Discrepancias en el seno del partido conservador
El tercer grado a Uribetxeberria tensa el comité ejecutivo del PP
Mayor Oreja y Aguirre censuran ante Rajoy que Interior diese el visto bueno
El presidente niega que el Gobierno haya cedido al «chantaje» de la banda terrorista
Patricia Martín
A las puertas de las elecciones vascas y con la izquierda aberzale a punto de alcanzar el poder, el PP no pudo o no supo evitar ayer que la polémica en torno a la excarcelación del preso de ETA enfermo de cáncer Iosu Uribetxeberria Bolinaga monopolizase la atención en la primera reunión de la cúpula del PP presidida por Mariano Rajoy desde el pasado mayo. Los conservadores son conscientes de que alimentar este culebrón solo favorece a Bildu. Pese a ello, el ala dura del partido no ocultó durante el encuentro su oposición a la concesión del tercer grado al etarra, lo que tensó un cónclave que desde que Rajoy se alzó con el liderazgo del partido, allá por el 2008, se despacha sin sobresaltos y sin que sus miembros apenas pongan peros a la actuación de su presidente.
Sin embargo, la larga intervención por sorpresa del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para explicar pormenorizadamente los argumentos que han llevado al Gobierno a conceder el tercer grado a un preso al que la izquierda aberzale iba en camino de convertir en su mártir, enervó los ánimos de dos de los dirigentes más críticos con Rajoy, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Comparaciones
Ambos ya se habían alineado públicamente con las víctimas del terrorismo al repudiar la excarcelación del etarra, que no ha mostrado arrepentimiento por el secuestro de José Antonio Ortega Lara ni el asesinato de tres guardias civiles. Pero ayer, después de escuchar al ministro, quisieron tomar la palabra para dejar clara su postura ante sus correligionarios. Oreja negó que se puedan comparar las excarcelaciones de etarras que tuvieron lugar cuando él era ministro del Interior (un total de 18) con la de Uribetxeberria. En su opinión, en aquel momento Batasuna iba camino de la ilegalización, mientras que ahora sus herederos, lejos de estar derrotados, están a punto de ganar las elecciones vascas. Aguirre, por su parte, consideró que el Ejecutivo podría haberse mostrado más inflexible.
Ante estas críticas, el presidente del PP vasco y candidato a lendakari, Antonio Basagoiti, invitó a sus compañeros a pasar página para no alimentar un debate que fortalece a la izquierda aberzale. En la misma línea, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, censuró que la división interna se haya aireado en los medios de comunicación.
Finalmente, Rajoy intentó zanjar la polémica al defender la actuación de Fernández pero también de «todos los ministros del Interior del PP», en referencia a Mayor Oreja. Fiel a su estilo, no quiso echar más sal en la herida para que las aguas vuelvan cuanto antes a su cauce. El jefe del Ejecutivo recalcó que su Gabinete ha actuado con «un escrupuloso cumplimiento de la ley» y que nunca cederá ante el «chantaje» de ETA.
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