11 marzo 2025
Los
conspiranoicos del 11-M no se cansan
21
años después de los atentados de Madrid, la derecha mediática y política siguen
difundiendo bulos sobre la autoría y la investigación de los hechos
La
historia se repite con cada aniversario de aquel negro 11 de marzo de 2004 en
el que el terrorismo yihadista se llevó por delante las vidas de casi
doscientas personas que viajaban a bordo de cuatro trenes de la red madrileña
de cercanías. Las voraces ansias manipuladoras que se instalaron desde el
instante en que se tuvo la primera noticia de la masacre se mantienen vivas
cuatro lustros y un año más tarde. Las verdades que se fueron imponiendo y
documentando no hacen mella en quienes siempre buscaron sacar tajada política
de los terribles atentados.
En
primera línea de saludo conspiranoico, el caudillín de Vox, Santiago Abascal,
repicaba el mensaje original de su secta, que rezaba así: “Como todos los años,
estamos del lado de las víctimas que piden saber toda la verdad sobre el peor
atentado terrorista de nuestra Historia”. No se mencionaba a las también
muchísimas víctimas que llevan todo este tiempo pidiendo que la derecha más
desprejuiciada deje de aprovecharse de su sufrimiento de una santa vez.
Como
está probado, la sarta de teorías conspiratorias, a cada cual más delirante,
tuvo su origen en dos medios del ultramonte. El Mundo, dirigido entonces por
Pedro Jota Ramírez y Libertad Digital, con Federico Jiménez Losantos al frente,
echaron a rodar los bulos. Y siguen, literalmente en sus trece. “Las trece
irregularidades, falsedades y presuntos delitos del 11-M”, voceaban los
federiquianos.
ay
otras formas de sacar petróleo político de las matanzas. La presidenta
madrileña -fiel devota, por cierto, de la morralla conspiranoica- se viste de
negro cada 11 de marzo para apropiarse del dolor ajeno y erigirse en
protagonista única del acto de homenaje oficial.
En
ese afán, no hay protocolo ni norma de mínima cortesía política que frene a
Isabel Díaz Ayuso. Lo demostró al no cursar invitación al delegado del Gobierno
español en Madrid, Francisco Martín, con el que mantiene relaciones tirantes.
Pero
donde las dan las toman, y el vetado se presentó en la ceremonia como si tal
cosa para enfado de la emperatriz de Sol.
Un
gota más a la derecha (si es que es posible), este martesr no fue un buen día
para Alvise Pérez. Al chisgarabís que lidera el chiringuito llamado Se acabó la
fiesta le cayó de sus muy frecuentados tribunales una sentencia que le va a
aligerar el bolsillo en 60.000 euros.
Y
le va a hacer pupa especialmente porque esa pasta se la tendrá que dar al
también imputadísimo José Luis Ábalos en castigo por haber difundido en 2021
dos fotografías privadas del exministro y todavía entonces diputado del PSOE
junto a insinuaciones sobre su estado de salud mental. No le vendrá mal el
dinero al ganador del pleito.
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