12 noviembre 2019
Hace un tiempo planteé que en este blog, aparte de realizar
un resumen de lo que se publica sobre terrorismo y en muchas ocasiones plasmar
mi opinión personal sobre la noticia, serviría también para recordar
hechos o situaciones vividas. El enorme trabajo diario dedicado a la UAVAT no me permite tener la
facilidad horaria para seguir atendiendo el blog con la periodicidad deseada,
pero hoy es una de las ocasiones en las que he querido robar el tiempo de otras
obligaciones para recordar una vivencia personal.
Se está hablando mucho sobre los 30 años de la caída del
muro de Berlí pero muy poco sobre algo que a muchos nos conmocionó. Creo
que es imprescindible recordarlo a través de esta carta que encié a El
Periódico de Catalunya hace casi 30 años.
En recuerdo a Lluis Diumaró, Joan Fornell y Josep Ylla.
El Periódico de Catalunya 26 junio 1990
Lluís Diumaró
Conocimos a Lluis Diumaró en circunstancias no demasiado
agradables, cuando colaboraba en la confección de un reportaje sobre el
atentado de Hipercor. En aquellas fechas, nosotros pasábamos por momentos
difíciles. Bajos de moral y de fuerzas para continuar adelante en la lucha
contra el Ministerio del Interior. El fue una de las personas que más nos
ayudaron a continuar. Recuerdo nuestra sorpresa cuando vimos que teníamos
tantos puntos en común: el inconformismo y la continuidad en nuestras ideas, el
hecho de tener los críos de la misma edad, trabajar en algo que realmente nos
gusta... Todas esas circunstancias hicieron que el se preocupara intensamente
por un colectivo al que no conocía en su totalidad, pero con el que se
identificaba plenamente. Cuando hablábamos del tema que fue origen del
reportaje siempre nos recordaba que “debéis tener fuerzas para conseguir
aquello que es vuestro”.
Eran las palabras de un buen amigo, el amigo que siempre
apoya y desea colaborar al máximo. Ahora nuestro amigo nos ha dejado, pero
queda constancia de sus consejos, los cuales pondremos en práctica, como él
hubiera deseado.
No fue solo una buena imagen de televisión, una cara
bonita, sino un periodista completo, que se dedicaba a fondo en todos sus
reportajes. Y para nosotros no fue solo un conocido, sino un amigo entrañable,
al que echaremos muy en falta. Le vimos marchar el lunes 18 de junio hacia su
último trabajo, pero nunca marchará de nuestro corazón. Por todo, Lluís,
gracias.
Roberto y Esperanza Manrique
Barcelona
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