la ciudad y que se ha preferido olvidar: no hay nada que recuerde ese hecho en el lugar de los hechos que es la plaza Reial, a dos pasos -casi literalmente- de las Ramblas.

Miremos atrás y viajemos hasta el 9 de febrero de 1892, son las siete y media de la tarde. En la plaza hay movimiento de personas. En los cafés cercanos las mesas están llenas. Alrededor de la fuente principal hay varios bancos en los que es fácil ver a algún barcelonés sentado a esas horas. La plaza es punto de encuentro también de militares, policías y confidentes, de aquellos que quieren apurar el día hasta las últimas horas. La paz del momento queda rota con el estallido de una bomba situada en una jardinera. Un hombre de cuarenta años, probablemente un trapero al que nunca se le pudo poner nombre y apellidos, muere en el acto. Varias personas son heridas, entre ellas una sirvienta de nombre María Rosa Cardona, a la que se le tuvieron que amputar las piernas, que en aquel momento estaba paseando con su novio. Muchos comercios igualmente quedaron dañados tras el estallido del artefacto.

En poco tiempo empezaron a surgir los sospechosos habituales de la época. Para la policía estos eran los anarquistas. Por si acaso, se clausuró el diario “El Porvenir Anarquista” a la par que se detenían a sus redactores. Se sospechaba de ellos porque para el día 10 de ese mismo mes estaba prevista la ejecución de varios anarquistas en Andalucía y que finalmente se llevó a cabo.

La Audiencia de Barcelona finalmente sobreseyó la causa a los nueve meses y soltó a los periodistas encausados.

Opinión:

Me ha sorprendido la aparición de esta noticia y más el titular en el que de dice que una ciudad quiso olvidar un atentado. Sin importar de qué ciudad se hable, generalizar de esta manera solo puede llevar a error.

Pero aprovecho la circunstancia para recordar que, al menos por mi parte, los hechos de Plaza Real no han sido olvidados. Como ejemplo, mi visita a la Subdirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo en 2014, en la que pude entregar una relación a acciones terroristas para contrastar con la oficina de “Apoyo” si aquellos hechos y las personas que se relacionaban en el listado habían sido contactadas o habían contactado ellas mismas, por su cuenta, con esa Subdirección General.

La respuesta, tal y como ya he explicado en diversas ocasiones en este mismo blog fue “quien quiera algo, que venga a vernos”. Ese fue el “apoyo” recibido por parte de una Subdirección General.

Por lo tanto, puedo decir muy alto y muy claro que al menos una persona en Barcelona no ha querido olvidar esa acción terrorista. Y conste que en aquellos años fueron consideradas como “actividades terroristas” muchas otras acciones cometidas por grupos anarquistas.

 

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