“Interior quiere dar mas visibilidad a los etarras disidentes de Nanclares”
Durante mucho tiempo, los responsables del Partido Popular censuraron la idea de que los presos de ETA disidentes acogidos a ña denominada Via Nanclares narraran de puertas afuera de la cárcel su proceso individual de rechazo al terrorismo, de ruptura con la organización y de arrepentimiento de sus crímenes, porque temían que fueran tratados como héroes. Pero las cosas se ven muy distintas desde las entrañas del Gobierno. Tras aterrizar en el Ministerio del Interior y prohibir la participación de dos exdirigentes de ETA en foros públicos, el equipo de Jorge Fernández Díaz quiere dar aire a los disidentes, permitirles salir, y rentabilizar un discurso que hasta ahora se ha oído a cuentagotas pero que para muchos es fundamental desde el punto de vista ético y moral en la reconstrucción de la convivencia en un País Vasco sin ETA.
Es verdad que el esperado adelanto de las elecciones vascas al 21 de octubre y el escenario preelectoral en el que ya vive inmersa Euskadi van a frenar hasta noviembre la puesta en marcha de este plan. Pero se hará.
Segundo plano
La intención del equipo del ministro es autorizar la participación en foros del País Vasco de algunos de los presos de la Via Nanclares reubicados en la cárcel alavesa de Zaballa. Pero el plan no es para todos ellos. Entre la veintena de disidentes, figurarán los que prefieren mantenerse en un discreto segundo plano del que, por el momento, prefieren no moverse.
En cambio, hay otro grupo del denominado Colectivo de Presos Comprometidos con el Irreversible Proceso de Paz que está enormemente vinculado a la nueva etapa abierta en Euskadi y que entiende que su sincero arrepentimiento y su discurso contra el terrorismo deben ser escuchados por la sociedad vasca. Y están dispuestos a trabajar por ello. Con dos objetivos que sí comparte Interior. Por un lado, hacer mella en el conjunto de reclusos de ETA. De los 500 etarras encarcelados en prisiones españolas, el Gobierno sabe que, como mínimo, un centenar estaría dispuesto a acogerse a medidas individualizadas de reinserción que exigen romper con la banda. Ese centenar de presos ha asumido que, pase lo que pase en estas elecciones autonómicas, el Gobierno no va a ceder ni un milímetro en su negativa a dar una solución colectiva en forma de amnistía.
Dar el paso
Este grupo de arrepentimiento estaría dispuesto a que trasladara a Zaballa a presos sensibles que aún no han roto con ETA para ayudarles, desde la prisión, a que asuman la conveniencia de dar el paso.
Con el mensaje de los disidentes también se pretende deslegitimar la defensa del terrorismo de parte de la sociedad vasca que todavía sostiene que la banda terrorista formó parte del conflicto entre España y el País Vasco, y justifica su existencia.
El primer paso para esa visualización del mensaje de los presos de Nanclares se dio el pasado julio, cuando Instituciones Penitenciarias autorizó que la exdirigente de ETA Carmen Guisasola concediera una extensa entrevista con cuestionario a El Diario Vasco.
A Guisasola se la había impedido participar en el Congreso sobre Memoria y Convivencia que el Departamento de Interior Vasco organizó en Bilbao. Y en junio tampoco se permitió al que fue jefe del aparato político de ETA José Luis Alvarez Santacristina, Txelis, participar en unos cursos de la Universidad del País Vasco para abordar el concepto del perdón en la construcción de la convivencia. Txelis decidió enviar una carta en la que se mostró “profunda y sinceramente arrepentido” del “irreparable mal” causado. Y admitió el “profundo dolor” que le “embarga al ser cada día más consciente de la tragedia que todas y cada una de las víctimas de la violencia están viviendo”.
Este es el tipo de mensajes que Interior quiere que tengan más visibilidad. ¿La fórmula? Se está trabajando, aunque sería en el País Vasco. Y parece que Interior no contaría, una vez más, con la Oficina de Víctimas del Gobierno vasco que, hasta ahora, era el referente de confianza de esos presos disidentes de Nanclares.
Opinión:
Para empezar, explicarles a los bocazas de turno (especialmente a los tres que intentaron minimizar lo ocurrido el 15 de junio) que este artículo de Mayka Navarro revela, una vez mas, las razones para el encuentro que mantuve con el etarra Caride Simón en esa fecha. A esos ignorantes solo les deseo que no sufran jamás lo que yo y mi familia hemos sufrido. No tienen ni la más remota idea de lo que significa REALMENTE ser víctimas del terrorismo. Y aunque esta noticia ha tardado en publicarse mas de dos meses, finalmente, las cosas se ponen en su sitio y ponen a cada estúpido (y a sus cheerleaders) en su sitio también.
Pese a los esfuerzos de estos tres mariachis que desconocen de que va el tema en cuestión, más de 400 víctimas y ciudadanos entendieron perfectamente el motivo del encuentro y la manera de llevarlo a cabo.
En cuanto a la información como tal, es evidente que un modo de luchar contra ETA (y de poderla vencer) es dividirla desde dentro y eso es, ni más ni menos, lo que se puede conseguir fomentando la Via Nanclares e incluso, aún más, al grupo del Colectivo de Presos Comprometidos con el Irreversible Proceso de Paz, de los cuales también recibí documentación en la carta que llegó a mi domicilio en mayo del pasado año 2011.
Ya lo dije al salir de la cárcel de Zaballa el 15 de junio y lo sigo manteniendo. Hay que fomentar todo lo que pueda servir para que ETA se divida y ello pasa, también, por dar voz a esos presos que se enfrentan con los que hasta ahora eran sus compañeros en las tareas terroristas.
Y es que es muy cierto que, como me dijo Caride Simón “mientras unos se pudren en la cárcel otros viven muy bien haciendo política y pisando moqueta”.
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