Detenidas cuatro personas en Gipuzkoa acusadas de enaltecimiento del terrorismo
Agentes del instituto armado han desmantelado el denominado 'Bosque de los gudaris', un robledal de "culto y homenaje permanente" a los miembros fallecidos de ETA, según Interior.
Agentes de la Guardia Civil han detenido en Oiartzun (Gipuzkoa) a cuatro personas acusadas de un delito de enaltecimiento del terrorismo, por organizar la plantación de un robledal conocido como el 'Bosque de los gudaris', situado en el monte Aritxulegi de esa localidad.
El instituto armado acusa a los arrestados de intentar crear "un lugar emblemático, de culto y homenaje permanente a los miembros de ETA fallecidos y con el objetivo de legitimar su actividad terrorista" y mantener vigente el ideario de la banda. El desencadenante de la operación ha sido un reciente homenaje a los gudaris en un espacio natural que está compuesto por 239 esquejes de roble, uno por cada miembro de ETA fallecido como consecuencia de su actividad terrorista o durante la misma, identificados con una placa numérica, una alambrada perimetral y un monolito preparado para la colocación de un mástil y una placa cuando se celebran los actos homenajes.
En concreto, la Guardia Civil acusa a los cuatro detenidos de organizar el pasado 9 de marzo la celebración de un acto público en el monte Aritxulegi en el que se realizó un homenaje a los miembros de ETA Francisco Javier López Peña, alias 'Thierry', y Arkaitz Bellón Blanco, fallecidos en 2013. En concreto, ese día se plantaron dos nuevos árboles con su respectiva tarjeta con los nombres completo de los terroristas, según Interior.
Aritxulegi fue un lugar que alcanzó relevancia durante la fallida tregua de 2006 porque varios terroristas dispararon salvas varios durante la celebración del 'Gudari eguna' de 2006 y lanzaron vivas a ETA. Pocos meses después, ETA colocó la bomba en la T-4 que arruinó aquel proceso de diálogo.
Opinión:
Esta mañana, mientras acompañaba a una víctima a una pericial médica, me llegaba esta noticia a través de twitter. Tras la visita médica hemos desayunado juntos y me preguntaba qué era ese zumbido en la tableta y las llamadas que había ido recibiendo. Y cuando se lo he explicado, su comentario al respecto demuestra el hartazgo al que algunas víctimas (pocas o muchas lo desconozco) están llegando.
Pese a mostrar su conformidad con estas detenciones, también me decía que siempre habrán descerebrados que no entenderán el daño que ETA ha causado y que no debería darse tanta propaganda a estos indeseables. Hablaba de la posibilidad de que alguien a quien jamás se le habría ocurrido cometer una acción así pueda ahora plantearse el hacerlo. Y decía estar harta de ver y escuchar noticias relacionadas con los malos o con las víctimas que se dejan manipular políticamente. De los problemas diarios de las víctimas anónimas, ni una palabra.
Y, la verdad, no he sabido qué decirle. Sólo se me ha ocurrido darle un fuerte abrazo.
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