27
noviembre 2014
“El Gobierno del PP no actúa de
manera justa y eficiente con los presos de ETA”
La paz vista bajo el prisma de los derechos humanos guía a Federico
Mayor Zaragoza, quien alienta los “gestos” en pro de la convivencia que se
realizan en Euskadi
Federico Mayor Zaragoza, Ex director general de la unesco y presidente de la fundación
cultura de paz
“Estamos en un
momento de gran confusión en todo el mundo, y tiene que quedar muy claro que
esta confusión ha sido creada por el neoliberalismo, cuando Reagan y Thatcher
dijeron fuera los valores
éticos, ahora solo valen los valores del mercado, y marginaron a la ONU , la única institución que
pese a sus deficiencias tenía autoridad a escala mundial. Ahora mandan el G-6,
el G-7, el G-8, y lo más curioso es que todo esto ha sido aceptado, sobre todo
en Europa, donde hemos sido obedientes totalmente hasta el punto de que los
mercados han tenido la desfachatez de nombrar directamente sin urnas al
gobierno en Grecia y en Italia, y en España ha llamado el Banco Central Europeo
y ha impuesto un plan de estabilidad bajo la amenaza de rescate”.
Así, sin preámbulos ni necesidad de formular preguntas.
Federico Mayor Zaragoza (Barcelona, 1934) ve el piloto rojo de la grabadora y
se lanza a diagnosticar los males que acechan a la humanidad desde la libertad
que le da haber visto todos los conflictos, haber estado con los grandes
líderes mundiales y haber tratado de hacer un mundo mejor desde la Unesco , la institución que
dirigió durante doce años. Ahora, al frente de la Fundación Cultura
de Paz, se dedica a movilizar a instituciones y personas que se dedican a
fomentar la paz, y a divulgar sus acciones. De nuevo de visita en Euskadi,
Mayor Zaragoza presidió ayer en Bilbao junto con el secretario general de Paz y
Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, el encuentro Por un futuro de paz en el País
Vasco: derribando murallas y construyendo puentes, con el objetivo de
reflexionar sobre la situación del proceso de paz y convivencia, evento que
tendrá hoy su segunda parte en Madrid.
Confiesa que se siente muy preocupado por cómo está
el mundo.
-Claro, porque nos estamos olvidando de derechos
esenciales. Hablamos de Ceuta y Melilla pero olvidamos que no estamos haciendo
nada para que la gente pueda vivir dignamente en sus sitios de origen. O la
situación del medio ambiente: todos preocupados por que suba la prima de
riesgo, pero no estamos haciendo los deberes que nos habíamos puesto porque se
está produciendo ya un cambio climático a escala mundial. O la pobreza: no
puedo vivir en un mundo donde todos los días se mueren de hambre entre 15.000 y
20.000 niños de uno a cinco años. Y las democracias que tenemos son muy
frágiles, cuentan con nosotros cuando hay elecciones pero luego no cuentan para
nada con nosotros durante los siguientes cinco años.
Así se explican fenómenos como los de Podemos.
-Por supuesto. Entiendo pero que muy bien estos fenómenos.
Pese a todo lo que acabo de decir y aun no siendo una persona optimista,
confieso que estoy esperanzado, porque por primera vez en la historia se dan
tres hechos que me llenan de esperanza. Uno, la conciencia global de lo que
pasa más allá de nuestro entorno más cercano. Dos, que estos ciudadanos del
mundo, que antes eran invisibles, obedientes, temerosos y anónimos, ahora ponen
en marcha una iniciativa como la de Ada Colau en Barcelona y obtienen en dos
semana 1,4 millones de firmas. Que nadie se engañe, que no minusvaloren ese
poder ciudadano, porque en cinco, diez o quince años tomará el poder y hará la
democracia que quiera, y no la que desean los encumbrados. Y tercer punto, la
incorporación de la mujer al poder, que lo cambia todo. Nelson Mandela me dijo:
la mujer siempre aplaza la violencia. Y esto es lo que necesitamos en este
momento de inflexión histórica.
Y en este momento histórico en Euskadi, ¿qué
“murallas” hay que derribar, qué “puentes” construir?
-Creo que el Gobierno Vasco ha hecho muy bien poniendo en
marcha una Secretaría de Paz y Convivencia. Encuentro que todo gira alrededor
de un hecho terrible, el daño que ha producido toda la extrema violencia. Es
algo que no puede tolerarse pero tampoco repararse, porque es un daño
irreversible. Así que lo primero que tenemos que decir es que no hay mayor
protagonismo que el de las víctimas, de todas ellas, las que son a consecuencia
de las ideas que se han defendido por la fuerza extrema hasta el punto de
llegar a asesinar a la gente, y también las generadas por el sistema político
que estamos viviendo. Las personas que tienen estos recuerdos horribles es muy
difícil que puedan superarlos si no se encuentran rodeados de personas que les
apliquen paliativos.
¿A qué se refiere con paliativos?
-A las víctimas se les debe decir que se comprende que
tengan sentimientos radicales, pero deben tener en cuenta que hay una buena
noticia, y es que no hay violencia. El cese de la violencia es positivo para
todos, también para este colectivo que sabe que ya no habrá más víctimas como
ellas. Es también importante mostrar solidaridad con las personas que tanto han
padecido, pero también aprender a vivir todos juntos.
Pero hay mucho dolor todavía presente.
-Aunque a las víctimas les cueste mucho superar ese dolor,
hay que decirles que la mejor manera de abordar los problemas presentes es
pensar en el futuro. El futuro está por escribir, por terrible que haya sido el
pasado. Hay que pensar en un mañana en el que nuestros hijos, los hijos de las
víctimas y los de los asesinos, puedan vivir juntos y puedan tener una
convivencia armónica. En Euskadi ya ha habido gestos, que en parte han pasado
desapercibidos, y que permiten augurar que paulatinamente se va ganando en convivencia.
¿Cuáles son esos gestos?
-Los encuentros entre víctimas del terrorismo etarra y los
propios agentes de este terrorismo que públicamente se han abrazado. Hay
asesinos que han pedido perdón y han dicho que se arrepienten, y víctimas que
han tenido una posición muy abierta.
Usted sostiene que los familiares de los presos de
ETA también necesitan justicia.
-Sí. Por eso estoy de acuerdo con que se apliquen las
mismas pautas de cercanía de los presos a sus hogares que otros penados por
crímenes de la misma naturaleza. Los padres no son responsables de lo que hagan
sus hijos. Nunca se deben aplicar, por razones políticas, los derechos humanos
vistos con lentes distintas.
¿Por qué cree que el Gobierno del PP se niega tres
años después de que ETA abandonara la violencia a hacer un mínimo gesto de
acabar con la dispersión de los presos de la organización terrorista?
-No lo sé, como en otras muchas cosas que hace el Gobierno
español. Lo que hago es interpretar la aplicación de los derechos humanos y no
creo que el Gobierno esté actuando de manera eficiente y justa, porque es
necesario que en este momento hagan gestos. La Justicia siempre aparece
con los ojos vendados y creo que el Gobierno debería quitarse la venda de los
ojos para ser más justo en el caso de los presos.
Opinión:
Solo decirle al Señor Mayor Zaragoza que le recuerdo a él y a quien
como el no se dedica a hablar con quien hemos sufrido ese dolor FUERA del País
Vasco que “El Gobierno del PP no actúa de manera justa y eficiente con la víctimas
de ETA” y cuando el o cualquier otra persona con deseos de contrastar mi
afirmación lo desee, podemos hablarlo con pruebas, documentación y datos.
Todo lo demás, señor Mayor Zaragoza, me sobra. Me consta que los presos
miembros de la banda terrorista ETA tienen sus derechos muy bien preservados.
Y también soy una de las víctimas del pequeño grupo que se han
encontrado con sus victimarios. Por ello conozco muy bien las interioridades de
ese tema.
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