19 noviembre 2014
El final de la violencia terrorista
El juez concede en 48 horas dos
permisos al preso de ETA arrepentido Valentín Lasarte
El recluso, acogido a la Vía Nanclares , ha
disfrutado ya de varias salidas de prisión en los últimos 18 meses. Interior se
opone por sistema a éstas, pero la Audiencia Nacional
falló en mayo de 2013 que el etarra cumple los requisitos fijados por la ley.
El juez de Vigilancia
Penitenciaria de la
Audiencia Nacional , José Luis de Castro, ha dictado dos autos
en 48 horas por los que concede sendos permisos de seis
días cada uno a Valentín Lasarte,
preso de ETA condenado a 340 años de cárcel por su participación en siete
asesinatos, entre otros, el del dirigente vasco del PP Gregorio
Ordóñez. Lasarte, encarcelado desde 1996, está actualmente
acogido a la llamada Vía Nanclares de reinserción y totalmente apartado de la
disciplina de la organización terrorista. Con estas autorizaciones, serán cinco
las licencias para salir de prisión que concede la Justicia al disidente
etarra desde que en mayo de 2013 abandonara
por primera vez la cárcel alavesa de Zaballa donde se encuentra recluido con un
permiso de tres días. Previsiblemente, la Fiscalía presentará recurso a la decisión del
juez, en la línea marcada por el Gobierno de Mariano Rajoy
de oponerse sistemáticamente a los beneficios penitenciarios para los presos de
la organización terrorista.
La concesión de ambos permisos
aparecen recogidos en sendos autos fechados el 3 y el 4 de noviembre.
En ellos, se señala que dichas salidas tienen carácter ordinario y serán
de seis días cada una. Los presos clasificados en segundo grado penitenciario,
como es el caso de Lasarte, pueden disfrutar de un máximo de 36 días al
año de permiso. La decisión del juez De Castro se produce sólo
unos días después de que también diera luz verde a otros
dos permisos para otro de los terroristas acogidos a la 'Vía
Nanclares'. En este caso a Luis Carrasco Aseguinolaza, autor material de la
muerte de un directivo de El Diaro Vasco,
a quien en escritos del 27 y 28 de octubre
autorizaba su salida de prisión por un total de doce días. Ambos reclusos
forman parte de la docena de internos disidentes de ETA
que han renunciado expresamente a la violencia y reconocido el daño causado a
las víctimas, además de haber comenzado a pagar las responsabilidades
civiles impuestas en las sentencias con parte de lo que
perciben por sus trabajos en prisión.
La decisión del magistrado
sobre Lasarte se produce menos de dos meses después de
que el etarra aprovechara su comparecencia como testigo en un juicio por el
asesinato de un policía en el que había participado y por el que ya fue
condenado para pedir perdón a la familia de la víctima.
"Quiero decir que lamento profundamente los daños causados y abogo por el
reconocimiento de todas las acciones", dijo ante el tribunal antes de
recordar que se encuentra desvinculado de la organización desde hace
años y que ha asumido todos los atentados en los que había
participado. De hecho, se desmarcó de la banda armada a
finales de 2008 tras expresar públicamente su desacuerdo con la
cúpula etarra y mostrarse a favor de acabar con la violencia terrorista. En
febrero de 2010, el autodenominado Colectivo de Presos Políticos
Vascos (el EPPK en sus siglas en euskera) lo expulsó del mismo
junto a otros cuatro reclusos etarras.
Salidas
envueltas en la polémica
Pese a estas muestras de
arrepentimiento, las salidas de prisión de Valentín Lasarte siempre han estado rodeadas
de polémica. La primero que disfrutó, en mayo de 2013, estuvo
precedida de numerosos recursos por parte del propio preso después de que
Instituciones Penitenciarias, en primera instancia, y el juez De Castro,
después, se lo negaran. Fue la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ,
presidida por el magistrado Fernando
Grande Marlaska quien finalmente dictó un auto con el que no sólo daba luz
verde a la salida del recluso sino que también fijaba claramente los
criterios legales que debían regir a partir de aquel momento
para que aquellos presos que hubieran abandonado la violencia y
reconocido el daño causado pudieran acceder a dichos
beneficios.
Sin embargo, no acabó ahí la
polémica. Cuando finalmente salió de prisión, Lasarte se alojó junto a su
pareja en la localidad navarra de Lodosa después de que la Audiencia Nacional
le fijara en su auto como condición que lo disfrutara fuera del País Vasco para
evitar coincidir con familiares de sus víctimas. Aquellos
días tuvo que acudir a firmar a diario al cuartel de la Guardia Civil en el
municipio, en el que estaban destinados algunos agentes que antes habían estado
en puesto de la localidad riojana de Arnedo que sufrió un atentado
en el que participó el propio Lasarte junto con otros miembros del 'comando
Donosti'. Tras conocer por la prensa la presencia de esos agentes, Lasarte
envió una carta al sargento jefe del cuartel lamentando "el
daño que les causé en su día a ellos y a sus familiares".
En agosto de ese mismo año, el
juez Central de Vigilancia Penitenciaria le autorizaba a salir de nuevo de
prisión con un permiso ordinario de seis dias.. Sin embargo, los recursos
presentados por la Fiscalía
de la Audiencia
Nacional impidieron que pudiera hacerlo efectivo hasta
el mes de octubre. El representante del Ministerio Público se
oponía al entender que el preso había incumplido las condiciones
impuestas para su primera salida de prisión y se había acercado
en exceso a las víctimas de la organización, en referencia a los guardias
civiles de Lodosa. Además alegó que Lasarte no había cooperado
"en ningún momento" con la Justicia a esclarecer atentados
cometidos por ETA. El fiscal también criticaba "el
automatismo, la premura y la rapidez" con la que se le
había concedido esta segunda licencia. El magistrado desoyó estos argumentos y
autorizó finalmente el permiso al considerar que el etarra cumplía todos los
requisitos fijados por la ley y por el auto de
sus colegas de la
Audiencia Nacional.
El pasado mes de junio disfrutó
de su tercer permiso. El mismo fue autorizado por el juez De
Castro en un auto del 21 de mayo, después de que la Junta de Tratamiento de la
prisión de Zaballa lo rechazara en primera instancia. La decisión del
magistrado fue recurrida por la Fiscalía de nuevo,
lo que retrasó que el interno pudiera disfrutarlo hasta el verano. De nuevo el
titular de Vigilancia Penitenciaria hizo constar en su decisión la
condición de arrepentido del etarra y el hecho de que llevase encarcelado
17 años, más de la mitad de los 30 años de condena efectiva que
cumplirá. Argumentos de nuevo utilizados ahora en los autos dictados en sólo 48
horas para conceder un total de 12 días de permiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario